Transportistas escolares ponen en duda regreso a la labor por inestabilidad
Si bien hay quienes desean volver cuanto antes, también existen transportistas que prefieren mantener sus actaules empleos en salud o ventas para evitar una nueva crisis.
Los "tíos del furgón", como muchos suelen llamarlos, son quienes cumplen la labor de transportar a los estudiantes entre el colegio y sus hogares, un trabajo que se ha visto complicado de ejercer desde antes del comienzo de la pandemia. En octubre de 2019, cuando comenzó la crisis social, fueron varios los transportistas escolares que vieron paralizadas sus actividades debido a que hubo recintos educacionales que decidieron cerrar sus puertas de forma anticipada como medida de seguridad.
Silvia Vidal, presidenta de la Federación del Transporte Escolar del Biobío (Fetebio), ella y sus colegas mantenían la esperanza de que al llegar marzo de 2020 su situación económica mejorara. Sin embargo, la llegada de la pandemia terminó por sepultar cualquier motivación.
"Teníamos todas las ganas de volver a comenzar, pero nos enviaron a la casa por la pandemia y desde entonces hemos estado sin poder trabajar en transporte escolar", explicó.
De eso ya han pasado poco más de dos años y, aunque hoy la decisión del Ministerio de Educación es retornar presencialmente tras las vacaciones, algunos creen que ejercer la labor de transporte en estas condiciones no les brinda seguridad, ni para los padres ni para los transportistas.
"Todavía los padres tienen la incertidumbre y el temor de mandar a sus niños al colegio, sobre todo por el tema del aforo completo. En colegios públicos son cursos de 40 niños", enfatizó Vidal.
NUEVOS RUBROS
Por todos estos motivos, la mayor parte de los transportistas escolares debieron cambiar sus fuentes de empleo. Mientras un grupo decidió levantar emprendimientos en sus casas con la venta de fruta o verduras, por ejemplo, otro pudo optar a un convenio con los ministerios de Economía y Salud, en junio de 2020.
"Se pudieron abrir algunos nichos de trabajo para nosotros en los consultorios, y a través de la DAS de cada municipio con el transporte de insumos. Incluso, ahora hay vehículos que se encargan del transporte de pacientes covid-19 a residencias sanitarias", agregó la dirigente.
Es tan incierta la situación actual el gremio, planteó, que no todos los colegas del rubro podrán volver a lo que han realizado siempre. "Un compañero de Tomé me dijo que otros seis furgones se quedarán en el sistema de salud y no van a volver al transporte escolar", ejemplificó.
Ese es el caso de Reginaldo Maldonado, de Tomé, que pasó de transportar niños a transportar vacunas. "A mí me toca hacer el retiro desde Concepción y hacerlos llegar a los distintos centros de salud de la comuna", dijo.
Otra de sus funciones es transportar al equipo de búsqueda activa a los diferentes puntos de la comuna para que realicen tomas de muestras PCR y antígenos. También se encarga de llevar a kinesiólogos a realizar terapias.
"Los furgones prestan diferentes servicios, pero como hay falta de personal dentro del servicio de salud nos envían a otras funciones que no son las que corresponden, pero que igual hacemos para que ellos queden conformes con nuestro trabajo y a la vez podamos ser un real aporte", puntualizó Maldonado.
Es este sentimiento de estabilidad laboral y el incierto futuro en las clases presenciales lo que los ha llevado a mantener el apoyo en los servicios de salud. "Es posible que este año se retomen las clases, pero en cualquier momento, dependiendo de la evolución de la pandemia, se puede suspender y ahí nadie responde por nosotros, entonces igual es un riesgo que corremos", agregó.
EXPECTACIÓN
Pese a la compleja situación que hay en el país y la Región, hay otra buena parte del gremio que ha planteado su intención de volver a trabajar con niños, tal como la transportista penquista Gloria Zapata, quien dijo estar expectante de lo que ocurra en las próximas semanas en relación al retorno presencial.
"Hasta ahora estamos trasladando a pacientes de diálisis, pero se acaba mi contrato en marzo, así que yo vuelvo con los niños", aseguró.
Según comentó, los padres están entusiastas y ya hay quienes están cotizando su servicio para el retorno a clases. No obstante, reconoce que muchos de los apoderados están preocupados por la situación sanitaria en la Región, lo que genera temor de enviar a sus hijos al colegio.
"Uno no puede llevar a niños de un solo curso como para tratar de resguardarlos (…) Si se contagia uno, quedamos todos en cuarentena y eso significa que nos quedamos una semana sin trabajar", advirtió.