Regreso a clases presenciales en marzo
El Ministerio de Educación ha determinado que a partir de marzo de 2022 la asistencia a clases presenciales volverá a ser obligatoria en el país, luego de casi dos años de actividades a distancia.
La cartera envió un oficio a todos los colegios que cuentan con reconocimiento oficial del Estado, donde entregó los lineamientos para su funcionamiento del próximo año. El documento establece que a contar del miércoles 2 de marzo -fecha de inicio del año escolar 2022-, se retomará la asistencia presencial obligatoria de los estudiantes y el funcionamiento regular de los recintos, incluyendo el programa de alimentación escolar.
El ministro Raúl Figueroa ha indicado que la pandemia generó un verdadero terremoto educativo, donde los alumnos perdieron su desarrollo académico y el contacto con sus compañeros, afectando gravemente su sociabilidad, pero que a medida que ha avanzado en programa de vacunación contra el covid 19 los establecimientos retomaron paulatinamente las clases presenciales, aunque hasta ahora en forma voluntaria. Según los datos del Mineduc, antes del término del año, el 98% de los colegios se encontraban con clases presenciales, pero la asistencia a clases de los alumnos no llegó al mismo porcentaje, debido a que la concurrencia era voluntaria, lo que también afectó su formación integral.
Al respecto, el ministro de Salud, Enrique Paris, ha advertido que el regreso presencial obligatorio está sujeto a la evolución de la pandemia, aunque de seguir los niveles de vacunación actuales, donde incluso se pretende llegar a inmunizar a los niños de 3 a 6 años, no habría problemas en aplicar esa medida.
No obstante, el presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, ha rechazado la decisión del Ministerio de Educación, y ha indicado que es una aventura, ya que no se sabe en qué condiciones sanitarias estará el país en marzo, como para asegurar una presencialidad de los alumnos en los establecimientos.
La pandemia de coronavirus llevó al mundo a la disrupción educacional más grande de la historia, con escuelas que debido a la pandemia se mantuvieron cerradas, por razones sanitarias de fuerza mayor, una medida que afectó la vida estudiantil de niños y jóvenes, que vieron interrumpida su formación. Y si bien la educación se realizó a distancia, por Internet, muchos alumnos se quedaron atrás. Un estudio realizado en Chile por la ONG Educación 2020, reveló que el 44% de los alumnos encontraban aburridas las clases a distancia y que aprendían poco, lo que resalta la importancia de la presencialidad.
Lo cierto es que la mayoría de los establecimientos inició a mediados del año 2021 un retorno gradual de las actividades presenciales y la evaluación que se hizo bastante positiva. Las escuelas que abrieron primero sus puertas lo hicieron con todas las medidas de seguridad que se dispusieron para las comunidades educativas, por lo que sirvieron como ejemplo para que otras instituciones se fueran sumando y pudieran volver en forma paulatina a las clases presenciales. Se recuerda que un diagnóstico realizado por la Agencia de Calidad de la Educación, en el que participaron 153 mil escolares de 576 establecimientos en la Región del Biobío, reveló que cuatro de cada cinco escolares preferían las clases presenciales en vez de la educación a distancia.
Se calcula que más de 1.500 millones de estudiantes de todo el mundo tuvieron que abandonar las clases presenciales el año pasado, debido a la contingencia del covid 19 y los países afrontaron un escenario sin precedentes, por los colegios y universidades físicamente cerrados. Sin embargo, de a poco se recompuso el tejido social de la comunidad educativa. La crisis también permitió valorar la importancia de Internet en la teleeducación, por lo que los colegios y universidades pudieron continuar con clases a distancia, aunque es evidente que esa experiencia nunca se puede igualar con la interacción de la clase presencial.
El documento establece que a contar del miércoles 2 de marzo -fecha de inicio del año escolar 2022-, se retomará la asistencia presencial obligatoria de los estudiantes y el funcionamiento regular de los recintos, incluyendo el programa de alimentación escolar.