Bocamina II: el friccionado camino hacia el "apagón" total
Trabajadores directos de la planta, sin embargo, reconocen que han tenido una buena experiencia respecto al proceso de reubicación, tal como ocurrió al momento de poner fin a la primera unidad, en diciembre de 2020.
Nicolás Álvarez Arrau / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
Todo tiene su fin. Es probable que varios hayan escuchado esta frase de algún familiar, amigo o conocido, o incluso en una película o programa de televisión. Sin embargo, por más "hecha" que sea la oración, no deja de ser cierta, pues en algún momento cualquier cosa que haya nacido deberá perecer, tarde o temprano. Tal como dijo Oliver Reed en su recordado papel de Próximo, en Gladiador, lo esencial está en cómo enfrentar ese fin, de qué manera se llevará cabo. Eso, con el propósito de que lo acontecido se transforme en algo positivo o negativo para el protagonista de dicha expiración.
Si extrapolamos este pequeño párrafo al ámbito noticioso local, la mirada puede irse de inmediato a la central Bocamina II. Nacida en Coronel hace diez años, la emblemática planta de Enel Generación se apresta a cerrar definitivamente a raíz del cronograma de descarbonización de la matriz energética que inició el Ejecutivo hace casi tres años. El plazo establecido es el 31 de mayo, aunque en estos momentos hay un grupo técnico de trabajo que analiza el escenario de estrechez eléctrica. Se espera que pronto el equipo entregue conclusiones al Ministerio de Energía, lo que podría cambiar la fecha dada inicialmente.
Fricciones y oportunidades
A diferencia de lo que sucedió con Bocamina I, planta inaugurada en 1970 y que finiquitó sus operaciones el 31 de diciembre de 2020, el proceso de cierre de la segunda unidad ha estado marcado por diversos puntos que friccionan la relación entre gobierno, empresa y trabajadores. Por un lado, se mantiene la incertidumbre respecto a cuál será la fecha definitiva de cierre. La falta de claridad inquieta a trabajadores que necesitan certezas para concretar de buena manera sus reubicaciones.
Por otro, asoma el conflicto originado tras la toma de la central por parte de colaboradores contratistas, acción que duró 12 días. En vista del pronto cese de operaciones, los ocupantes exigieron la realización de controles médicos para descartar cualquier problema asociado a la contaminación en sus cuerpos y acciones que permitieran una mejor reinserción laboral.
"El cierre de Bocamina I no fue un proceso tan complejo debido a que muchos de los trabajadores continuaron en la segunda unidad. El problema que tenemos ahora es que ellos hoy quedan sin su fuente laboral, y ese fue el conflicto que se nos generó hace unas semanas", plantea la seremi Daniela Espinoza, quien advierte que la clave está en anticiparse y llevar adelante un trabajo interministerial en línea a la Estrategia de Transición Justa en Energía.
Dicho plan apunta a evitar que gente que se desempeña en centrales como Bocamina pierda sus fuentes laborales una vez que estas cierren. Esto ha llevado, por ejemplo, a impulsar líneas de acción relacionadas a temas de emprendimiento, capacitaciones o vinculaciones, lo que obliga una tarea mancomunada entre carteras como Economía y Trabajo y Previsión Social.
"En Bocamina tenemos que hacer un trabajo más urgente dada la contingencia. Tenemos que trabajar en la misma línea y hacernos cargo como gobierno en cómo podemos dar soluciones en materia de capacitaciones, salud y reconversión laboral. Con los contratistas de Bocamina II se llegó a un acuerdo en ese ámbito por medio de una mesa (…) Si bien el acuerdo se alcanzó con los contratistas, el plan de Transición Justa no discrimina trabajadores", sostiene la autoridad local de Energía.
Mauricio Ramírez es presidente del Sindicato de Ingenieros y Profesionales (Siep) de Enel Generación. Cuenta que a la fecha hay preocupación, pero por el hecho de tener que salir de la zona de confort y tener que enfrentar nuevos desafíos.
Desafíos que Ramírez relaciona a la reinserción laboral, etapa que las personas que laboran en Bocamina II (56) ya enfrentan. "Todos nuestros colegas tienen ofertas de reubicación y se les están abriendo nuevas oportunidades, con beneficios de traslado personal y familiar (...) Y si por temas personales no es posible continuar, se puede optar a un plan de salida que reconoce los años de servicio", comenta el dirigente.
A la fecha, el sindicato y la empresa ejecutan un plan de salida en el que se analizan los distintos perfiles de los colaboradores para asentarlos en instalaciones de Enel de diversas partes del país. Según Ramírez, se trata de personas con empleos de áreas como mantenimiento, sistema de control, administración, seguridad u operación.
El profesional reconoce que lo mismo se vivió previo al cierre de la primera unidad, por lo que considera que el compromiso de reubicación como oportunidad de desarrollo "sí se ha cumplido". Eso sí, se muestra inquieto por la falta de certezas en cuanto al cierre.
La experiencia de bocamina i
De acuerdo al exseremi de Energía y uno de los testigos clave de la salida de la añosa central a carbón de Enel instalada en Coronel, Mauricio Henríquez, aquel cierre se caracterizó por un trabajo acelerado que llevó a conectar una serie de parques eólicos de Los Ángeles y Mulchén y MAPA, de tal modo de mantener la eficiencia del sistema tras el "apagón" de la histórica planta. Actualmente, la energía que era producida en dicho lugar es reemplazada por la generación proveniente del parque hidráulico y a gas de la compañía y energía renovable.
"En ese lugar trabajaban menos personas, como unas 20, y la mayoría fue reubicada, mientras que el resto se acogió a jubilación con beneficios para que pudiesen terminar su tiempo laboral", recuerda.
Desde Enel Generación precisan que de los 28 trabajadores que se desenvolvían en la unidad, a cada uno se le ofreció, al menos, una oportunidad de reubicación dentro del grupo o, en su defecto, un programa de retiro voluntario de la empresa en condiciones económicas ventajosas.
"Como resultado de lo anterior, de los 28 colaboradores, 17 están cumpliendo labores en otras operaciones del grupo, incluyendo posiciones en centrales renovables, mientras que los demás tomaron el retiro voluntario", detallan.
"Si bien en Coronel todos queremos poner fin a la contaminación, acá no era llegar y cerrar, porque en la planta también hay personas y familias que dependen de ese trabajo. Todo esto se realizó bastante bien y de forma justa, pero sí hubo casos complejos, como el de una familia a la que le ofrecieron trasladarse a Santiago, pero tenía a su esposa e hijo en Coronel. Aunque las oportunidades estaban, muchas veces no conversaban con lo que querían los trabajadores", relata el exseremi.
A juicio de Henríquez, es importante también que los trabajadores tomen un rol protagónico en este proceso, "porque desde el papel es muy fácil definir que se capacitará con a, b o c, pero eso no necesariamente va en línea de los proyectos de vida".
En la misma línea, desde Enel aseguran que la estrategia trazada no será suficiente si los actores definidos como responsables y gestores de su aplicación no asumen a cabalidad sus respectivos roles de manera proactiva y responsable. "Los escenarios inciertos y la demora en la toma de decisiones pueden interferir en el logro de los ambiciosos desafíos que impone al país el proceso de descarbonización, y por supuesto de la desconexión y cese de operaciones de central Bocamina", cuestionan.
Temas pendientes
Hay un actor relevante que no siempre fue incluido en la ecuación: la Municipalidad de Coronel. El alcalde Boris Chamorro define el proceso final de la primera central como " indiferente" por no haber sido considerados como municipio.
Plantea que este nuevo trabajo se debe llevar adelante con la mirada de todos los actores para atender una instancia de transición socioecológica justa y abarcar temas pendientes.
"¿Qué pasará con el parque Aroldo Figueroa, la escuela Rosa Medel, o con lo asuntos pendientes con algunos sindicatos de pescadores y los propios trabajadores subcontratistas? Enel Generación no se puede ir de la comuna sin subsanar las deudas pendientes que tiene con nuestra ciudad", enfatiza el jefe comunal.
Respecto a la posibilidad de prorrogar el cierre de Bocamina II, Chamorro afirma que esta debe ser una definición que debe adoptar cuanto antes el Ejecutivo, a la vez que aclara que la posición de la comuna es que la planta deje de operar este año.