"Los gobernadores deben ser presidentes regionales, ya que el nombre tiene algo colonial, de otra época"
El candidato a la Presidencia por cuarta ocasión consecutiva abre un ciclo de entrevistas de Diario EL SUR, con el objetivo de conocer las propuestas en materias clave para la Región del Biobío. Desde un estado federalista a la supresión del delegado presidencial, el cineasta y exdiputado fija posición con una fuerte crítica al combate de la violencia rural: "Hay demagogia".
felipe.cuevas@diarioelsur.cl
Para Marco Antonio Enríquez-Ominami Gumucio (48), la Región del Biobío es una zona del país que cruza su historia familiar, por lo que cada visita a la zona representa recorrer los primeros pasos de su vida: "Espero que Biobío vuelva a ser grande de nuevo. Ese es mi compromiso, y no es solamente una parte de mi vida, aquí comenzó mi vida y mi identidad está asignada por esta Región. Mi papá nació en Talcahuano, mi abuelo fue rector de la Universidad de Concepción, mi hermano es de Hualqui, te podría llenar de datos".
El candidato del Partido Progresista a la Presidencia de la República por cuarta ocasión consecutiva, da el vamos a un ciclo de entrevistas de Diario EL SUR con los aspirantes a La Moneda para conocer sus propuestas en materias centrales para la Región del Biobío.
Sobre su diagnóstico local, Enríquez-Ominami señala que "lo más importante es devolverle la máxima autonomía a la Región, excepto en dos cosas: seguridad y tributos, todo mezclado con una ley de Rentas Regionales, y una parte de las compensaciones de las industrias por abuso intensivo en la Región. Todo lo demás, la partida presupuestaria de Sercotec o Corfo para ustedes, y que nada pase por Santiago".
Además, el cineasta y exdiputado realiza una declaración de principios algo ya conocida: "Soy un federalista, moderado, algo atenuado, porque creo que el Estado también debe tener una estructura nacional, porque somos de una misma tierra".
-¿Qué modelo de estado federal piensa usted que debería tener el país?
-El modelo de Francia, que tiene una descentralización aguda, y pese a no ser federal, tiene una mezcla. Por decirlo en buen chileno, está entre Tongoy y Los Vilos, no como los casos de Brasil, Argentina o México, que tienen un federalismo exacerbado. (N. de a.: Francia tiene como sistema político una república semipresidencial, con un presidente y un primer ministro nombrado con la mayoría del parlamento).
DESCENTRALIZACIÓN
-Este año se vivió un significativo paso en materia de descentralización con la elección de los gobernadores, quienes han planteado que aún faltan más pasos por dar en materia de atribuciones y facultades. ¿Cuáles serían las primeras acciones que usted adoptaría en caso de ser electo para responder a tales demandas?
-Lo primero que no dependan de la Dirección de Presupuestos. Es una vergüenza que tengan que andar pidiendo recursos o que el seremi de Obras Públicas tenga más presupuesto que el gobernador. En marzo, eliminación inmediata del delegado presidencial.
-¿Usted reemplazaría el cargo de delegado presidencial por el de un seremi de seguridad pública? Otros candidatos han realizado la propuesta que le menciono.
-Veremos la fórmula. Lo más importante es que los gobernadores sean verdaderos presidentes regionales.
-¿Usted le daría un estatus presidencial?
-Sí, totalmente. El nombre de gobernador tiene algo colonial, es algo de otra época. Estamos en 2021, esta entrevista la estás grabando con un smartphone, vivimos una pandemia donde usamos mascarillas, hablamos de autos automatizados, inteligencia artificial y tenemos un gobernador.
-En su propuesta de atribuciones máximas a las regiones, ¿considera fusiones o eliminación de ministerios?
-No, pero que estén subordinados al gobernador. Habrá políticas nacionales, ya sea de vivienda o educación. Entonces, deberá existir una coordinación entre las regiones y La Moneda. Un ejemplo: yo presidente voy y hablo con el presidente regional de Biobío sobre la construcción de viviendas -propongo contar con 90 mil nuevas viviendas en dos años- y el déficit en los sectores vulnerables suma 20 mil familias, y la autoridad regional me dice que son 30 mil. ¿Crees tú que soy el que le debo decir dónde se deben construir esas casas? Él me lo tiene que decir, aunque sea de oposición. Como Presidente seré un articulador, alguien que trabaja y coordina que todo funcione.
Otro ejemplo, un gobernador o presidente regional viene y me dice "Marco, estás equivocado son subsidios, en Sercotec necesito más recursos porque dos tercios de las pequeñas y medianas empresas perdieron 37% de su ingreso", entonces como Presidente tendré que acomodarme a cada realidad.
-¿Será un 'tira y afloja' entre el Presidente y la máxima autoridad regional?
-Negociaremos, quizás será mitad subsidios y mitad créditos. Lo que no puedo creer es que esta elección sea escoger una especie de monarca. Necesitamos un Presidente que se arremangue la camisa.
-Lo que usted plantea tiene directa relación con una de las críticas de fondo al sistema político nacional, asociado al excesivo presidencialismo de nuestro país.
-Exacto. He planteado que el Presidente de Chile tiene más poder que el presidente de Estados Unidos. El Congreso le valida nombramientos al presidente, es otra cosa. En Estados Unidos, Richard Nixon debió renunciar por escuchas telefónicas, y no puedo dejar pasar que Piñera no renuncie por esta denuncia de un evidente conflicto de interés, ocurre porque se nos educó pensando en la monarquía, hablando de Bernardo O'Higgins. Las campañas ahora se hacen en redes sociales, estamos en otro mundo.
VIOLENCIA EN ARAUCO
-En su propuesta plantea que la seguridad sea una política nacional. ¿Cómo analiza lo que ocurre al sur del río Biobío en materia de violencia rural y de que forma la política de seguridad se haría cargo del conflicto?
-Separemos los temas. Está el tema penal que considera el robo de madera que ha significado pérdidas por US$20 millones, hay un código penal, se aplica la ley y que Carabineros vuelva a la calle a proteger, o sea que haya más Estado. Segundo, está el tema político que ya está abordado en una parte por la constituyente y que en su momento puse sobre la mesa. Nos habríamos ahorrado bastantes atentados si me hubiesen hecho caso en 2009. Y tercero, el tema de las tierras: las forestales tienen cerca de tres millones de hectáreas y son 200 mil las de Conadi. La proporción y esfuerzo del Estado es muy dispar, es desproporcionado, porque además del trabajo de las forestales contempla un uso irracional del suelo, con problemas hídricos.
Lo peor fue que ellos se comprometieron a que en la comuna donde hubiese una forestal esta crecería y existiría un encadenación para impulsarlas hacia arriba. Eso es inaceptable, por ello creo que hay que separar los temas, y en los candidatos he visto que existe una irresponsabilidad, ya que se hacen campañas con promesas y después tienen que dar explicaciones. Dijeron que hay terrorismo, que lo decreten y vean después que hacen. ¿Por qué Piñera no lo hizo? Porque el día que lo reconozca y asuma que en Chile hay terrorismo, se acabó el turismo. ¿Usted iría a turistear a Siria o Afganistán?
-De su reflexión anterior, le consulto: ¿considera usted que a la política y al Estado le es conveniente la existencia de un conflicto?
-Son unos demagogos, porque Piñera dijo que había terrorismo en Arauco y La Araucanía. ¿Por qué no pidió ayuda internacional o le pide a la CIA que vengan a ayudarlo?
-¿Qué propuestas tiene para abordar el conflicto cultural y las demandas históricas de las comunidades que no están realizando actos de violencia?
-Lo primero es que el Estado le debe pedir perdón a las comunidades mapuches, un perdón de Estado porque se cometió terrorismo el siglo pasado. Segundo, que la constituyente resuelva cosas esenciales de reconocimiento. A usted lo trato por su nombre, lo reconozco como tal, entonces no le vengan a decir a un mapuche que su lengua no existe. Reconozcamos al otro, y sobre esas cosas la derecha hace chistes en la Convención, hacen chistes sobre lo que en otros países como Canadá o Nueva Zelanda se llama bilingüismo. Tenemos una derecha vergonzosa, inaceptable, y los denuncio por aquello, y sus candidatos son sensacionales, porque dicen que no gobernaron. Una locura.
ESCENARIO ELECTORAL
-A nivel internacional, las encuestas han demostrado una falta de efectividad o detección de fenómenos políticos como Bolsonaro en Brasil o Trump en Estados Unidos. Sin embargo, en la última Cadem usted marcó 5%, muy lejano al 20,3% que obtuvo en la primera vuelta de 2009. ¿Por qué cree usted que a medida que compite por la Presidencia cae la adhesión de la ciudadanía a sus propuestas?
-No es tan así, pero entiendo que la matemática es como es. En 2009 competí contra Frei, en 2013 contra Bachelet con 80% de popularidad, y el 11% que saqué era casi más importante que el 20% de cuatro años atrás. En 2017, competí contra los fiscales, fui formalizado en agosto durante la campaña, con filtraciones de mis cuentas bancarias a la prensa. Así hice campaña.
-¿Y ahora?
-Estoy mejor según la encuesta de Piñera, la Cadem, ahora marco 5%, y hace cuatro años en la misma fecha marcaba 1%. Si sigo la lógica de la Cadem, que tiene un margen de error de 4%, estoy en 9%. ¿Cuánto marcaba Boric en marzo? 1% ¿Qué dijo la CEP en mayo? Que era el peor político evaluado. Y ahora marca 23% o 19%. Todo es dinámico. Recordemos que hace un año Daniel Jadue era el próximo Presidente. Ya veremos, déjeme conquistar su corazón en los próximos 40 días.
-La última pregunta. Usted es fundador del Grupo de Puebla, espacio que agrupa a fuerzas políticas de izquierda de América Latina. Desde ese espacio, ¿siente que la polarización que se observa en los procesos electorales a nivel continental, y que se replica en este país, es un síntoma que hay que observar con atención?
-Sí. Es momento de ir a la propuesta y no a la protesta, que es momento de la máxima unidad desde la diferencia, y en América Latina, la unidad de la oposición ha sido clave y aquí estamos más divididos. Llamo a los candidatos de izquierda a firmar ante notario un acuerdo de apoyos mutuos en primera vuelta, y todos me dijeron que no.
La cuarta candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami no estuvo exenta de complicaciones a la hora de ser ratificada por el Servicio Electoral. Primero, porque en la fecha tope de la inscripción, la ratificación de su candidatura desencadenó la salida del PRO del pacto electoral de la Unidad Constituyente, y luego porque el propio Servel desestimó, y luego rectificó la nueva aventura electoral del cineasta y exdiputado.
Hace algunas semanas, el senador y fundador del PRO, Alejandro Navarro informó su renuncia a la colectividad con varias críticas a Enríquez-Ominami por su decisión.
"Ese proceso, del cual por cierto fue un intento de crear un instrumento de cambios sociales profundos junto a País, estuvo en la decisión de priorizar una candidatura presidencial o una propuesta programática de sumarse a las mayorías transformadoras (...) creo que legítimamente prevaleció dentro de la mayoría del PRO la opción de una candidatura presidencial a todo costo. Eso dinamitó la coalición política, la lista parlamentaria y al partido, ya que el PRO no existe. Ha perdido su legalidad sin necesidad de ir a las urnas, ya que no logrará los cuatro parlamentarios o el 5% de votación", dijo en entrevista con EL SUR.
-¿En qué pie está su relación con el senador Alejandro Navarro, que renunció al PRO hace algunas semanas con profundas críticas hacia usted y su decisión de postular a La Moneda?
-Nunca más conversamos, pero yo me voy a quedar con lo bueno de él, que es un buen senador, y creo que no le ha dado todos los elementos sobre la mesa. Faltan muchos elementos (...) Él mismo planteó que siempre creyó en la proclamación de Yasna Provoste y en la interna del partido nunca lo dijo. Yo fui proclamado cuatro veces, pero prefiero no abrir polémica con Alejandro. Lo valoro, lo quiero y muchos del PRO estamos dolidos porque no fue exacto en sus declaraciones. No queremos polemizar, pero él no era mayoría en un partido, y así funciona esto. Valoro que al menos eso lo haya reconocido, aunque le faltaron otros elementos.
-¿Cómo reacciona usted cuando se le señala que su profesión es ser candidato o que para usted es un negocio ser carta presidencial?
-Es un truco del adversario, porque primero el Servicio Electoral tuvo que aclarar que nunca un candidato recibe platas. Además, fui a un juicio sobre eso, que duró siete años y gané. Abrí mis cuentas bancarias y lo gané. Me absolvieron por unanimidad cinco veces, entonces son trucos. Para conocer el porqué de esos trucos, tengo la respuesta de que cada vez que fui candidato puse en la mesa los temas país, como una nueva Constitución, ley de aborto o elección de gobernadores. El partido me proclamó cuatro veces, con el voto del senador Navarro incluido y la unanimidad de la militancia. Quiero que en esta entrevista quede de manifiesto mi profundo afecto hacia él.
"El senador Navarro le dio su voto a mi candidatura"
Enríquez-Ominami compitió por primera vez a la Presidencia en 2009, donde obtuvo 20,3% de los votos. Según la última encuesta Cadem, alcanzaría un 5% de las preferencias.