Programa formativo de Diseño Escénico busca potenciar el sector
Entre lunes y jueves de la próxima semana, se realizará un ciclo de estrenos con propuestas de la región, que se podrán ver en espacios de Concepción.
Un aporte a la escena del Biobío y sur de Chile, es lo que busca el Programa de Formación Regional en Diseño Escénico (FRDE), nacido en 2017 con el objetivo de descentralizar la formación en Artes Escénicas, particularmente, en el ámbito del Diseño Escénico.
Con una experiencia inicial en la Macro Zona Norte (Arica a La Serena), la instancia formativa coordinada y ejecutada por profesionales del área, en su mayoría de la U. de Chile y socios de la Asociación Nacional de Diseñadores Escénicos; se realiza por primera vez en la Zona Sur. En este caso, considerando las regiones de Magallanes, Araucanía y Biobío.
Para el cierre en Concepción, después de un año de desarrollo, entre este lunes y jueves 24 de marzo, el ciclo "Estrenos de Diseño Escénico", presentará las propuestas de Nela Camaño, Vanessa Leiva, Maira Perales, Francisca Pinto, Valentina Kappes, Carolina Cáceres, Javier Tizznado, Aukanaw Campos y Pamela Mendoza.
"Este Programa (de carácter artístico/académico), nace con el deseo de descentralizar la formación en diseño escénico, considerando que vivimos en un país cuya historia formativa respecto a esta disciplina ha estado ligado principalmente a la academia y a Santiago. Por lo tanto, esta propuesta busca empujar esa barrera", explica Daniela Portillo, directora del proyecto, que cuenta con el aporte de Catalina Devia y Cristóbal Ramos (coordinación), y Cristián Romero, productor del Biobío.
Sobre la experiencia en la zona, Romero sostuvo que ha tenido un carácter revelador desde iniciadas las clases en marzo del año pasado.
"Este territorio siempre se ha caracterizado por estar acorde y a disposición de las prácticas escénicas contemporáneas", destacada el también gestor cultural, sobre el egreso que mostrará los resultados en diversos espacios de la capital regional.
"Sin duda, la articulación y trabajo colaborativo, artístico y funcional, impulsará a nuevos desafíos en esta materia", sostiene Romero, destacando a su vez los resultados en las tres zonas consideradas en esta ocasión (100 postulantes y 25 certificados).
La próxima semana, acota, concluye el programa, y lo hace satisfactoriamente. "Deja un impulso y motivación, para seguir construyendo desde la descentralización real y en conjunto con los territorios, que traerá nuevas ideas o versiones", ilustra Romero sobre la instancia que tuvo la colaboración de la facultad de Arquitectura de la UdeC, en la Zona Sur, con el interés de relevar y apoyar la etapa presencial formativa.
MOSTRAR EL DISEÑO
Los espacios colaborativos donde se realizarán las muestras finales en los cuatro días agendados son la UdeC, Biblioteca Municipal de Concepción, Ex Teatro Enrique Molina Garmendia, Parque Ecuador, Diagonal Pedro Aguirre Cerda y el Centro Cultural de Chiguayante.
"Cada estreno tiene una mirada territorial y/o biográfica de las y los creadores. En Biobío serán ochos los que abordarán el vestuario, la instalación y videoperformance, entre otras propuestas, desde el pensamiento del Diseño Escénico", explica Daniela Portillo, sobre las instancias programadas en diferentes horarios.
"Algunos estarán abordando temas como la crisis hídrica, la migración, la memoria y el rito", señala la directora y docente del programa escénico.
-Entendiendo el sustrato del mismo, ¿qué los motivó a instalarse en esta parte del país?
- Después de cuatro versiones exitosas en el Norte (2017 a 2020), nos pareció fundamental acercarnos al Sur, conocer a las y los artistas del territorio y conocer sus visualidades, motivaciones y discursos artísticos. Finalmente, ha sido una experiencia muy potente de vincularnos con creadores tremendos de la Macro Zona Sur.
- En ese sentido, ¿cuál crees en la trascendencia del Diseño Escénico, desde la propia obra y, también como formación?
- En el último tiempo el diseño escénico ha estado empujando las fronteras disciplinares que lo contienen, entendiéndose como una disciplina que, si bien puede estar y siempre estará en diálogo con las Artes Escénicas, tiene la capacidad de trasladarse y ser híbrida, disciplinarmente hablando. En ese sentido, la trascendencia es la de un campo expandido, en un espacio hoy liminal, que está buscando nuevos espacios de experimentación, de discurso y de autonomía.