Academia de Juanita Toro le dará una pausa a la danza después de dos años
Directora y fundadora de la entidad cuenta que el descanso era necesario luego de dos años sin parar producto de la crisis artística que trajo la pandemia.
Un descanso merecido y a tiempo, es el que tendrá Juanita Toro y los cuatro profesionales con que se completa la planta de la academia de danza que, literalmente, no ha parado los últimos dos años.
De hecho, la directora y fundadora de la entidad, con 56 años de labor ininterrumpida; se queda pensando, y como que pareciera tomarle el peso a este tiempo que durante este mes pondrá pausa.
"Llevamos dos años sin vacaciones, básicamente, por la pandemia y un tema económico, pero ya llegó el momento de descansar y recuperar fuerzas. Todo este tiempo ha sido fuerte en las emociones y lo laboral", comenta Juanita Toro, que igualmente esboza una sonrisa al pensar en la gala final de la academia, realizada recién, en la Sala de Artes Escénicas de Chiguayante.
Fueron dos funciones, con aforo controlado, y donde tanto los artistas como el público se mostraron satisfechos.
"La verdad es que quedaron muy contentos padres, apoderados y profesores por el resultado de las funciones -una juvenil/ adultos, y otra infantil entre cuatro y 12 años-, sin contratiempo y con resultados académicos y coreográficos de excelencia", señala la profesora y bailarina con más de seis décadas de carrera.
Las jornadas, vestidas con 19 coreografías, sirvieron para ilustrar los niveles y procesos de la danza desde los cursos de Iniciación y Pre Ballet, hasta Danza Clásica infantil y juvenil, para luego internarse en los pasos de Danza Jazz infantil y juvenil,, Danza Contemporánea y Danza Árabe, esta última con el aporte de la Academia y de la Escuela de Ballet del Biobío.
- ¿Con qué sensación te quedaste de esta Gala en particular?
- Muy feliz por el resultado de las dos funciones, niñas, niños, jóvenes y adultos felices por estar de nuevo en el escenario, después de dos años, por lo mismo era un día para celebrar con muchos aplausos, flores y alegrías.
AQUELLOS MOMENTOS
Dos años no es poco, aunque parezcan que han pasado rápidos, enfrentando una emergencia sanitaria que no ha pasado.
"Fue un tiempo duro para todas las academias de Chile y para el arte en general. Muchos de nuestros alumnos no siguieron con clases online, porque ya tenían más que suficiente con las clases virtuales de sus cursos del colegio, así que perdimos a muchos alumnos, pero también recibimos a nuevos de otras ciudades como Puerto Montt, Santiago, Temuco, Arauco y Curanilahue", apunta.
Toro acota que fue complejo entregar el espacio donde alcanzaron a estar dos años, en Salas 535, para entrar al modo online, e instalarse nuevamente en el tercer piso de la dirección indicada, donde hoy funciona la academia.
- Todo fue cuesta arriba en el quehacer artístico, en general.
- La vida se nos puso difícil y ya no pudimos seguir pagando el arriendo, así es que arrendamos una bodega para dejar todas nuestras cosas. Actualmente estamos en el tercer piso del mismo lugar hasta que podamos ver para dónde nos vamos.
Juanita Toro cuenta que desde septiembre pasado han podido volver, "poco a poco" a la presencialidad, lo que igualmente los pone contentos, considerando que la danza es un arte vivo.
- ¿Cómo sientes la danza actualmente, sigue siendo clásica o han aparecido muchas variantes?
- En nuestra Academia y más en la Escuela, la danza clásica es nuestro fuerte, con cursos a mi cargo y Roger Leal, pero también lo son el jazz y la danza contemporánea, que cada día tiene más adeptos, con las tres profesionales que están a cargo, María Soledad Riquelme, María José Bretti y Daniela Rodríguez.
- ¿No pensaron en febrero pensando que puede haber interés ?
- Mira llevamos dos años sin vacaciones y las necesitamos. Creo que es bueno distanciarse un poco y recuperar energías para iniciar marzo con nuevos bríos.
56 años de trayectoria tiene la Academia de Juanita Toro, siendo un referente en la danza a nivel nacional.
2 cursos se realizaron durante enero, uno de pequeñas de cuatro y cinco años, y otro infantil de danza clásica.