Sala cuna de Liceo Lorenzo Arenas facilita vuelta a la presencialidad a las alumnas madres
Director del establecimiento y estudiantes reconocen que se trata de una ayuda para terminar sus estudios. Desde su inicio, el 2013, el 100% de la adolescentes que tienen hijos lograron terminar sus estudios.
"Estudiar con una guagua de un año es súper complicado, porque estoy pendiente de ella y no de las clases, si le pasa algo. Y ahora, venir a clases presenciales, tener a mi hijo al lado y poder verlo cuando quiera, me ayuda mucho a los estudios, si no tuviera esta facilidad no podría terminar mis estudios". Priscila Pradenas es estudiante de tercero medio del Liceo Polivalente Lorenzo Arenas de Concepción, quien retornó a clases presenciales el 19 de mayo y utiliza la sala cuna del recinto para dejar a su hijo.
El funcionamiento de la guardería infantil ha sido un respaldo para que las estudiantes de este recinto educacional puedan completar con sus estudios de enseñanza media y desde su implementación el año 2013, el 100% de las alumnas que son madres egresan de cuarto medio, sin deserción.
La sala cuna está enmarcada en el programa PEC (Para que Estudie Contigo) de Junji que permitió abrir la guardería al interior del establecimiento educacional. Y si bien, este programa también funciona en el Liceo Martínez de Rozas, sólo el de Lorenzo Arenas está recibiendo párvulos y ha permitido que las adolescentes retomen sus clases presenciales.
CONTINUIDAD DE ESTUDIOS
El director del Liceo, Pedro Sanhueza, contó que la guardería funciona como un recinto independiente, que en un principio dependía de la Dirección de Administración Municipal (DAEM) de Concepción y actualmente del Servicio Local de Educación Andalién Sur, y Sandra Aguilera es su directora desde entonces. Al ser un establecimiento independiente, también está abierto a la comunidad, pero con las alumnas tienen preferencia.
"Nuestros alumnos tienen una caracterización socioeconómica media-baja, con un índice de vulnerabilidad que bordea el 85%, muchas veces vienen de familias disfuncionales y ahí el liceo cumple un doble rol, no sólo educarlos, sino que también contenerlos. Y la presencia de la sala cuna Lorenzo Arenas es un aliciente para las jóvenes que se embarazan, para que puedan continuar sus estudios. Es un lugar seguro donde dejar a sus hijos", sentenció el director del liceo.
De esta forma, la sala cuna también se transforma en un atractivo para que nuevas alumnas que ya son madres se matriculen en el establecimiento. "Se ha convertido en un plus, este año tenemos dos chicas que se matricularon en tercero medio y la sala cuna fue lo que efectivamente las motivó a venir acá, porque son mamás", precisó Sanhueza.
Carolina Arredondo tiene 19 años, cursa cuarto año medio, tiene una hija de dos años y contó que "mi hija es muy apegada a mí y ha sido muy importante el tenerla cerca, poderla ver en los recreos y la relación con las educadoras de párvulos es buena. Yo decidí volver a las clases presenciales porque es mucho más práctico para la concentración".
La alumna Priscila Pradenas agregó que "yo tenía miedo de quedar estancada, de no poder seguir mis estudios, porque sin esta sala cuna no tendría con quién dejar a mi hijo, todo iba a ser más complicado para seguir estudiando. Acá las tías se ven buena onda y eso ayuda a estar más tranquila y rendir en mis estudios, ellas avisan cualquier cosa y si le pasa algo, yo estoy aquí",
Al tratarse de un liceo polivalente, el Lorenzo Arenas tiene la educación científico-humanista y la técnica profesional con dos carreras: atención de párvulos y administración de recursos humanos. Para la primera, contar con la sala cuna al interior del establecimiento, es útil a la hora de tener un acercamiento a su ámbito laboral.
"Las alumnas tienen un contacto directo con la sala cuna y así vivencian cómo es trabajar, tienen más experiencia y tienen módulos, van adquiriendo conceptos, competencias y habilidades con la práctica", puntualizó el director.
Esto se ve reflejado, particularmente, en este periodo en que los estudiantes se encuentran con clases presenciales optativas y retomar sus prácticas. La directora de la sala cuna precisó al respecto que "ellos tienen preferencia para hacer sus prácticas acá".
CERCANÍA
La directora de la sala cuna Lorenzo Arenas, Sandra Aguilera, precisó que cuentan con una capacidad de 20 alumnos y reciben niños desde los 3 a los 24 meses. "La prioridad la tienen los hijos de los alumnos del Liceo, pero estamos abierto a la comunidad. Entregamos educación gratuita, con una jornada de 8 a 16.30 horas y se incluye desayuno, almuerzo y once", aseveró.
Actualmente está en un periodo de adaptación, donde los niños van por turnos para que vayan conociendo el entorno y el protocolo sanitario entregado por el Ministerio de Salud y el de Educación. Pero los hijos de las alumnas del Liceo Lorenzo Arenas no tienen turnos, sino que su estadía depende de las clases de las adolescentes, quienes tienen un horario especial para poder amamantar.
"Hay una flexibilidad con los hijos de las alumnas, apoyamos la lactancia materna y, por eso, se da la posibilidad de que ella puedan amamantar a sus hijos y estudiar tranquilas", agregó Aguilera.