Emprendimiento e independencia: el camino para reducir el desempleo femenino
El desempleo femenino ha sido uno de los efectos sociales más complejos que dejó la emergencia sanitaria. De hecho, según el estudio "Empleo femenino y covid-19: diagnóstico y propuestas del Centro de Políticas Públicas UC", la tasa de participación femenina en 2020 mostró un retroceso de casi 10 años, pasando de 52% en 2019 a un 47% el año pasado.
Con ello, 910 mil trabajadoras que estaban activas salieron del mercado laboral (v/s 781 mil hombres), evidenciando una vez más las brechas de género y desigualdades latentes que persisten en el sistema del trabajo.
La presidenta de la Fundación Inspiring Girls Chile, organización encargada de aumentar la autoestima y la ambición profesional de niñas en edad escolar, Macarena Salosny, sostuvo que "las industrias masculinizadas son grandes generadoras de empleos, sin embargo, son muy pocas las mujeres que trabajan en esos rubros. Por lo mismo, cuando ellas deciden emprender, lo hacen en rubros femeninos, situación que genera la existencia de sesgo en el ámbito del emprendimiento".
En relación a los nuevos negocios que se generan, Salosny indicó que "considero que es importante desmitificar las áreas de acción que tenemos las mujeres que nos dedicamos al emprendimiento. Es necesario comenzar a emprender en otros rubros, ampliar la mirada y desplazarnos a otras industrias".
Además, la profesional hace un llamado a apoyar emprendimientos femeninos de base tecnológica y empezar a cambiar la mentalidad de que esos proyectos son solo creados por hombres. Para eso, una de las claves es perderle el miedo al sesgo que tienen las mujeres por emprender en nuevas industrias.
"Una de las cosas que se puede hacer en ese sentido es tener referentes para saber cómo lo hicieron para avanzar. Ese contacto y la instancia de compartir experiencias, entrega seguridad y da esperanza de también poder lograr cosas importantes y, hacer del camino del emprendimiento, un recorrido más fácil", agregó Salosny.