Indap dice que violencia en Arauco ha afectado asistencia técnica a 1.813 pequeños agricultores
Cifra representa el 43% del total de usuarios en la zona. El aislamiento terrestre y digital impide su atención presencial y vía online.
Un reciente análisis realizado por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) reveló que el 43% de los pequeños agricultores que hay en la Provincia de Arauco -y que están asociados a la entidad- no han podido acceder a los distintos apoyos que ofrece el organismo, principalmente a través de los programas de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) y de Desarrollo Local (Prodesal).
Se trata de 1.813 beneficiarios que han visto mermadas sus asesorías técnicas presenciales y telemáticas a causa de la violencia que allí se experimenta. Esto significa que están incomunicados y que por lo mismo dejan de recibir la asistencia estatal, es decir, dejan de acceder a los créditos, no pueden comercializar sus alimentos y los consultores oficiales no logran llegar a los puntos de destino, con lo que se truncan las capacitaciones o los proyectos de riego.
Un ejemplo que grafica el escenario es la nula participación de las empresas y pequeños agricultores locales al llamado que Indap hizo en 2020 para fortalecer las alianzas productivas en Arauco. Esto, aseguraron desde el órgano, "no pasaba antes".
CONSECUENCIAS
Carlos Recondo, director nacional de Indap, reveló que el inconveniente lo comenzaron a notar de una manera más aguda a fines del año pasado y que este se focaliza en Arauco, Cañete y Tirúa, comunas en la que la afectación alcanza el 15%, 52% y 46%, respectivamente.
"Empezamos a detectar problemas de conectividad, en el sentido de que había territorios en donde no era posible transitar o llegar a ciertos lugares con seguridad. Habíamos tenido experiencias de cortes de caminos y los propios usuarios nos reportaban que no tenían certeza para poder salir", ejemplificó.
El directivo acotó que lo anterior representa un serio daño a los agricultores y sus familias, "que no tienen posibilidad de desarrollar sus actividades", y a los equipos técnicos que se despliegan en la zona.
"Ellos han tenido experiencias muy duras. A algunos les han robado los vehículos y hay también un funcionario que sufrió el ataque de terroristas. Cortaron el camino y los encapuchados con armas largas apuntaron al conductor. Con la punta del arma quebraron el vidrio. Con eso la persona siente la amenaza máxima, pero lo bueno es que el vehículo nuestro pudo zafar y esconderse en la casa de un agricultor", relató.
Pese a todo, Recondo recalcó que es probable que aún no se vean impactos en el precio de los alimentos, sobre todo porque estas no son áreas con volúmenes grandes que incidan en el mercado, aunque sí habrá un golpe en el autoconsumo. Esta última acción les permite generar sus ingresos.
"Los índices de pobreza aquí son altos, pero si no dejamos que efectúen sus mínimas labores no se estará ayudando a que puedan salir de esta situación vulnerable", dijo. Los datos socioeconómicos proporcionados por Indap muestran que el 24% de la población de la Provincia es rural, que el 31% se encuentra dentro de un ámbito de pobreza rural multidimensional y que el 62% no cuenta con internet fijo.
ESTRATEGIAS
Parte de las estrategias asumidas para tratar de devolver las atenciones a los 1.813 pequeños productores tienen que ver con coordinaciones logradas con alcaldes de las comunas en cuestión, a fin de llevar adelante normas particulares de seguridad. A eso se suma la flexibilización de la normativa que rige a los programas.
"No tenemos mucho más que hacer, porque los temas de seguridad escapan a las posibilidades nuestras", lamentó Recondo. Eso sí, enfatizó que a raíz de los estados de excepción que se han implementado las personas perciben hoy un mayor grado de seguridad.
El problema descrito por la institución de fomento dependiente del Ministerio de Agricultura también se vive en la Región de la Araucanía, especialmente en las comunas de Vilcún, Traiguén, Purén y Collipulli.