Comercio del sur de Arauco se resiente ante violencia y preocupa futuro del rubro
La interrupción del abastecimiento ha llevado a algunos emprendedores a reorientar sus actividades.
A diferencia del resto, los comerciantes de la Provincia de Arauco, en especial aquellos que se desempeñan en el cono sur del territorio, han debido sufrir este último tiempo por partida doble, ya que no solo la pandemia les ha impedido proyectar sus negocios y obtener ganancias. Según relatan sus protagonistas, el recrudecimiento de la violencia en la zona se convirtió en un nuevo factor de riesgo, uno que amenaza con extenderse por largo tiempo.
"En todo lo que se refiere al tema económico, en Tirúa vamos a un abismo", relata a EL SUR uno de los cientos de vendedores que aún están presentes en la comuna, quien, además, prefiere evitar dar su nombre por cuidado a posibles represalias. El escenario, grafica, es el siguiente: casi el 30% de los emprendedores tradicionales que hay allí decidieron reenfocar sus actividades a causa de los nulos dividendos y dedicarse a ofrecer comida rápida u otros productos a través de redes sociales.
Advierte que el problema está en el abastecimiento, que se ha limitado solo hasta Cañete por aprensión de las empresas a transitar más allá. "Acá hay cerca de seis tiendas que son las más competitivas, pero el resto está a goteras, porque no tienen la posibilidad de ir a buscar mercadería o porque son adultos mayores, o bien por el miedo", enfatiza.
Sandra Fierro, presidenta de la Cámara de Comercio de Contulmo, dice que en el caso de sus asociados la carga ha sido dura producto de la escasez de proveedores y el alza en los precios de estos servicios, que se han incrementado en más de la mitad.
"Los proveedores grandes que nos venían a dejar cosas se acercan con temor y nos preguntan cómo está la carretera, pero también nos subieron el transporte, si ellos ya no quieren arriesgar a su gente y sus camiones. Muchos hemos tenido que salir a comprar nuestras mercaderías, y eso es complicado", recalca.
Lo único bueno de lo anterior, agrega Fierro, es que Contulmo decidió apostar por el consumo local, es decir, la gente evita salir a las demás comunas aledañas, "aunque a veces fallamos, pues en ocasiones no hay suministro".
NORTE DE ARAUCO
La situación es distinta de Cañete hacia el norte, pero no por eso menos preocupante. En Arauco, por ejemplo, comentan que las ventas se mantienen de manera normal, a excepción de los días en que se levantan marchas o protestas relacionadas al conflicto o cuando los proveedores y vendedores que vienen desde Temuco se ven obligados a parar.
"Cuando están tomados los caminos, un camión se puede demorar unos dos días en arribar, pero eso no ha tenido un impacto grande en el rubro", sostiene Ana María Torres, secretaria de la Cámara de Comercio de Arauco, quien sí reconoce estar intranquila ante la escalada de violencia.
En la misma línea se muestra su par cañetina, Ingrid Poblete. La dirigente agrega, sin embargo, que el problema que sufren en mayor medida sus compañeros de más al sur no es algo reciente y que si el Estado no toma cartas en el asunto "todo esto se saldrá de control y el comercio irá muriendo poco a poco".
Justamente, hay vendedores de la misma ciudad que piensan que lo que ocurre hoy es solo el comienzo de algo mayor que dentro de dos o tres años podría aislar a la Provincia y evitar, incluso, que los emprendedores efectúen trabajo online.
"Tengo clientas de Tirúa a las que les presto mi dirección de Cañete para que lleguen las cosas que ellas compran. Así, cuando pueden, las vienen a buscar. Si los ataques crecen, ahí sí que vamos a quedar aislados. Da pena pensar que no habrá inversiones de afuera, porque aquí nadie quiere invertir", lamenta Fernanda Caamaño, dueña de Cuxita Tienda, negocio dedicado a la venta de ropa americana con énfasis en la asesoría de clientas.
En virtud de todas estas complejidades, los afectados insisten en la necesidad de que el Estado sepa responder a sus urgencias y agilizar y desburocratizar las ayudas económicas, sobre todo por el bajo nivel de estudios de parte de los emprendedores y la mala conectividad digital que hay en el territorio.
La gente dedicada a la actividad plantea la urgencia de agilizar y desburocratizar los aportes estatales en la zona para aplacar el impacto que les genera la violencia.