Recuperación de la economía
La crisis económica global que se derivó de la pandemia de covid-19 ha golpeado a nuestro país, cuyo aparato productivo está muy orientado a las exportaciones. La emergencia sanitaria, que cumplirá un año y medio, representó una nueva dimensión, pues las medidas para contener el virus generaron un choque por el lado de la oferta, es decir, de la producción de las empresas y los servicios. Sin embargo, a medida que el plan de vacunación ha avanzado y las empresas retoman sus actividades, la economía también comienza a repuntar.
El Banco Central ha dado a conocer que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio creció 20,1% en comparación con igual mes del año anterior. Todos los componentes del indicador crecieron, destacando los servicios y el comercio. Este histórico crecimiento de la economía se explica también por la menor base de comparación de junio del año anterior, cuando el país enfrentaba el período más crítico de la pandemia, que había llevado al cierre de actividades en empresas y comercios, debido a las cuarentenas.
El año pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había señalado que la emergencia en todo el planeta hundiría a las economías en su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, por la contracción de las actividades productivas. Las perspectivas eran inciertas y predominaban los riesgos de que la situación sanitaria empeorara con una segunda ola de contagios a inicios de 2021, lo que retrasaría la reactivación. Sin embargo, no ocurrió así y la economía chilena da muestras de una importante reactivación. Esto ha significado que paulatinamente se han elevado las proyecciones de crecimiento para Chile. Hace unos meses, el Fondo Monetario Internacional estimaba que la economía nacional crecería este año alrededor de 4,5% y luego corrigió la cifra a 5,8%, justificando dicha mejora en el "ambicioso programa de vacunación que lleva a cabo", de acuerdo con lo que comprobó una misión del organismo que vino a Chile, lo que le permitiría normalizar las actividades productivas más pronto que otras naciones. El informe de los expertos valoró como "apropiada" la política fiscal que lleva el Gobierno, ya que "el paquete de estímulo fiscal plurianual de 2020 ha contribuido eficazmente a contrarrestar los efectos de la crisis".
Un informe del Banco Central de Chile ha señalado que la recuperación de la actividad ha sorprendido positivamente, reflejando el fuerte impulso macroeconómico y la mejor adaptación de la economía a las restricciones sanitarias. El consumo privado ha aumentado con fuerza, alimentado por los retiros de ahorros previsionales y las masivas transferencias fiscales de bonos y beneficios. A ello se agregan las reformas aprobadas, con lo que la expansión fiscal será significativamente superior a la prevista. La suma del mejor desempeño reciente y el aumento del impulso al gasto, en un contexto de condiciones externas más favorables, llevan a un importante aumento del crecimiento proyectado para este año.
El año pasado Chile perdió alrededor de un millón 800 mil empleos, pero en el presente período ha habido una recuperación paulatina de esos puestos, e incluso algunos gremios han dado a conocer las dificultades que tienen para encontrar trabajadores.
El instituto emisor ha dicho que en lo que va del 2021, la economía chilena ha tenido un desempeño mejor al previsto, y que el impacto de las cuarentenas en la actividad fue notoriamente menor que lo anticipado. De hecho, aunque la actividad retrocedió durante marzo y abril, el efecto del aumento de las restricciones sanitarias fue alrededor de una quinta parte de lo observado al comienzo de la pandemia. A este resultado han contribuido varios factores: la mayor adaptación de las empresas a las exigencias del distanciamiento social; el apoyo de las favorables condiciones financieras; los ajustes al plan Paso a Paso; y el impulso a la demanda de las políticas públicas, lo que permite mirar con mayor optimismo el futuro y la necesaria reactivación de la economía.
El consumo privado ha aumentado con fuerza, alimentado por los retiros de ahorros previsionales y las masivas transferencias fiscales de bonos y beneficios. A ello se agrega que la expansión fiscal será este año significativamente superior a la prevista.