Plantaciones de uva crecen 7,3% en un año y Mulchén, Negrete y Yumbel se consolidan
En la Región del Biobío hay 2.771,0 hectáreas. Pequeños agricultores, eso sí, recibieron con extrañeza los resultados del documento, ya que dijeron ver un panorama distinto en la zona.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) publicó ayer el Catastro Vitícola 2020, informe elaborado con los antecedentes proporcionados por los productores, a través de declaraciones juradas de plantación de vides para vinificación, consumo fresco y pisco. Los datos se recolectaron hasta diciembre pasado.
A nivel local se observa que la cantidad de hectáreas de uva creció 7,3% en un año, es decir, si en 2019 se contabilizaron 2.581,8, el año anterior fueron 2.771,0, casi el 2% del total nacional. El director regional del SAG, Iván Ramírez, celebró el alza y enfatizó que la cifra obtenida se explica por el aumento en el número de propiedades, que pasó de 626 a 654.
En comparación al resto de las regiones, sin embargo, Biobío está muy por debajo, pues de los 14 territorios analizados la Región ocupa el séptimo lugar en cuanto a superficie, aunque sí se consolida como una de las pocas que experimentó incrementos porcentuales. En este último ámbito solo está por detrás de Los Lagos (50%), La Araucanía (25%) y Tarapacá (10%).
Ramírez precisó también que Biobío cuenta con un 5% más de plantaciones viníferas en los cepajes blancos y un 10% en los tintos, los que subieron en las comunas de Cabrero y Mulchén. Mientras en el primer grupo destaca la variedad Chardonnay, en el segundo se acentúa el Pinot negro.
Por medio del catastro el órgano estatal busca aportar datos que sirvan para enfrentar la implementación de políticas adecuadas al desarrollo del sector, el control de la zonificación vitícola y denominaciones de origen de vinos, así como la toma de decisiones de los diferentes agentes que intervienen en esta área de la agricultura chilena.
OTRA REALIDAD
Dentro de las comunas con la mayor cantidad de superficie utilizada para cultivar viñas se encuentran Mulchén, Negrete, Yumbel, Florida y Cabrero, con 837, 440, 402, 368 y 242 hectáreas, respectivamente (ver infografía).
Pese a la cifra macro expuesta por el SAG, hay emprendedores que dudan de la información, ya que aseguran que esta contrasta de manera notable con el escenario que hoy vive el rubro, sobre todo los pequeños agricultores que se han visto imposibilitados de expandir sus servicios a raíz de una serie de complejidades provocadas, en parte, por la pandemia.
Álvaro Señor, dueño de Viña Santa Ximena de Florida -urbe con la suma más alta de propiedades en la zona (203)- advirtió que las conclusiones que arroja el catastro son, a lo menos, extrañas. "Lo que yo he visto entre los pequeños agricultores es que hay menor superficie, porque mucha gente ha dejado de laborar las viñas", puntualizó.
La razón, dijo, obedece a un sinfín de situaciones, como la falta de expectativa de los hijos de estos emprendedores para continuar con los negocios a futuro, la escasa mano de obra para trabajar y cosechar las viñas y el precio de la uva a granel que está bajo los costos de producción.
"Como esto se ha mantenido durante los últimos años es muy difícil incentivar a las personas a que sigan cultivando", remató.
El dueño de Viña Lomas de Yumbel y presidente de la Asociación Gremial de Viñateros y de la Cooperativa Silvoagropecuaria Frutos del Biobío, Danilo González, coincidió con su par y adelantó que en lo personal piensa realizar los últimos esfuerzos gremiales para mantener vivo el espíritu que los ha caracterizado por tanto tiempo.
"Quiero dedicarme a otra cosa, porque estoy un poco aburrido, y es lamentable que se hable de plantaciones nuevas, especialmente cuando en uno o dos años estaremos muy contaminados", planteó el dirigente, en alusión a las parcelas de agrado que cada vez se instalan con mayor fuerza en sectores rurales y que, según él, impactan el negocio del vino.
654 propiedades viníferas contabilizó el SAG en 2020 a lo largo de la Región. Florida (203) y Yumbel (131) poseen la mayor parte.