Científicos chilenos descubren fósiles de rana de más de 70 millones de años
Piezas de fauna prehistórica identificadas habitaron la Patagonia junto a dinosaurios y son el registro más austral de este tipo de ranas a nivel global.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Chile identificó dos tipos de rana que habitaron la Patagonia hace más de 70 millones de años.
El estudio fue publicado en la revista internacional Cretaceous Research, y confirmó que ambas familias sobrevivieron a la extinción masiva ocurrida hace 66 millones de años tras el impacto del asteroide Chicxulub, hito que provocó la desaparición de los dinosaurios, y tienen parentesco con especies endémicas que actualmente ocupan el área como la rana gigante chilena.
BOSQUES Y MAMÍFEROS
De esta forma, y tras dos campañas de prospección paleontológica en 2017 y 2018, los investigadores dieron con estas nuevas piezas de fauna prehistórica, que habitaron esta zona austral junto a dinosaurios como el acorazado Stegouros elengassen, recientemente encontrado en zonas cercanas a las Torres de Paine en el extremo sur.
Los dos tipos de rana fueron localizadas por los expertos en el Valle del Río de las Chinas, siendo el registro fósil más austral de este tipo de ranas a nivel global hasta hoy.
El investigador de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y científico a cargo del estudio de estos fósiles, Felipe Suazo, explicó que estas ranas vivieron en un clima de mucha lluvia y temperaturas templadas en verano, con un ecosistema sostenido por el meandro de la desembocadura de un río.
En este mismo sentido, Suazo detalló que en estos ecosistemas "se apreciaban bosques de helechos, coníferas Nothofagus. Probablemente, existieron áreas de inundación, las que eran pobladas por diversos animales adaptados a ambientes dulceacuícolas, como ranas, tortugas y hasta cocodrilos. Complementando a esta particular fauna, también se han identificado restos de linajes ya extintos de mamíferos, como Magallanodon y Orretherium; además de dinosaurios".
SOBREVIVIERON
Las familias Pipidae (Kuruleufenia) y Calyptocephalellidae (Calyptocephalella), a las que pertenecen los fósiles encontrados, lograron superar el evento de extinción masiva que borró de la faz de la Tierra a los dinosaurios, conocido como el cráter del meteorito Chicxulub, contando con parientes que a la fecha se pueden encontrar tanto en la Patagonia chilena como argentina.
Para el científico, "las causas por las que lograron sobrevivir y proliferar durante el Cenozoico, la época que continúa al Mesozoico, no están claras. Sin embargo, el registro fósil demuestra que ambas familias proliferaron con una diversidad de especies particulares en la Patagonia sudamericana".
"La morfología de estos fósiles es casi idéntica a la que presentan los huesos de la actual rana grande chilena, pero debido a razones conservadoras se decidió asignar estos fósiles solo a un nivel de familia, a la espera de nuevos restos que permitan corroborar si pertenecen o no al género Calyptocephalella o a un nuevo género aún desconocido para la ciencia", agregó Suazo.
FÓSIL VIVIENTE
La familia Calyptocephalellidae, un verdadero "fósil viviente", según consideró Suazo, se encuentra hoy amenazada por la acción humana.
"Esta familia actualmente es endémica de Chile, es decir, las especies pertenecientes a esta familia solo se distribuyen en nuestro país, lo cual dista mucho de su historia evolutiva, en donde era posible encontrarlas distribuidas en la Patagonia chilena y argentina e inclusive en la Península Antártica", aclaró el científico.
Actualmente, esta especie es considerada como una de las más grandes del mundo y se encuentra con categoría vulnerable en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, debido a la pérdida de ecosistemas dulceacuícolas de los últimos años.
JUNTO A DINOSAURIO STEGOUROS ELENGASSEN
Según la publicación, ambos tipos de ranas fósiles habitaron la zona austral con dinosaurios como el acorazado Stegourros elengassen, una especie de dinosaurio cuyo primer fósil, de 74 millones años, fue descubierto también por un equipo de investigadores de la Universidad de Chile en la misma Región de Magallanes. El hallazgo, divulgado a comienzos de diciembre de 2021, reveló un linaje desconocido de dinosaurios acorazados que incluía una cola con forma de garrote en el extremo.