Decomiso de armas
La delincuencia se ve potenciada por la gran cantidad de armas que están en manos de antisociales y, sobre todo, de bandas de narcotraficantes, que disponen de armamento de alto calibre para utilizarlo con el fin de resguardar la distribución y venta de drogas.
El director nacional de Orden y Seguridad de Carabineros, general inspector Esteban Díaz Urbina, ha dado a conocer que en lo que va del presente año la institución ha realizado 5.321 detenciones con incautación de armas de fuego y blancas, la mayoría de ellas en poder de adultos, pero también de niños y adolescentes. Los operativos han permitido el decomiso de armamento preferentemente en Antofagasta, Santiago, Valparaíso, La Serena e Iquique, mientras que los aprehendidos tienen en promedio dos detenciones, aunque cinco de ellos acumulan más de un centenar de aprehensiones en su carrera delictual.
El narcotráfico es el campo delictivo más relacionado con el uso de este poder de fuego. Resulta alarmante ver cómo en las redadas realizadas por las policías, se decomisan pistolas y revólveres hasta a menores de edad, lo que indica que pese a los operativos que se realizan y a la destrucción de material, queda mucho más en circulación o que así como salen, se van reponiendo. Ya no son extraños los casos de balaceras entre traficantes en las poblaciones, que pugnan por el control de los barrios, sino que también los asesinatos y "ajustes de cuentas" de miembros de bandas rivales. En ocasiones, han caído víctimas inocentes, incluso niños, como resultado de las "balas locas".
Carabineros y la PDI incautan con frecuencia armas de fuego y municiones en sus operativos policiales, y a la vez recogen el material que la ciudadanía opta por entregar en forma voluntaria. El proceso de entrega voluntaria se realiza en cualquier unidad policial, donde la persona puede identificarse, si lo desea, o bien puede mantener el anonimato. Se levanta un acta y luego esta arma y las respectivas municiones se envían al depósito en Santiago para su destrucción, controlada por la Dirección General de Movilización Nacional, y la Comisión de Material de Guerra de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
Autoridades señalan que han aumentado los procedimientos policiales ligados al desbaratamiento de bandas criminales y, adicionalmente, se ha incautado el material que había sido utilizado por delincuentes para cometer delitos violentos, y que se funde y recicla. Sin embargo, se calcula extraoficialmente que unas 230 mil armas legalmente inscritas en el país no tienen paradero conocido, porque han sido declaradas por sus dueños como robadas, extraviadas o están inscritas a nombre de personas ya fallecidas. Con cierta regularidad se realizan campañas para que las personas que mantengan armas inscritas o no, o que hayan sido heredadas, las entreguen, para no exponerse a penas por no tenerlas regularizadas. No hay que olvidar también que en casos de robos, éstas pueden pasar a manos de los delincuentes. Según cifras del Ministerio del Interior, en Chile existen 700 mil armas en manos de privados y 800 mil operadas por el Estado. Se estima que en la Región del Biobío, hay 80 mil armas de fuego inscritas, de las cuales el 44% está en la provincia de Concepción. Sin embargo, no se sabe con certeza cuántas no están inscritas.
Una encuesta desarrollada este año por el centro de estudios Espacio Público y la empresa encuestadora Ipsos, reveló que el 53% de los consultados cree que la delincuencia es el problema más urgente que enfrenta el país, incluso superando al desempleo y las dificultades de acceso a la salud. Por una parte, se aprecia una mayor violencia en los delitos, y por otra, la participación de menores de edad, que son utilizados por personas mayores, pues saben que son inimputables o tendrán bajas penas, amparados en leyes que los protegen. Se entiende la preocupación que existe entre los habitantes, por la extremada violencia en las acciones delictuales, que muchas veces tiene que ver con el tráfico de drogas y el poder de fuego.
El narcotráfico es el campo delictivo más relacionado con el uso de este poder de fuego. Resulta alarmante ver cómo en las redadas realizadas por las policías, se decomisan armas a jóvenes y hasta a niños, lo que indica que pese a los operativos que se realizan, queda mucho más en circulación.