Secciones

  • Portada
  • Opinión
  • Actualidad
  • Nacional
  • Economía y empresas
  • Tendencias
  • Deportes
  • Clasificados
  • Defunciones
  • Página del lector
  • Espectáculos
A los 73 años todavía lo acompañaba el click de su cámara

Fallecimiento de Alipio Ortega deja un gran vacío en la fotografía periodística

Fotógrafo y periodista destacó profesionalmente en medios locales y como corresponsal en la ciudad que lo vio nacer el 1 de mayo de 1948. En más de 40 años de carrera destacó por su calidad gráfica como también humana.
E-mail Compartir

Por Sebastián Grant Del Río

"Qué frágil es la vida, y qué frágiles somos. Hace 72 horas estuvimos juntos, conversando, riéndonos y recordando tantos reporteos y aventuras periodísticas (junto a un grupo de colegas), y ahora…"

Sonnia Mendoza, con más de 40 años de experiencia periodística, se emociona al nombrar a su amigo de grandes jornadas, Alipio Ortega, quien falleció sorpresivamente en la madrugada de ayer, a los 73 años, de un paro cardiaco.

"Nunca estuvo enfermo, pero fumaba", acota la también académica de la carrera de Periodismo en la Ucsc, sin ánimo de concluir nada, menos razones, simplemente, para graficar las "sorpresas" del destino.

La partida del reconocido reportero gráfico y periodista titulado de la UdeC, ya en la década de los 90, como parte del grupo de profesionales, con carreras truncadas en 1973, y que tuvieron la oportunidad de terminar; no dejó indiferente a nadie, destacando especialmente su calidad humana y profesional.

"Con Alipio trabajamos tantos años juntos. Estuvo en varios medios (corresponsal) Diario El Sur, Crónica, La Nación, La Tercera, hasta que lo contrató El Mercurio, en los 80. Después nos juntamos en las Ultimas Noticias, alrededor de 10 años, entre 1989 y 1999", señala Mendoza, quien fue compañera de curso en Periodismo, desde 1970 hasta el cierre de la carrera, al inicio de la dictadura (estuvo preso en la Isla Quiriquina).

Uno de los proyectos que los volvió a unir profesionalmente fue "Periodismos y periodistas antes del click: 32 visiones", iniciativa de Sonnia Mendoza, que se ganó como propuesta académica en el área de Extensión de la Ucsc.

La señalada cantidad de entrevistas a reporteros que trabajaron entre los años 70 y 90 fueron registradas por Alipio Ortega. Sin querer se convirtió en su último gran aporte profesional, pues el libro fue presentado el 8 de julio pasado, en forma remota.

"Armé un equipo con exalumnos y Alipio tomó las fotografías", ilustra la periodista, sobre esta iniciativa en dos partes: maqueta en enero de 2020 y la presentación un año y medio después.

-¿Cómo recordará al amigo?

-Era un gallo sin igual, auténtico, cariñoso, generoso y leal. Nunca le escuché referirse mal de nadie. Un hombre conciliador amante de su familia, sus hijas y nietos.

-¿Y profesionalmente?

-Como fotógrafo, y con esto no quiero desmerecer a nadie actualmente, en aquellos años uno tenía que ir, porque no había otra posibilidad de fotos si no ibas. Nunca nos importaron las horas en el reporteo, sino el resultado.

GENEROSIDAD SIEMPRE

La primera persona con la que Carlos Acuña compartió profesionalmente como reportero gráfico fue Ortega. De eso han pasado 20 años, y hoy a los 45, recuerda ese momento en forma muy viva.

"Fue al primero que conocí en mi primera salida a terreno, un partido de fútbol del Deportes Concepción. Conversamos y enganchamos altiro", señala Acuña, apuntando que "Alipio fue una escuela para muchos de nosotros".

"Se dio una complicidad, también de mentoría, porque todo lo que soy (profesionalmente) fue gracias al apoyo y sus consejos", confesó con emoción, quien sostiene que con su muerte, de alguna manera, "parte el reportero gráfico romántico con su cámara en ristre. Donde fuera que pasara algo él iba a estar. Además, fue la persona más generosa, en todo sentido, que he conocido".

Sus palabras coinciden con las de Felipe González, reportero gráfico corresponsal de El Mercurio. Destacó la calidad humana de Ortega, quien lo acogió a su llegada a Concepción en 2009. "Muy generoso, también con sus conocimientos y consejos. Nos ayudaba y siempre estuvo ahí para quien lo necesitara", destacó el fotógrafo.

Publicación de la editorial Taschen

Libro muestra a Frida Kahlo "en toda su complejidad"

El volumen muestra cómo la pintora aprendió de su padre las bases para crear sus personales cuadros.
E-mail Compartir

Un análisis detallado de todas sus obras, una selección de fotografías, páginas de su diario, dibujos y cartas, todo eso está en el volumen que la prestigiosa editorial Taschen dedica a Frida Kahlo, con el cual busca mostrar el trabajo de la pintora mexicana "en toda su complejidad y atractiva seducción".

Editada por el historiador de arte Luis Martín Lozano y dirigida por Benedikt Taschen, esta monografía incluye 152 pinturas, algunas pertenecientes a colecciones privadas de difícil acceso y reproduce obras que no se exponen desde hace más de 80 años.

Porque la obra de Kahlo (1907-1954) ha resurgido con fuerza en los últimos años, con un interés centrado en su vida, su casa, su relación con Diego Rivera o su feminismo, pero no tanto en todas sus pinturas, que van más allá de los cuadros más conocidos.

La artista se ha convertido en "un baluarte de libertad, de elección de la condición femenina, sobre todo en lo referente a la sexualidad", señala el nuevo texto, y sus pinturas se han estudiado desde el punto de vista sociológico y psicológico.

Por eso el volumen de Taschen se plantea como una recuperación del análisis de su obra, de todas y cada una de las pinturas que existen de Kahlo, partiendo del catálogo publicado en 1988 (Prignitz-Poda/Grimberg/Kettenman), pero ampliado a todos los cuadros que realizó entre 1924 y 1954, y de los que se tiene absoluta certeza de la autoría, incluidos los destruidos o en paradero desconocido.

En el desarrollo del libro resurgieron, además, los títulos originales de las obras, porque Kahlo utilizó el nombre "Autorretrato" o "Naturaleza" para varios de sus cuadros, a los que posteriormente se añadieron adjetivos para diferenciarlos.

"BELLEZA MUTILADA"

También se utilizaron las entrevistas realizadas por Raquel Tibol -especialista en el muralismo mexicano -a Frida Kahlo en 1953. La escritora argentina supo de la obra de la pintora mexicana por Rivera, quien le habló de "la belleza mutilada" de sus pinturas.

Tibol se propuso redactar una biografía de Kahlo, a la que encontró ya muy enferma. Las conversaciones que mantuvieron le permitieron publicar "Fragmentos para una vida de Frida Kahlo", que son la base para conocer la familia, la infancia y la juventud de la artista.

Esta época fue reflejada en el volumen con las numerosas fotografías de Frida cuando era niña, tomadas por su padre, Guillermo Kahlo, un alemán emigrado a México, fotógrafo oficial de la administración del país por Porfirio Díaz, y con quien la joven aprendió las bases de la iluminación, composición y color, aunque como pintora fue autodidacta.

El volumen está igualmente salpicado con imágenes de Ciudad de México, la portada del diario "La prensa" en la que aparece el matrimonio de Kahlo y Rivera en 1929, o cuadros de artistas como Leonardo Da Vinci, Tiziano Vecellio, Sofonisba Aguissola, Julio Romero de Torres y Otto Dix, en los que ella se fijaba para componer los suyos.

Bocetos, imágenes en su estudio, dibujos arrancados de cuadernos, estudios de movimientos, noticias de sucesos que le sirvieron de inspiración y muchas fotografías con su marido son curiosidades incluidas en el libro.

DIARIO DE VIDA

Un "mundo excepcional que Frida creó para sí misma" y que quedó reflejado en su diario, lleno de anécdotas, de cartas -algunas publicadas por primera vez en esta monografía-, de poesías y dibujos o de frases rotundas como cuando habla de ella y de Rivera, como en el "Retrato de Diego": "Quiero en tal forma a Diego que no puedo ser 'espectadora' de su vida, sino parte, por lo que -quizá- exageraré lo positivo de su personalidad única tratando lo que, aún remotamente, puede herirlo", señala la artista al inicio del texto.

Rodaje de "El señor de los anillos" deja Nueva Zelanda y se va a Reino Unido

E-mail Compartir

Amazon anunció ayer el traslado del rodaje de la segunda temporada de la serie "El señor de los anillos" de Nueva Zelanda, donde continúan los trabajos de producción de la primera, a Reino Unido.

La decisión se basó en la estrategia de la firma para expandir y consolidar sus producciones en tierras británicas, donde comenzará la grabación a principios de 2022.

Según datos oficiales, la producción daba trabajo a más de 1.200 personas en Nueva Zelanda, por lo cual la decisión tomó por sorpresa al Gobierno.