Dolor crónico: una afección en la que aún se está al debe
Se estima que 190 millones de latinoamericanos padece de dolor crónico, 12 millones de ellos presenta incapacidad por dolor lumbar crónico.
El dolor crónico puede ocasionar que hasta actividades cotidianas se vuelvan extenuantes y dolorosas, limitando la movilidad de quien lo padece y afectando significativamente su calidad de vida.
En Chile, esta patología tiene una alta prevalencia, afectando a uno de cada tres chilenos. De acuerdo con una investigación de la Asociación Chilena del Estudio del Dolor y Cuidados Paliativos (Ached-CP), un 32% de la población padece dolor crónico no oncológico, un 60% presenta dolores moderados y, en el caso de cuadros severos, un 20% mantiene este tipo de dolencia.
Respecto de los principales impactos en los pacientes con dolor crónico, la doctora Carolina Rivera, fisiatra y presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina Física y Rehabilitación (Sochimfyr), explica que "desde el punto de vista emocional, las personas afectadas por esta patología se sienten algo estigmatizadas, no solo desde el punto de vista de los médicos, sino que también desde el ámbito familiar, ya que toda la rutina diaria se torna en base al dolor, lo que genera síntomas como ansiedad, frustración y cuadros depresivos al no poder manejar la afección. Desde lo físico, aparece una complejidad de síntomas, pero principalmente está la fatiga muscular en manos, brazos y piernas por dejar de usarlos al sentir una intensidad de dolor".
Sobre los avances generados en Chile para los pacientes con dolor crónico, la doctora Rivera afirma que hemos avanzado en cuanto a concientización sobre el dolor crónico como enfermedad entre los profesionales de la salud, "hay más médicos dedicados a esta enfermedad, como también se hacen congresos para analizar la situación del dolor crónico y las necesidades de los pacientes. Ahora se mira como una patología en sí y no como un síntoma, lo que permite brindar un mejor manejo. Como segundo punto, hemos logrado incorporar medicamentos, aunque aún nos falta mayor acceso".
Asimismo, señala que aún podemos mejorar como país en el abordaje del dolor. "Nos faltan más Unidades de Dolor, ya que hay muy pocas a lo largo de Chile, así como también más expertos en esta enfermedad y, por último, un diagnóstico oportuno".
Los cuidados paliativos son un elemento muy importante para el manejo del dolor crónico. Sin embargo, actualmente en Chile solo está considerada su cobertura en pacientes oncológicos. En base a cifras reportadas en 2019 por la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos de Chile, al año existen alrededor de 42.214 pacientes con cáncer que logran acceder a cuidados paliativos, tanto en el ámbito público como en el privado. En la situación de los casos no oncológicos, según la OMS, existen aproximadamente 35.842 casos esperando ser incluidos en este tipo de cuidados.
La doctora Carolina Valdebenito, presidenta de la Sociedad Chilena de Cuidados Paliativos de Chile, manifiesta su preocupación respecto a la falta de acceso de los pacientes a este tipo de terapias. "Durante este último tiempo hemos visto con gran preocupación que existen pacientes afectados por cáncer que nunca llegan a cuidados paliativos, ya que sus médicos -por falta de información- no los derivan y, si lo hacen, es en la etapa final de su enfermedad. Por otro lado, está la situación de los pacientes no oncológicos que no pueden acceder a este tipo de terapias y que son el doble de los casos de las personas afectadas por patologías oncológicas, y que urgen ser tratados bajo este tipo de terapia", explica.
Un paso importante es el que se está dando en Chile en este sentido. El Congreso recientemente aprobó una ley que debe ser promulgada por el Presidente de la República, y que aumenta la cobertura para beneficiar a la mayor cantidad de pacientes que lo requieran.
El confinamiento, las extensas cuarentenas, cambios de las medidas restrictivas para el control de la pandemia y el acecho del virus, complejizaron el escenario para los pacientes afectados por algún tipo de dolor crónico, sobre todo al momento de mantener sus controles médicos y en la continuidad de su rehabilitación.
Carolina Rivera afirma que "una de las principales complejidades que generó la pandemia, fue que muchas unidades de dolor cerraron o redujeron la atención a pacientes por el aforo, lo que ocasionó que muchos suspendieron sus terapias, generando un empeoramiento de sus casos. Hoy, en un escenario de mayor libertad, se ha producido una saturación en los centros".
Con el objetivo de promover el conocimiento sobre esta enfermedad, y en el marco del Día Internacional Contra el Dolor, que se conmemora hoy, la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (Fedelat) y el laboratorio Grünenthal, realizaron la segunda versión del Taller Latinoamericano de Dolor Crónico para periodistas, espacio para promover la educación en dolor crónico y fomentar la divulgación científica de enfermedades poco conocidas.