Más allá de cruzar la frontera: los obstáculos para entrar con documentación al país
Se trata de familias completas, incluidos adultos mayores y niños, en una situación económica vulnerable y que llegan a reunirse con familiares o amigos que arribaron antes y que están instalados en grandes urbes como Santiago, Valparaíso y Concepción. La tardanza para obtener la documentación en su país de origen choca con la necesidad urgente de salir de allí. Quienes lo consiguen, van viendo cómo los plazos corren sin que su caso sea analizado y pierden sus visas temporales. Así, son pocos los que logran regularizarse y obtener un trabajo formal.
Por Lesly Zurita Arriagada // lesly.zurita@diarioelsur.cl
Adultos jóvenes, profesionales y/o técnicos, solos. Ese era el mayoritario perfil de aquellos extranjeros que llegaban a Chile y, más específicamente, a Concepción hace 10 años. Se trataba principalmente de venezolanos, colombianos y peruanos. Su llegada no era masiva y eso les permitió insertarse en la sociedad local sin problemas y aportar -tanto cultural como económicamente- a través de la gastronomía y otras áreas como el estilismo. En su mayoría, lograron emprender en sus áreas de experticia.
Hace más de 10 años no era común ver migrantes en las calles ni en situación de precariedad. Llegaban en aviones y con la tramitación de su documentación en proceso, no presentaban mayores problemas económicos durante su instalación y eso les facilitaba encontrar trabajo. Pero hoy, esa realidad cambió: quienes llegan a Chile lo hacen en su mayoría por pasos inhabilitados, con nulo sustento económico y con sus hijos menores de edad a cuestas.
De documentación, nada. En parte por desinformación y en parte por lo lento de los procesos en sus países de origen -Venezuela principalmente- y los requisitos solicitados en Chile, con plazos que muchas veces no logran cumplir. Desde fundaciones que trabajan en apoyo a migrantes han vivido esta dificultad en la regularización de la situación migratoria y cómo eso repercute en no poder contar con un sustento económico formal.
Chile sigue siendo elegido por los venezolanos tanto por su estabilidad económica, como por los lazos con amigos o familiares que llegaron en años anteriores y que los pueden acoger en esta huida de la situación política, social y económica de su país. Es así como, tras ingresar por el norte del país, llegan a ciudades como Concepción y Los Ángeles, en la Región del Biobío.
REGULARIZACIÓN RETRASADA
Una de las críticas que se les hace a los migrantes que están llegando al país, es que no lo hacen con la documentación al día. Verena Kulenkampff, presidenta de la Red de Inmigrantes, reconoce que esta tramitación no es tan fácil y que desde el año 2018 se viene registrando un retraso en los procesos. "Tengo casos del 2017 que no tienen respuesta, es decir, son tres años en que no te autorizan a salir del país y tampoco estás autorizado a trabajar", sentencia.
Hay varios factores que afectan a que las personas no puedan entrar con su documentación. La mayoría de quienes están en esta situación son venezolanos y en dicho país es muy complejo lograr un documento que se encuentre apostillado (certificación que permite utilizar el documento en otro país). Eso hace que no cumplan con los requisitos al llegar a Chile.
Alfonso Vera, integrante de la Casa del Migrante, explica que existe una demora en la entrega de las visas en los propios consulados de los países de origen. "Van y a veces tienen que esperar más de dos meses y finalmente no los piden, si lo que quieren es salir de su país. Pero también nos encontramos con que Chile es un país legalista, que tiene mucho formato y requisito y en los países hermanos no existe ese hábito en el estilo de vida, los trámites se realizan 'a lo compadre' y eso no ocurre aquí. Entonces muchos vienen sin ningún tipo de documento que acredite qué persona eran en su país y lo mismo pasa con los hijos. No vienen con certificado de nacimiento", explica.
Considerando la situación política y social de Venezuela y Haití, el año 2018 se habilitaron visas específicas para ambas nacionalidades tanto de responsabilidad democrática como de reunificación familiar. Sin embargo, desde las organizaciones sociales promigrantes reconocen que la exigencia en número de certificados es muy alta y los plazos que se deben cumplir, hacen que sean muy difíciles de obtener.
En el caso de la reunificación familiar, se solicitan cerca de 10 documentos que deben estar apostillados y legalizados, tanto de la persona que va a llegar al país, como de quien lo va a recibir, lo que incluye una fotografía, certificados de relación, una cédula de identidad vigente con un año de antigüedad y sustentabilidad económica, entre otros requisitos.
Respecto a las visas consulares, Kulenkampff precisa que "cuando se postula, muchos cumplen con los requisitos, pero cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores revisa tu caso, ya no te quedan seis meses de visa temporal o se te venció el pasaporte".
Por otro lado, desde el inicio de la pandemia toda la tramitación de visas se ha concentrado en internet y antiguamente se hacía presencialmente en las oficinas de los departamentos de extranjería de las gobernaciones provinciales. El sistema a veces está caído y eso hace que corran los plazos y que luego la solicitud de visa sea rechazada.
En la Red de Inmigrantes tienen latentes dos casos que se han visto afectados por este retraso en la revisión de los casos. "Un ciudadano venezolano tuvo un accidente en Santa Bárbara y quedó parapléjico, no tiene familia en Chile y solicitó el trámite de reunificación familiar para que la mamá ingrese a buscarlo. Es un caso humanitario y el consulado no responde", dice Kulenkampff.
El otro es de una familia haitiana, tres niños, que consiguieron la visa de reunificación familiar, pero por la pandemia las fronteras estaban cerradas. El plazo expiró y perdieron la visa. El consulado les informó que debían hacer el trámite desde cero.
A LA ESPERA
La Red de Inmigrantes funciona en Los Ángeles y diariamente atienden a 400 personas. De ellas, al menos el 10% ingresó por pasos no habilitados. Asimismo, el 50% están con visa en trámite hace más de 18 meses y según Kulenkampff muchas veces se rechazan sin ninguna justificación. "Los rechazan, apelan, y nunca he visto respuesta. La primera apelación la hicimos en marzo del año pasado y aún no pasa nada", precisa.
¿Qué queda tras el rechazo? Algún recurso judicial, como demandar a Extranjería porque no responden, pero la opción mayoritaria es empezar el proceso todo de nuevo y pagar las multas que parten en los $50 mil. En la experiencia de Red de Inmigrantes, obtener una prórroga de la primera visa temporal demora por lo bajo 6 meses y la de permanencia definitiva 18 meses.
"Con la visa temporal no puedes hacer nada, porque no tienes autorización legal hasta que Extranjería te responde y el empleador muchas veces se cansa de esperarte y, por lo mismo, los que pueden inician trabajos sin contrato", precisa la presidenta de Red de Inmigrantes sobre la situación laboral que se puede conseguir.
Recalca que la visa sujeta a contrato es la más accesible en requisitos, pero la más compleja porque exige estar dos años corridos con el mismo empleador y si pierdes el trabajo, pierdes la visa. Y para los extranjeros, en trabajos no calificados, es difícil mantenerse 24 meses en el mismo puesto.
Tras el inicio de la pandemia, toda las tramitaciones se hacen por Internet y las organizaciones han reportado caídas prolongadas del sitio.