Por Nicolás Álvarez Arrau
Al 31 de agosto la ejecución de los recursos de libre disposición de la Región del Biobío llegaba solo a 36,8%, un porcentaje muy menor si se compara con los niveles de años previos, en donde a la misma fecha ya se había rendido más de la mitad de los dineros entregados. Desde distintos sectores políticos se ha puesto sobre la mesa una serie de argumentos para explicar el paupérrimo escenario: problemas de los municipios para iniciar proyectos, el alza del valor de los materiales de construcción producto de la emergencia sanitaria y económica, y la propia gestión de la anterior administración que lideró el ex intendente y actual delegado presidencial, Patricio Kuhn.
Justamente, esta última explicación es recogida por el Gobierno Regional. Según Rodrigo Sandoval, jefe de la División de Presupuesto e Inversión, "aquí lo que existió fue una negligencia grave, porque estamos hablando de jefaturas que no dieron las instrucciones, de procesos que no se empujaron, de carteras que no se promovieron y trabajo que no se hizo. Aquí hay abandono de los deberes funcionarios en materia de ejecución del gasto que, a mi modo de ver, tiene el carácter de notable".
Por lo mismo, Sandoval reconoce que pese a las acciones que se puedan implementar en los próximos meses y que el desafío es acercarse lo más posible al 100%, llegar a ese punto "es algo muy difícil".
El hecho de gastar un porcentaje menor de recursos implica que el nivel central disponga menos dineros para 2022, lo que ya ha sido advertido por parlamentarios de la zona, quienes piensan que el panorama "tendrá un costo para la Región". Esa situación, sin embargo, podría verse aplacada en cierto grado a raíz de las conversaciones alcanzadas con el Ministerio de Hacienda y en las que se ha planteado el contexto que envuelve a las autoridades regionales que acaban de asumir sus cargos.
El Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que asignó Hacienda a Biobío para 2021 alcanza los $86 mil millones. La esperanza local es que para la próxima discusión del erario se fijen alrededor de $120 mil millones.
CONSEJEROS
Para tratar de revertir los malos números, Rodrigo Sandoval explica que se levantó una estrategia dirigida a acelerar la cartera que se encontraba en ejecución, es decir, se contactaron a municipalidades y servicios que desarrollan las iniciativas para ver si están en condiciones de apresurar sus estados de pago. En la misma línea, se incrementó, por ejemplo, la cantidad de recursos destinados al fondo de innovación y competencia, "con el objeto de aumentar el gasto, pero a la par con la competitividad que tiene Biobío".
A través de estas medidas se estima que hacia fin de mes se comience a notar un impacto más positivo, según dice Sandoval.
En función de lo anterior, consejeros regionales de diferentes sectores políticos comentan sus expectativas. Cristian Gengnagel (UDI), quien también preside la comisión de Presupuesto del órgano colegiado, reconoce que no es factible hacer una estimación concreta, aunque enfatiza que aventurar un escenario optimista sobre el 85% es muy complicado, "ya que quedan tres meses para que finalice el año y no sabemos aún cómo viene la mano o cuál será la cantidad de convenios que saldrán".
Su par comunista Tania Concha advierte que será clave llevar adelante junto al Consejo Regional una revisión urgente de las propuestas que cumplen los requisitos técnicos y económicos para ser financiados y puestos en marcha, de tal forma de dar prioridad. Agrega que sería efectivo también otorgar énfasis a la compra de vehículos de emergencia.
"Siempre veo la vida con optimismo, pero estamos en septiembre y con el 36,8% de ejecución presupuestaria. Será bastante complejo avanzar (…) Proyecto que podríamos conseguir, finalmente, casi el 80%, pero más allá es utopía", lamentó Concha.
Pese a las complejidades y a diferencia de sus compañeros, la consejera PPD Alicia Yáñez se mostró muy confiada con lo que pueda lograr el nuevo equipo del Gobierno Regional. A su juicio, de alcanzar todas las metas trazadas en este corto período es viable, incluso, superar el 90% de ejecución.
Desde su perspectiva, eso sí, hay que volcar los esfuerzos hacia planes que impliquen inversiones importantes "y que sean hitos para la Región". Dentro de este grupo, explica, asoma el alcantarillado para el sector de San Rafael, en Tomé, la inversión en materia de agua potable rural, o las propuestas dirigidas a bomberos.