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Paulina Veloso Muñoz, convencional RN por el distrito 21:

"Está claro que dentro de la Convención nuestro sector tiene dos almas que son muy distintas"

La representante de Lota, su comuna de origen, y las provincias de Arauco y Biobío, explica cómo se expresa la relación al interior del bloque de centroderecha en el órgano constituyente y asegura que hay algunos convencionales de Vamos por Chile que son "de posturas más duras, inflexibles, y han sido ellos los que se han ido aislando".
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guido.rodriguez@diarioelsur.cl

Paulina Veloso Muñoz -33 años, licenciada en Derecho, representante del distrito 21 y militante de Renovación Nacional- recuerda que cuando ingresó a estudiar a la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) era conocida como "la ministra". La razón era que en esa época su homónima Paulina Veloso Valenzuela era titular del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.

Pero aquella anécdota no era el único "acercamiento" que la actual integrante de la Convención Constitucional tenía con el ámbito público. Fue en el año 2008 cuando junto a su familia apoyó la candidatura a alcalde de Alejandro Sáez (RN) en Lota, lo que define como un hito de su ingreso a la actividad política. "Me representó mucho, por sus planes de traer empresas y generar empleos, porque eso es lo que siempre ha marcado a nuestra comuna: la falta de fuentes laborales, la pobreza y exclusión", dice. Esa motivación llevó primero a sus padres a ingresar a la colectividad y -dos años después- tras conocer la orgánica partidaria y los valores de la colectividad, en 2010 fue ella quien decidió incorporarse. Hoy es secretaria distrital y consejera general del partido.

La decisión de presentarse como candidata a la Convención la tomó considerando especialmente el trabajo en el área social que había realizado a través de la Organización de Jóvenes Bicentenario, que integró desde 2010, y que se enfocó en apoyar la postulación de proyectos por parte de entidades vecinales en Lota y comunas de las provincias de Biobío y Arauco. También pesó en su decisión el interés de jóvenes profesionales de RN de ser representados por alguien "de la zona" en la elección. "Puse mi nombre a disposición, pero sabiendo que -como no había sido nunca candidata- si había un nombre mejor estaba disponible a apoyar como siempre lo había hecho", contó.

Con los 8.024 votos conseguidos en la elección de mayo, Paulina Veloso se convirtió en la única integrante de Vamos por Chile electa en el distrito 21 y ahora, a dos meses y medios de su asunción como convencional, evalúa el trabajo realizado y, en particular, el rol que cree que debe cumplir la centroderecha en la instancia, así como los temas que considera "ineludibles" a la hora de redactar la Carta Magna.

-¿Fue una sorpresa para usted haber sido elegida como convencional?

-Había un tremendo equipo que todavía sigue trabajando con miras a las elecciones parlamentarias. Por eso, cada vez que me preguntaban yo decía que aspiraba a ser la primera mayoría de la lista o, en su defecto, la segunda. Y eso tenía un trasfondo, que era la fuerte inyección de recursos que tenían otros candidatos, como Zunino, Perelló, y sentíamos que era difícil ganarles. Lo que no esperábamos era que no saliera nadie más de nuestro sector. Eso fue lo que nos sorprendió un poco más, aunque nunca dejamos de comprender el contexto, la realidad por la que estaba pasando el país, ese desapego de la ciudadanía con los candidatos en momentos en que las personas quieren mirarlos a los ojos para determinar si de verdad les creen. Creo que eso marcó la elección de los constituyentes; la gente no votó por quienes venían de la elite política o social, o quienes tenían una trayectoria en política, sino que por las personas y lo que ellos representaban. En mi caso, ahora siento que represento a dos territorios que son bien distintos: a la Provincia de Biobío, que es una zona muy pujante dentro de la Región y, por otro lado, Lota y la Provincia de Arauco, que siempre ha sido una zona mucho más postergada y con altas tasas de desempleo.

-¿Y cómo ha vivido, desde adentro, ser parte del bloque de centroderecha dentro de la Convención, en un periodo tan difícil para su sector?

-A ratos es complejo, por la misma dinámica interna de los 37 convencionales de Vamos por Chile, porque tenemos historias muy distintas que nos hacen tener visiones y posibles soluciones del problema muy diferentes. A veces internamente se generan divisiones y roces que no ayudan mucho en la coordinación. Está claro que dentro de la Convención nuestro sector tiene dos almas que son muy distintas. Pero uno no puede quedar absorto de la realidad y -por ejemplo- decir que lo que está ocurriendo (desde el denominado "estallido" de octubre de 2019) solo se debe al manejo político de un sector. Esto obedece a una realidad que estaba latente en la ciudadanía y desconocer eso es lo que nos divide dentro de nuestro sector. Hay algunos convencionales de Vamos por Chile que son de posturas más duras, inflexibles y han sido ellos los que se han ido aislando en las posiciones que han tomado.

-¿Cómo se han manifestado los conflictos, en concreto, en las decisiones que se han ido tomando entre los convencionales de Vamos por Chile?

-Por ejemplo, al principio con el tema de la presidencia y vicepresidencia, algunos de nosotros pensábamos que quien nos fuera a representar tenía que ser mujer, de regiones, pero finalmente se nos impone el nombre de Harry (Jürgensen, convencional RN del distrito 25). Y nosotros votamos en bloque por él en la primera votación, para dar un gesto de unidad de nuestro sector, pero eso no quería decir que lo íbamos a seguir haciendo hasta el final. Entonces, cuando en la segunda votación yo y otros dos convencionales quisimos votar por Patricia Politzer (Independientes no Neutrales) como señal de que estábamos dispuestos a conversar y generar consensos, ahí ya se generó una discordia. De hecho algunos nos llamaron traidores y un sinfín de cosas más.

-¿A qué cree que obedece que su posición sea diferente a la de otros miembros del bloque?

-Hay que entender el contexto en el que estamos en la Convención. Yo dentro de la política partidaria soy bien dura y tengo posiciones un poco más inflexibles, porque soy dirigente también. Pero en la Convención el rol es distinto. Se trata de generar una propuesta de Carta Magna que nos represente a todos. Y ahí nosotros -y hablo en particular de RN y nuestros colegas de Evópoli- hemos decidido trabajar una propuesta de nueva Constitución no solos, sino generando alianzas, tendiendo puentes con quienes coincidamos en ciertas materias. Obviamente, esto lo conversamos con los colegas de la UDI, pero también con otros, como por ejemplo de la Lista del Apruebo, donde están Felipe Harboe, Luis Barceló, Andrés Cruz, o de Independientes No Neutrales, como Javier Fuchslocher, que es de mi distrito. Creemos que hay que estar dispuestos a dialogar y eso lo hacemos porque no queremos ser irrelevantes en este proceso, sino que incidir y que nuestras propuestas sean consideradas. Pero si nos atrincheramos y nos quedamos en ese sector donde muchos constituyentes de la UDI se sienten más cómodos, vamos a ser intrascendentes y la verdad es que esta Carta Magna no va a representar a todos los chilenos.

-Ya que ha nombrado a algunos de ellos, ¿cómo ha sido el acercamiento con los otros constituyentes que representan a la Región? ¿Ve puntos en común que pudieran reforzarse?

-Le planteé al gobernador regional desde que salió electo la importancia que nos reuniéramos, porque hay materias que nos atañen a todos, donde no creo que vayamos a tener miradas distintas por ser de un sector u otro. Por eso, la reciente reunión que tuvimos con el gobernador Rodrigo Díaz fue muy agradable, generamos algunos acuerdos y le dijimos que era importante tener también una instancia con los alcaldes, porque fui parte de la Comisión de Participación Popular y Equidad Territorial y el que este proceso se viva también en Tirúa, Alto Biobío y Contulmo es algo sumamente importante. Ahora, de manera personal, tengo muy buena relación con las personas que nombré y, de hecho, con Luis Barceló estuvimos en una de las duplas para las vicepresidencias ampliadas. La verdad es que no tengo problemas en conversar con los constituyentes de los distintos sectores y analizar qué es lo mejor para la ciudadanía.

SU HISTORIA

Paulina Veloso es la mayor de cuatro hermanos y es hija de un pescador artesanal que debió dejar la actividad por razones de salud, mientras que su madre combinaba el cuidado de sus hijos con la atención de un almacén que tenían en su casa. "Nos tuvimos que ir de la población en que vivíamos, porque no estaba muy bueno el ambiente especialmente por el tema de las drogas, que irrumpió fuerte", comentó.

Hoy, sus padres tienen una ferretería en un sector lotino "y seguimos viviendo acá, porque acá están nuestras raíces, nuestra familia, toda nuestra historia".

Cursó su enseñanza básica en el Colegio Adventista de Lota y la enseñanza media en el Liceo Comercial Femenino de Concepción. Luego ingresó a Derecho en la UCSC, pero tras quedar embarazada de su primera hija (es madre de dos niñas) se cambió a la Universidad de Las Américas (Udla), de la cual egresó en 2017.

-Considerando su historia personal y la visión de sociedad que expresa, ¿no se siente algo incómoda en el grupo que representa mayoritariamente a la centroderecha en la Convención?

-La verdad es que yo represento a lo que se conoce como la derecha social, en donde encontramos a muchos jóvenes profesionales que no son de sectores acomodados, sino que de clase media y media baja. Entonces, a ratos cuando escucho algunas intervenciones, la verdad es que no me representan y siento que expresan un desapego con la realidad, con lo que vive la ciudadanía. No es que me sienta incómoda dentro de mi sector, pero sí creo que hay algunos que tienen que darse cuenta de lo que ocurre en las poblaciones, en los sectores populares, que es también de donde yo vengo. Entonces, hay una diferencia entre esta derecha social y la de la elite, que viene de cuna por decirlo de alguna manera, y a la que le falta calle.

-¿Cuáles son, a su juicio, las materias centrales que aspira a defender cuando se comiencen a discutir los contenidos de la Constitución?

-Hay varias materias claves. Lo primero es la descentralización, que para todos los que somos de regiones -y más aun de las provincias más relegadas- es un tema importante. También está el tema valórico: para mí es fundamental que la familia sea el núcleo fundamental de la sociedad. Yo soy madre y -por consiguiente- que los padres tengan el derecho preferente de educar a los hijos es una materia que voy a defender dentro de la nueva Carta Magna. Y todo aquello que es rescatable dentro de la actual Constitución: nuestras libertades, derechos, la libertad de emprender, que es fundamental para que las familias puedan salir adelante, más allá de quienes son trabajadores dependientes. Y otra cosa que la ciudadanía me ha comentado bastante en las reuniones en que he estado es el tema de la corrupción. Si bien la Carta Magna no es el Código Civil, sí establece las directrices de los demás cuerpos normativos y dejar establecida una norma en que se sancione de verdad la corrupción nos va a permitir que la política se vaya limpiando.


"No veo con malos ojos la plurinacionalidad"

-En el último tiempo hemos sido testigos del recrudecimiento de los hechos de violencia en la Provincia de Arauco y La Araucanía, vinculados a distintos delitos, entre ellos los atentados asociados a reivindicaciones territoriales de grupos que se identifican con la denominada "causa mapuche". ¿Cómo puede una nueva Constitución contribuir a avanzar en la búsqueda de soluciones a este conflicto?

-Creo que un componente para enfrentar el tema sí puede estar en la nueva Carta Magna y dice relación con el reconocimiento de las distintas naciones que existen dentro de nuestro país. Pero el tema de la inseguridad en la Provincia de Arauco también obedece a lo relegado que ha estado este territorio. Allá las obras de infraestructura, viales, son muy escasas. Y eso también fomenta que estos pequeños grupos, terroristas y muchas veces también ligados al tema del tráfico, irrumpan con fuerza en una zona en que el Estado y sus órganos no están presentes. Han dejado abandonada a estas personas. Hace dos semanas estuve en Tirúa y la verdad es que lo que ocurre para ellos es muy triste. Porque llega un punto donde dicen: "Nosotros también somos chilenos" y hoy nadie los está reconociendo como tales. Entonces, se genera también un problema de soberanía y esto se puede solucionar de cierta forma con el reconocimiento de las distintas naciones, de la plurinacionalidad. Yo eso no lo veo con malos ojos, pero sí tenemos que ir definiendo los alcances del término, qué es lo que implica, porque es algo sumamente importante y que nos puede ayudar a abrir el diálogo.

-Ya que usted visita y transita habitualmente por la provincia, ¿cómo se vive la sensación de inseguridad en el día a día, en lo cotidiano?

-Es una sensación de temor absoluto. Yo llego al límite del cruce Peleco, donde termina el Cañete urbano y se deslinda hacia Contulmo y Tirúa. Y la verdad es que yo lo que hago es pedirle a Dios que me cuide en el trayecto, porque quiero volver a casa y ver a mi hija. Entonces es una sensación de inseguridad y que no sabes si vas a poder volver a destino. Esto ha ido avanzando en las comunas, por lo que creo que el Estado y los órganos que lo componen tienen que tomar cartas en el asunto. No creo que militarizar la zona sea la solución el problema, pero resguardar a los ciudadanos que viven en este territorio es algo que hoy no se está haciendo.

-¿Hay terrorismo hoy en Arauco ?

-Sí, porque todos estos actos se realizan con la intención de infundir terror en la ciudadanía y esa es la definición que existe de terrorismo. Entonces, cuando los ataques se hacen con artefactos incendiarios yo también tengo mis aprensiones de por qué no se han tipificado de esa forma. Porque se realizan con un fin, que es arrancar resoluciones de la autoridad, para que liberen a alguien o que se hagan determinados cambios. Y en esto todas las autoridades no han estado a la altura para defender el derecho a vivir en paz de los ciudadanos del territorio.