"Mi intención es reflejar la identidad de la universidad, a través de la belleza"
Con las letras de base, el doctor en Literatura Chilena e Hispanoamericana llega al cargo a liderar cambios internos e imponer su sello.
Cuando asumió el cargo endiciembre del año pasado, le tocó hacerlo luego de haber sido ocupado por la actriz Gloria Varela por más de 20 años.
Y es que para Jorge Rosas el ser director de la Dirección de Extensión Cultural y Universitaria de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) ha significado ser todo un desafío.
De acuerdo al doctor en Literatura Chilena e Hispanoramericana, tomar una dirección como esta hasta el momento era muy desafiante. "Básicamente, por todo lo que había logrado y realizado la señora Gloria. Solo pensar en eso era un desafío muy grande", dice.
Al encargado le corresponde guiar los nuevos destinos de la entidad cultural, ya que a partir de fines del año pasado pasó de ser una dirección de Extensión Artística y Cultural a una Cultural y Universitaria.
Hacer tareas
El rol ha significado tareas nuevas dirigidas para el público externo y también interno, debido a reestructuraciones de la casa de estudios.
-¿Cómo fue asumir el cargo luego de una persona que lo tuvo tanto tiempo?
-Nunca lo pensé así, hasta que me lo dijo un colega. Cambiar de ritmo y de unidad, cuando uno está comprometido con su quehacer, es ver que solo habrá un cambio. Yo venía como jefe del Departamento de Ciencias del Lenguaje y Literatura en la Facultad de Educación. A los académicos se nos hace fácil poder cambiar de chip y asumir otra tarea, pero no como esta. Después de 20 años y de tener una apuesta cultural muy potente en la Región, con la energía y ansías de ella, obviamente su obra se visualiza al impulso que le dio a la nueva formación de públicos, a la galería de arte o al teatro.
-Cuando hablamos de trabajo, lo pregunto por usted, pero siempre responde en plural, imagino que el equipo es importante.
-Súper importante, porque yo he llegado aquí por una nominación, esto no es por generación espontánea. Ha habido siempre una identidad cultural, un trabajo y voluntad de incorporarse. No vengo con mi mochila cargada de tareas, estas están y vengo a colaborar con el equipo para dar la bajada del sello e identidad de la universidad.
-¿Por dónde va lo que quiere imprimirle a la dirección?
-Mi intención es más bien reflejar la identidad de la universidad, pero a través de la belleza. Como dice el Papa, evangelizar a través de ella. Obviamente, no vamos a hacer la tarea que le corresponde a la iglesia, pero como identidad universitaria, desarrollar en todos los aspectos y manifestaciones del arte la balleza en todas sus formas. En términos trascendentales, la belleza conlleva valores fundamentales y esos son los que tiene la universidad.
Durante gran parte de la conversación, de fondo se escuchó a un estudiante tocar piano, algo que -de acuerdo a Rosas- es común en el subterráneo del Edificio Central de la UCSC.
Es precisamente esto, esta belleza, la que el nuevo director busca resaltar de forma colectiva. Por ejemplo, haciendo trabajar juntos a los talleres de música y danza, sirviendo uno como el complemento del otro. "Es algo que no se va a notar de inmediato", reconoce, aunque está convencido de que es parte fundamental del trabajo y el desafío que tiene por delante.
Es así que Rosas está al frente de un equipo que incorpora a la Dirección de Gestión Artístico Cultural y Universidad, y la de Gestión de Redes y Recursos. También al Museo de Arte Religioso y la Editorial UCSC. A ellos se suman los responsables de los talleres que ofrece la entidad cultural.
"No son muchas personas, pero nos estamos incorporando en las tareas que a todos les gustan muchísimo", destaca.
-¿Cómo ha sido pasar del aula y lo investigativo a lo que hace hoy?
-Hay que vincularse con el equipo y el alma real de la dirección, que tiene una naturaleza diferente a cualquier otra. Si capturamos bien esa alma, entonces compenetramos el arte y la gestión adminstrativa. No he estado tan lejos si, porque sigo haciendo mis clases en la Facultad de Educación y lo que he avanzado en mi propio arte. Al principio era el desgaste de las horas y mucho trabajo administrativo, luego las clases, pero ahora ya tenemos un equilibrio. Lo que hago hoy no me separa de mi quehacer natural.