Comercio en fase 2
El pasado sábado retrocedieron a fase 2 del plan Paso a Paso un total de diez comunas de la Región del ´Biobío, medida que el Ministerio de Salud decidió aplicar a propósito de la gran cantidad de contagios por coronavirus que se está produciendo en nuestra zona. Si bien ya no se trata de una medida que implique restricciones a la movilidad, como eran el caso de las cuarentenas del anterior plan Paso a Paso, sí se trata de una situación que el comercio temía especialmente, ya que reduce los aforos en áreas cerradas, como locales y restaurantes.
De la Seremi de Salud se indicó que las restricciones precisas corresponden a todos aquellos locales abiertos a público como el comercio, museos, parques de diversiones, ferias laborales, entre otros, donde se debe acatar el aforo total permitido bajo la norma de una persona cada 10 metros cuadrados. En tanto, aquellos lugares como los restaurantes, cafés y fuentes de soda en espacios cerrados, se les permitirá solo el ingreso de personas que cuenten con el Pase de Movilidad y podrá haber un máximo de 2 personas por mesa, sumado al distanciamiento entre cada ellas de dos metros.
Representantes de diversas cámaras de Turismo y Comercio concordaron que esta situación afectará en general al rubro, pero en mayor medida a aquellos pertenecientes al rubro gastronómico, sobre todo porque este periodo estival ha tenido un claro aumento de veraneantes en las comunas con mayores atractivos. Aseguran que los principales afectados son los restaurantes y las cafeterías debido a que la afluencia de público va a disminuir y, por otro lado, también existirá mayor aglomeración por la espera para ingresar.
Desde la entidad gremial de Dichato, sostuvieron que estas medidas y las largas esperas para ingresar a los recintos no tienen buen efecto en los turistas, ya que si antes se demoraban de 1 a 2 horas en esperar la atención en mesa, ahora sería la espera sería mucho más prolongada, dada la dinámica propia de los restaurantes, con mayor cantidad de tiempo de atención que un local comercial tradicional.
Uno de los puntos que se señaló que como relevante es que se realice mayor fiscalización de las medidas sanitarias en distintos puntos, ya que como comercio establecido exixte preocupación por el relajo que han demostrado clientes y usuarios del comercio o de los distintos servicios. La presidenta de la Cámara de Comercio de Concepción Sara Cepeda advirtió que "como ha disminuido la fiscalización, la gente está haciendo caso omiso de las medidas. He visto incluso en el paseo peatonal a muchas personas sin mascarillas, entonces, las personas se relajaron y no hay una colaboración para frenar esto".
En este sentido, la dirigenta fue respaldada por otros representantes del sector, que aseguran que tanto propietarios como trabajadores de los locales hacen un gran esfuerzo en seguir todos los protocolos establecidos por la Autoridad Sanitaria, con medidas de protección personal, interna y exigencias generales, en algunos casos, pero que no siempre ven el mismo esfuerzo por parte de la población.
Recuerdan que, en el caso de los restaurantes y cafés, muchos debieron adaptar los locales para poder recibir público con el distanciamiento requerido o incluso habilitaron terrazas que antes no tenían previamente, para poder ofrecer una alternativa segura y con menor riesgo de contagios.
Los comerciantes proyectan que si bien no se esperan pérdidas como en 2020 o las registradas en la primera mitad de 2021 debido a que no se enfrentan a un confinamiento completo, también dejan claro que estiman que muchos de sus asociados volverán a pasar un muy mal rato, con las consecuencias que ello significa.
Con mayores cuidados y prevención la cifras de contagios podrían disminuir y con ello volver a avanzar a fase 3 o 4, donde se puedan retomar las actividades a plenitud ya que locatarios del sector gastronómico cuentan con febrero e inicio de marzo como fechas importantes.
Aseguran que tanto propietarios como trabajadores de los locales hacen un gran esfuerzo en seguir todos los protocolos establecidos por la Autoridad Sanitaria, con medidas de protección personal, interna y exigencias generales, pero que no siempre ven el mismo esfuerzo por parte de la población.