Primera etapa de Paseo Inmaculada ultima los detalles para su apertura
Sus gestores indicaron que la propuesta representa un impulso para el centro de la capital regional y pone en valor el patrimonio penquista al rescatar el edificio de los arquitectos Duhart y Goycoolea.
Para la segunda semana de diciembre está prevista la habilitación de la primera etapa del proyecto Paseo Inmaculada, iniciativa que tiene por objeto dar un impulso comercial al centro penquista y devolver el emblemático edificio que alguna vez albergó al Colegio Inmaculada Concepción. El recinto fue construido en 1960 por los arquitectos Emilio Duhart y Roberto Goycoolea.
El arquitecto a cargo de la recuperación, Pedro Caparrós, quien cumple la tarea junto a su par Juan José Calderón, confirmó a EL SUR que el proceso de recepción de obras se encuentra finalizado hace casi un mes, por lo que solo resta que los distintos locales que serán parte del nuevo espacio finiquiten detalles de habilitación, es decir, faltan las últimas manos de pintura, terminaciones o limpieza.
Agregó que la puesta en marcha es algo que depende netamente de cada una de las empresas que arrienden, aunque se espera que a la mitad del próximo mes ya estén funcionando, al menos, los negocios de los primeros pisos, que representan cerca del 90% del inmueble.
Paseo Inmaculada es un proyecto de cuatro pisos. En la planta baja habrá una cafetería, un minisupermercado y una farmacia, mientras que el segundo estará dispuesto para el uso de oficinas. En la tercera y cuarta plaza operará un cowork.
El trabajo concretado consideró una reestructuración completa que se homologó a las exigencias estructurales y sísmicas actuales y en donde se reinstalaron los servicios sanitarios y eléctricos, a lo que se sumó el cambio de ventanas y fachada, pero con la materialidad original. Si bien la apertura estaba prevista para mayo de este año, los embates de la pandemia, la escasez de mano de obra y el alza en los costos de los materiales de construcción produjeron algunos inconvenientes que retrasaron el avance.
La inversión total de esta fase alcanza las 150 mil UF, según informaron en febrero desde Empresas Madesal, firma que comanda el plan en conjunto a la inmobiliaria Gran Capital.
IMPACTOS
De acuerdo a Antonio Barrales, gerente inmobiliario de Empresas Madesal, el objetivo principal tuvo que ver con recuperar un edificio céntrico perdido y dar mayor vida al centro de Concepción, "sobre todo a la calle Aníbal Pinto, que se veía tan oscura".
"Con lo que intervenimos se mejoró la iluminación, y el edificio aporta también luminosidad a la calle que tiene tanto árbol. Con la instalación del café, el minimarket, la farmacia y el cowork se dará mucha vida al sector", precisó.
Junto con lo anterior, Barrales destacó el hecho de poder ayudar a reactivar la alicaída economía regional que decayó a raíz de la emergencia sanitaria por covid-19.
SEGUNDA ETAPA
La iniciativa no solo se sostiene en la recuperación del inmueble que cobijó a las estudiantes del Colegio Inmaculada. También se prevé la construcción de tres edificios en la misma manzana: dos de 11 pisos y otro de 18, de tal manera que se conecten con las instalaciones de la primera fase por un monto de unos 2 millones de UF, tal como afirmaron desde Madesal a inicios de año.
Hoy, eso sí, aquella idea se encuentra en evaluación. "Queremos que haya un impacto positivo para la ciudad y por eso se está trabajando con la altura (…) El comienzo de las obras está en veremos", recalcó el gerente inmobiliario.
Caparrós, en tanto, aclaró que por el momento lo ingresado a la Dirección de Obras del municipio se mantiene. "Es un proyecto mixto que mezcla oficinas, comercio y departamentos, pero las etapas de cómo se desarrollará es algo que todavía no tiene claridad (…) La definición no están aún, pero de que se hará algo, se va a hacer", puntualizó el arquitecto.
De continuar el planteamiento original -que se estimaba iniciar durante octubre pasado-, se apostarán en las torres oficinas privadas y públicas, galerías comerciales, cuatro subterráneos de estacionamiento y departamentos.
Además, el arquitecto enfatizó que tienen tres años para partir las faenas.
El recinto que ocupa el sitio que una vez tuvo el Colegio Inmaculada tendrá una farmacia, un café, un minimarket, oficinas y un cowork.