Alarmante sobrepeso infantil
Un nuevo informe de seguridad alimentaria y nutricional dado a conocer hace unos días por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha reiterado que Chile presenta una de las mayores tasas de sobrepeso infantil en América Latina y el Caribe. Señala que la malnutrición por exceso en todas las edades sigue siendo la principal preocupación para el país.
En el caso de menores de 5 años, indica que Chile presentó una de las mayores tasas de sobrepeso infantil, con un 9,8%, superando el promedio de 7,5% que tiene Latinoamérica. Y si se considera la obesidad en personas mayores de 18 años, el estudio identifica en Chile una prevalencia del 28% (3,8 millones de personas), por sobre el promedio regional de 24,2%. El 80% de las muertes que ocurren en el país se relacionan con enfermedades crónicas no transmisibles asociadas a la alimentación por exceso. De ahí que se señale que estamos en un momento clave para avanzar en acciones que aseguren dietas saludables y sostenibles para toda la población.
Previo a la pandemia, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas dio a conocer que el 60% de los niños de quinto básico tenía obesidad o sobrepeso y que la tendencia era similar en los menores de niveles prekinder, kinder y primero básico. De acuerdo con el estudio que se realizó entonces con datos obtenidos en más de nueve mil establecimientos educacionales del país, la obesidad infantil creció el año 2018 en 1,8 puntos porcentuales en relación a 2017, en los escolares de prekinder a primero básico. Por nivel educacional, el 24,6% de los niños de kinder es ya obeso, otro 24,4% en el caso de los estudiantes de primero básico y un 23,7% en los de prekinder.
A juicio de los expertos la obesidad y el sobrepeso en niños y adultos se han transformado en un problema de salud en Chile, que se acentúa cada año como resultado, en parte, de hábitos sedentarios, con poca actividad física y dietas alimenticias sobrecargadas en calorías, como es el caso de comidas chatarra y bebidas azucaradas, por lo que lidera este consumo en Latinoamérica. Y se estima que durante estos años de pandemia de covid 19 la situación de malnutrición por exceso, ingesta de comida chatarra y sedentarismo se acentuó, debido a los confinamientos.
Cada vez aparecen a más temprana edad enfermedades de adultos como la diabetes, hipertensión y problemas cardíacos. La obesidad infantil puede ocasionar disminución de la autoestima, apnea del sueño, aumento de lesiones articulares, problemas cardíacos y respiratorios, además de problemas al hígado. El tema ha sido abordado desde hace años por el Ministerio de Salud, que ha aplicado políticas para que los alimentos sanos sean los que se vendan en las escuelas, en vez de aquellos ricos en azúcares, sodio y otros elementos dañinos en exceso. También se puso en vigencia el rotulado de los alimentos en los que se advierte con hexágonos negros aquellos que son peligrosos.
Entre las acciones que se han tomado para abordar el tema de la mala alimentación se encuentra el programa Elige Vivir Sano, que nació el 2011 liderado por la primera dama, Cecilia Morel, que involucra a varios ministerios y organismos, para articular esfuerzos que contribuyan a proteger la salud, con una alimentación sana, actividad física, vida al aire libre y en familia. Durante estos años, se han logrado algunos avances, como el aumento de 35% a 40% en el consumo de frutas y verduras todos los días, y la disminución del gasto de los hogares en la compra de bebidas gaseosas de un 77% a un 74% entre 2011 y 2017. En cuanto a actividad física y deportiva, se identificó que la población activa físicamente aumentó de un 12,8% a un 18,7%, utilizando gimnasios, parques, plazas y ciclovías, entre otros.
El ataque a esta verdadera epidemia de estos tiempos debe realizarse de manera multidisciplinaria para que cumpla con su objetivo y ayude a los chilenos a comer en forma saludable para tener mejor calidad de vida.
En menores de 5 años, Chile presentó una de las mayores tasas de sobrepeso de 9,8%, superando el promedio de 7,5% que tiene Latinoamérica. Y si se considera la obesidad en mayores de 18 años, hay una prevalencia del 28% (3,8 millones de personas), por sobre el promedio latinoamericano de 24,2%.