Los efectos nocivos del tabaco
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado a los países celebrar el 31 de mayo de cada año, el Día Mundial Sin Fumar, para advertir los riesgos del consumo de cigarrillo y promover políticas eficaces para reducirlo, considerando que cada año provoca más de 7 millones de muertes, y que 900.000 de éstas corresponden a fumadores pasivos, que son víctimas del humo.
La campaña de este año tiene el lema "Comprométete a dejarlo durante la covid-19". Ya al inicio de la pandemia la OMS había descartado que los fumadores pudieran tener algún tipo de inmunidad frente al coronavirus, como circuló en las redes sociales y, por el contrario llamó a desterrar ese mal hábito, por los efectos adversos que la adicción genera en el sistema respiratorio, dejando aún más desprotegidos a sus consumidores.
La Encuesta Nacional de Salud revela que el 40% de los chilenos fuma y es una de las principales causas de muerte. Durante los últimos gobiernos se han aplicado políticas públicas que llevan a desincentivar el hábito. El 1 de marzo de 2013 entró en vigencia la ley N.º 20.660, que prohibió fumar en espacios cerrados de acceso público o comercial, como bares, discotecas, casinos y restaurantes, salvo que tengan terrazas entre un par de muros y toldos por techo. Otros lugares prohibidos que se consideraron en la ley fueron los aeropuertos, teatros, supermercados, universidades y centros comerciales. La legislación prohibió la publicidad del tabaco y estableció que los responsables de los locales comerciales deben exigir al consumidor que deje el cigarrillo y si no son obedecidos, deben llamar a Carabineros, mientras que los infractores podrán ser sancionados con una multa. La legislación ha tenido también actualizaciones posteriores para acentuar las prohibiciones.
La OMS señala que fumar tabaco es la principal causa del cáncer de pulmón, y que es responsable de más de dos tercios de las muertes por esa patología en el orbe. La exposición al humo de tabaco ajeno en el hogar o en el lugar de trabajo también aumenta el riesgo cancerígeno. Dejar de fumar puede reducir en las personas el riesgo de cáncer pulmonar a la mitad, en un plazo de diez años.
Asimismo, fumar es la causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, una afección en que la acumulación de mucosidad con pus en los pulmones provoca una tos dolorosa y dificultades respiratorias. El riesgo de desarrollar la patología es particularmente alto entre las personas que comienzan a fumar a una edad temprana, ya que el humo retrasa significativamente el desarrollo pulmonar. El tabaco también exacerba el asma, que restringe la actividad y contribuye a la discapacidad.
Los bebés expuestos en el útero a las toxinas del humo a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno, experimentan una disminución del crecimiento de los pulmones y la función de éstos. Y los niños pequeños expuestos al humo de tabaco ajeno corren el riesgo de agravamiento del asma, la neumonía y la bronquitis, así como infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores. Se calcula que 165.000 niños mueren en el mundo antes de cumplir cinco años por infecciones de las vías respiratorias inferiores causadas por el humo.
La OMS estima que en la siguiente década aumentará en 17% la enfermedad renal crónica en el mundo, por lo que es un tema de salud pública que debe tratarse con urgencia y reconocer que el tabaco es un factor de riesgo previsible. Los efectos beneficiosos del cese del hábito están bien establecidos, tanto para reducir el riesgo de progresión de enfermedad renal crónica, pulmonar, cardiovascular y el riesgo de muerte que conlleva esta adicción.
Los organismos internacionales reconocen que Chile es uno de los países donde se han aplicado mayores medidas antitabaco, si se considera que también tiene una fuerte carga de impuestos, aunque ello ha incentivado también el desarrollo del contrabando de cigarrillos.
La Encuesta Nacional de Salud revela que el 40% de los chilenos fuma y es una de las principales causas de muerte. Por eso, se han aplicado políticas públicas que llevan a desincentivar el hábito.