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El alto valor del petróleo, aceite y neumáticos son parte de los factores

Buses rurales experimentan alzas de hasta $300 en pasajes por la crisis

Las empresas que aún mantienen sus precios dicen que en unos dos meses van a tener que elevarlos, siempre y cuando las actuales condiciones económicas se mantengan.
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Por Nicolás Álvarez Arrau

Claudio vive en Florida y, como lo ha hecho durante casi toda su vida, espera sentado el bus que lo llevará hasta Concepción para trabajar. Antes de que asome la máquina por ese añoso camino lleno de curvas que conecta a esta comuna rural con la capital regional, sonríe y cuenta que en años anteriores el valor del pasaje adulto llegaba a los $500 o $600. "Son tiempos que no volverán", dice, a la vez que mira su celular para ver cuántos minutos más tendrá que seguir esperando.

Justamente, y tal como sucede en todos los ámbitos, el valor del boleto que ofrecen las empresas de buses rurales de la Región del Biobío han experimentado con el paso del tiempo incrementos que hoy superan los $1.000. Por ejemplo, Buses Delsal mantiene actualmente un costo de $1.300 para quien desea viajar entre Concepción y Florida, es decir, $300 más de lo que se cobraba antes de la pandemia, lo que representa una variación porcentual del 30%.

El mismo fenómeno se observa en la empresa El Conquistador, que une las comunas de Santa Juana y Concepción. Al contrario, desde Expresos del Carbón, firma que traslada pasajeros hacia Lota y Arauco, cuentan que, pese a todo, el valor del servicio se matiene igual, aunque recalcan que frente a las externalidades de la crisis económica que vive el país y el mundo es muy factible que en dos meses los usuarios tengan que sacar más dinero de su bolsillo para costear sus traslados.

Factores del alza

Osvaldo Delgado, dueño y representante legal de Buses Delsal, precisa que dicha situación obedece, irremediablemente, a la crisis que originó la pandemia. Eso, comenta, los ha llevado como empresa a disminuir a diez la cantidad de máquinas que se mueven en la carretera y eliminar ciertos recorridos y horarios de viaje, sobre todo aquellos que se hacían hacia sectores de Quillón, en la Región de Ñuble.

"No tenemos gente para trabajar. Muchos de los choferes, auxiliares e inspectores no se han querido reincorporar a laborar, y eso no solo ocurre en los buses (...) Además, bastante gente ha comprado autos particulares", desliza, al tiempo que reconoce que "ha sido muy difícil" seguir adelante.

A juicio de Delgado, parte de las complejidades que han debido enfrentar en estos dos últimos años tiene que ver, principalmente, con los aumentos en los precios del petróleo, el aceite o los neumáticos. Hoy, advierte, su compañía de buses está obligada a desembolsar $220 mil por un neumático, es decir, el doble de lo que se cancelaba antes de la emergencia.

En el caso de El Conquistador, en estos momentos transitan 16 buses, de un total de 22. El administrador y representante legal de la empresa, Alfonso Cáceres, cuenta que tuvieron que subir los pasajes, "ya que no se podía seguir así". De diciembre a marzo el alza fue de $200, por lo que el ticket a Santa Juana se encuentra a $1.200

"El petróleo se come la mitad de la plata que llega. Esto está muy malo porque nosotros con un pasaje debiésemos comprar dos litros de este combustible, pero hoy eso está cerca de los $890 y el pasaje está a $1.200. El escenario está muy complicado porque pueden haber, incluso, manifestaciones de los usuarios", aventura.

Cáceres agrega que para subsistir hay que contar con el financiamiento que dan lo pasajes, "pero si esos no suben y los costos se sobrepasan, desgraciadamente, la cosa no puede funcionar".

Próximos meses

Pese a las complejidades descritas en materia de combustible y otros insumos, de un tiempo a esta parte en Expresos del Carbón han decidido congelar el precio de sus boletos hacia Lota y Arauco. Asimismo, enfatizan que por el momento tratarán de mantenerse entre los $1.100 y $1.200 para evitar traspasar las externalidades a los usuarios.

"Pienso, eso sí, que esto, a todo reventar, puede aguantar unos dos meses más. Nosotros tratamos de no subir, pero sí es posible que esto se incremente en unos $300", sostiene Héctor Gatica, delegado de Expresos del Carbón, ante el difícil panorama del transporte local.

Como una buena noticia, adelanta que dentro de los próximos días su línea pondrá a disposición del público más máquinas, "porque queremos retomar la normalidad y ver el tema de la congestión en San Pedro de la Paz".

De esta manera, el dirigente espera que se pase de 16 a 32 buses, a fin de acortar los tiempos de demora entre una micro y otra. En el mejor de los casos, dice, las personas tendrán la posibilidad de subirse a una cada 15 minutos.

Opinión

La urgencia de descongestionar el Gran Concepción

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No ha pasado desapercibido en el Gran Concepción el aumento excesivo de la congestión vehicular luego de la vuelta a clases presenciales de colegios y universidades. Lo peor es que los atochamientos dejaron de ser una característica de las horas punta y son parte de la rutina en cualquier horario del día, convirtiéndose en un tema sensible para todos los que se desplazan por la ciudad.

Durante los dos últimos años el parque automotriz ha mostrado un importante incremento que hoy se refleja en el mayor flujo vehicular que impacta las calles y que se hizo patente luego de levantarse las restricciones de movilidad que se establecieron como parte del plan para hacer frente a la pandemia.

La emergencia sanitaria empujó aún más el uso del automóvil y, por el contrario, la política de incentivo a la utilización del transporte público no ha mostrado grandes inversiones para hacerlo más atractivo y seguro para la ciudadanía.

De esta manera, vemos que puntos estratégicos de la ciudad, tales como la autopista Concepción-Talcahuano en el sector del Trébol, los puentes que unen la comuna penquista y San Pedro de la Paz y la ruta hacia Chiguayante, son focos de alta congestión y colapso vial permanentes.

Caso aparte es la Ruta 160 hacia la zona de Arauco, que continúa siendo catalogada como una de las más congestionadas en el país. El panorama en esa vía requiere una pronta solución, o un cúmulo de ellas, pues, a esta altura, ya no bastan los corredores exclusivos de buses o las vías segregadas. Por años, desde el gremio hemos insistido a las autoridades pertinentes en la concreción de inversiones en infraestructura vial que ayuden a terminar con los atochamientos y que mejoren los tiempos de movilidad en esa ruta, que recibe un promedio de 5 mil 300 vehículos por hora, en horario punta.

Proyectos como la Costanera Sur y la Ruta Pie de Monte deben ser prioritarios para la cartera regional de Obras Públicas de este nuevo Gobierno. Se debe buscar una manera para agilizar su construcción y no esperar hasta el fin de la década para que sean una realidad.

Asimismo, creemos que reforzar los servicios de transporte masivos es una buena alternativa en ese sentido. Fortalecer el servicio de Biotrén y pensar en conectarlo con un futuro metro o tren subterráneo ayudaría a minimizar los tiempos de viaje y hacerlos de mejor calidad para los habitantes del Gran Concepción.

A la luz del actual panorama de tránsito, la idea de un metro para la ciudad es una opción plausible y que las autoridades deberían analizar, teniendo en cuenta el énfasis en regiones que explicitó el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz.

Potenciar un metro que esté integrado a un sistema más complejo de transporte metropolitano es un anhelo para reducir la congestión que sufrimos a diario, pero, además, nos permite pensar a largo plazo y preguntarnos ¿por qué Santiago ya proyecta una nueva línea 7 y no podemos soñar en un metro para regiones?

Helen Martin,

presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción Concepción