Fiscalización de armas de fuego
En condiciones de convertirse en ley quedó el proyecto que modifica la ley N° 17.798, sobre control de armas, con el objeto de fortalecer su institucionalidad y mejorar los mecanismos de fiscalización y trazabilidad a través de un registro. Define que "las armas de fuego, sin importar su calibre, quedan bajo el control del Estado. Igualmente aplica para sus partes, dispositivos y piezas".
La delincuencia se ha visto potenciada por la gran cantidad de armas que están en manos de antisociales y, sobre todo, de bandas de narcotraficantes, que disponen de armamento de alto calibre para utilizarlo con el fin de resguardar la distribución y venta de drogas.
Desde hace años que en el Congreso Nacional se estudiaban los cambios a la legislación de control de armas, para hacerla más eficiente, para fortalecer la fiscalización, instalar un registro de cada arma y considerar a las municiones en la legislación. Durante el debate de esta iniciativa hubo coincidencia entre los senadores en la importancia de avanzar en la regulación de las armas en el país, sobre todo considerando que ha aumentado su uso por parte de delincuentes. Hubo opiniones que valoraron el proyecto, pero que a la vez pusieron el acento en la necesidad de atacar con más fuerza el mercado negro de su comercialización..
En la iniciativa se especifica que por arma de fuego se entenderá a aquella que tenga cañón y que dispare, que esté concebida para disparar o que pueda adaptarse para ello con municiones o cartuchos. Entre las prohibiciones que se incluyen está que ninguna persona podrá poseer o tener armas largas, cuyos cañones hayan sido recortados; armas cortas, de cualquier calibre que funcionen en forma totalmente automática, armas de fantasía, entendiéndose por tales aquellas que se esconden bajo una apariencia inofensiva; armas de juguete, fogueo, balines, postones o aire comprimido, cuando sean adaptadas o transformadas para el disparo de municiones o cartuchos.
El texto prohíbe las artesanales o hechizas, artefactos o dispositivos, cualquiera sea su forma de fabricación, partes o apariencia, que hayan sido creados, adaptados o transformados para el disparo; aquellas cuyos números de serie o sistemas de individualización se encuentren adulterados, borrados o carezcan de ellos.
El narcotráfico es el campo delictivo más relacionado con el uso de este poder de fuego. En las redadas realizadas por las policías, se decomisa armamento a las personas, lo que indica que pese a los operativos que se realizan y a la destrucción de material, hay una rápida reposición. Asimismo, ya pasaron a ser frecuentes los casos de balaceras entre traficantes en las poblaciones, que pugnan por el control de los barrios, y también los asesinatos y ajustes de cuentas con miembros de bandas rivales. Incluso, en ocasiones han caído víctimas inocentes y niños, como resultado de las balas perdidas.
Se recuerda que una encuesta realizada el año recién pasado por el centro de estudios Espacio Público y la empresa Ipsos, reveló que el 53% de los consultados cree que la delincuencia es el problema más urgente que enfrenta el país, incluso superando al desempleo y las dificultades de acceso a la salud. Por una parte, se aprecia una mayor violencia en los delitos, y por otra, la participación de menores de edad, que saben que son inimputables o tendrán bajas penas, amparados en leyes que los protegen. Se entiende la preocupación que existe entre los habitantes, por la extremada violencia en las acciones delictuales, que muchas veces tienen que ver con el tráfico de drogas y la tenencia de armas.
La iniciativa, que quedó lista para su promulgación como ley en el Diario Oficial, establece que cada una de las instituciones que componen las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, Gendarmería de Chile y la Dirección General de Aeronáutica Civil, deberá mantener un Registro de Armas de Fuego, disponiendo sistemas de trazabilidad de sus armas y municiones.
El texto prohíbe las armas hechizas, artefactos o dispositivos, cualquiera sea su forma de fabricación, partes o apariencia, que hayan sido creados, adaptados o transformados para el disparo, y aquellas cuyos números de serie o sistemas de individualización se encuentren adulterados o borrados.