Denuncias por violencia escolar en la región
Después de dos años en que debido a la pandemia de covid 19 predominó el sistema de clases a distancia, en marzo la gran mayoría de los establecimientos educacionales volvieron a las actividades presenciales. Un informe de la Secretaría Regional Ministerial de Educación ha señalado que la asistencia a las salas de clases llegó a un 83,1% durante marzo.
Sin embargo, ha sido lamentable que junto con el regreso a la presencialidad haya un incremento notorio de los conflictos entre estudiantes, que en algunos casos han llegado a la violencia física. En efecto, durante el primer mes de clases registraron 83 denuncias por violencia al interior de los recintos de la zona, de las cuales 72 son por peleas entre alumnos y once por hechos de connotación sexual. La mayoría de las denuncias se han generado en Concepción, Talcahuano y Los Ángeles.
El matonaje escolar es una de las situaciones más dolorosas para los niños y sus familias, considerando que los menores muchas veces sufren en silencio el ataque. Lo más probable es que esa situación comience con colocar un sobrenombre, para pasar a las bromas mal intencionadas, mofarse de un compañero por diversos motivos, hasta llegar al acoso constante y finalmente a las agresiones físicas. En los últimos años también se ha pasado al ataque a través de las redes sociales. La Unesco ha estimado que dos de cada diez escolares son víctimas de bullying a nivel mundial y es una realidad que va en aumento. Es un maltrato que deja huellas físicas o psicológicas en los niños y jóvenes, que en casos extremos pueden llevarlos al suicidio.
El seremi de Educación, Héctor Aguilera, ha señalado que antes de iniciar las clases habría sido necesario hacer un diagnóstico y diálogo con las comunidades educativas, además de haber tenido un recibimiento gradual de los estudiantes. Sobre la marcha, se decidió flexibilizar algunas aspectos, y el Ministerio permitió reducir la Jornada Escolar Completa hasta el 25 de abril, y 130 colegios de la región la solicitaron, por lo que lo extenderán hasta el 31 de mayo, con el fin de realizar los diagnósticos y descomprimir los casos de violencia. También se enviaron a los colegios instrucciones a través de un documento de apoyo pedagógico para iniciar diálogos entre docentes y estudiantes, con el fin de generar un trabajo más armónico.
El acoso significa intimidación, persecución y agresión que sufren algunos escolares de parte de sus compañeros. La violencia escolar no es un fenómeno nuevo, pero lo cierto es que tras la pandemia y el encierro, se acentuó. Un estudio realizado hace unos años por el Instituto Nacional de la Juventud reveló que previo a la pandemia, el 84% de los estudiantes declaró que habían sido testigos de las prácticas de bullying en sus escuelas o liceos, lo que reveló que se trata de un problema que ya estaba más extendido de lo que se suponía. Un 61% señaló haber sido víctima de estos actos a través de maltratos verbales (insultos, burlas o amenazas) y el 79% de los entrevistados consideró que los amigos incentivan o presionan para hacer ataques a otros. El 83% de la población encuestada creía que estas manifestaciones contra sus compañeros les hacían sentirse admirados o validados en su grupo.
Los profesores dicen que también existe violencia cruzada, ya que algunos apoderados agreden a los docentes, verbal o físicamente, responsabilizándolos por el rendimiento conductual y académico de sus hijos. La violencia en la escuela es el reflejo de la sociedad. Se tiende a mirar el colegio como un mundo aparte, como si estuviera al margen de la comunidad, pero hay un entorno que hoy es más violento, en la casa, en el barrio, en las calles, y esto se refleja también en las escuelas. Tal vez la solución parta en el hogar. La participación del grupo familiar, de los profesores, y de los mismos jóvenes es clave para lograr que mejore la convivencia al interior de las salas de clases.
La violencia escolar no es un fenómeno nuevo, pero lo cierto es que tras la pandemia y el encierro, se acentuó. Hay acoso, intimidación, persecución y agresiones.