Por Redacción

Aunque el proceso de diálogo entre el Gobierno y el Parlamento recién se inicia, el martes parlamentarios de oposición ya fijaron un piso en la definición de nuevos beneficios sociales en el contexto de pandemia.

Rechazando la idea de avanzar sólo en la ampliación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) al 100% de las familias en el Registro Social de Hogares (RSH), una de las medidas planteadas por La Moneda para la agenda de "mínimos comunes", y planteando como contrapropuesta una reforma que camine a una renta básica universal, los legisladores recordaron además que existe "desconfianza" hacia el Ejecutivo.

Ayer miércoles Juan José Ossa, ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), se refirió a esta primera recepción en la oposición, llamando a privilegiar el avance de esta "agenda de mínimos comunes" por sobre otras ideas paralelas.

"Desordena un poco la conversación", admitió Ossa, quien aclaró que si bien no quiere inmiscuirse "en el legítimo derecho que tienen todos los sectores para hacer las cosas como mejor les parezcan", sí consideró poco "razonable que esta renta básica universal de emergencia "se haga mediante reformas constitucionales, porque volvemos a la discusión que lamentablemente nos ha ocupado el último año en esta materia".

"Preferimos que no haya iniciativas paralelas, yo creo que no ordena la conversación, desordena un poco el naipe, pero desde luego los parlamentarios son soberanos de decidir si se suben o no se suben a estas conversaciones, aunque también hay que tener presente que las políticas públicas tienen que presentarse y ser fomentadas siguiendo las reglas del juego", apuntó.

En tanto, el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio pidió no excluirse de un acuerdo, aunque advirtió que quienes lo hagan "tendrán que decirle después a la ciudadanía por qué no quisieron dialogar". El ministro de la Segegob además agradeció a quienes han acogido la invitación a consensuar propuestas. "Están en la disposición de dejar el radicalismo de lado y poner por delante las necesidades y bien común de las personas", añadió.

SIN "MIRADA ELECTORAL"

Por su parte, la presidenta del Senado, Yasna Provoste, volvió a pedir cautela y convocó a participar en el avance de una agenda de mínimos comunes para ir en ayuda de la población durante la pandemia. "En este diálogo hay espacios para todos quienes quieran contribuir. No le asignamos ninguna cuota de dramatismo al que nosotros seamos capaces de tener opiniones distintas", afirmó en radio Pauta, reiterando que no hay "mirada electoral" en el empuje que ha hecho de un acuerdo entre La Moneda y el Congreso, y del que ya se han retirado fuerzas políticas como el Frente Amplio.

Según la senadora, "hay algunos que buscan elementos para restarse porque no les interesa un diálogo verdadero con las organizaciones y esperarían que sus proyectos sean los que se presenten". Reiteró además que la contrapropuesta de la oposición debe construirse con la ciudadanía.

AFP PAGAN TERCER RETIRO

Previo al plazo comprometido, entre ayer y hoy cuatro AFP comenzaron el pago a parte de sus usuarios que solicitaron el tercer retiro del 10% de sus fondos. Las administradoras UNO, Provida, Cuprum y Modelo fueron las primeras en concretar pagos a los clientes.

En el mismo ámbito, y en una presentación ante la Comisión de Hacienda el Senado, el Banco Central destacó que gracias a las medidas que adoptó y a la estrategia de liquidación de las AFP, los sucesivos retiros de fondos tuvieron menores impactos en los mercados financieros, aunque advirtió que con el tercer proceso sí podría augurarse menor liquidez de las administradoras, lo que conllevará una mayor venta de activos locales.

AVANZA BONO PARA LOS "SALDO CERO"

Sin reintegro -mediante aumento de la cotización previsional, como se había propuesto-, sin depósito directo (sino a través de las cuentas de AFP) y con el Gobierno presentando una indicación para incorporar como beneficiarios a personas sin "saldo cero", pero con bajas cotizaciones después de los retiros, avanzó este miércoles el proyecto del bono de 200 mil pesos para quienes no tienen fondos en sus cuentas de capitalización individual, en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados. El subsecretario de Hacienda, Alejandro Weber, explicó que con la moción incorporada desde el Ejecutivo "estamos incorporando cerca de 660 mil personas que nunca estuvieron con saldo cero en sus cuentas como consecuencia del retiro 1 y 2, y que podrían haber tenido, por ejemplo, en forma permanente 50 mil, 60 mil u 80 mil pesos. Con esta incorporación lo que estamos haciendo es un complemento para poder llegar a los 200 mil pesos totales".

Cada vez que tiene oportunidad, Hugo Carrasco Provoste (69) menciona lo agradecido que está del rubro de suplementero que desarrolla hace más de cuatro décadas, porque gracias a él pudo criar a sus cinco hijos y hoy le ayuda en una tarea similar con una nieta de 5 años. "Para mí también es un orgullo, porque siento que al vender diarios estoy prestando un servicio a la comunidad", agrega el temuquense de origen.

Hace alrededor de 35 años atiende un quiosco en la esquina de Lincoyán con Freire, en Concepción, pero eso no significa que él se quedara sentado esperando la llegada de clientes, puesto a que todos los días salía por las calles de Concepción a "gritar" el diario, en recorridos que lo llevaban desde el centro penquista hasta el Hospital Regional. "Por eso tengo la voz media áspera. Eso se hacía antes, pero ya no se ve", cuenta.

Si bien, hoy muchas personas se informan ocupando herramientas electrónicas o virtuales como Internet, Carrasco opina que no todos tienen acceso a esos medios, por lo que su labor se mantiene como algo importante. "Mucha gente todavía compra el diario. Yo soy del siglo pasado, a mí me cuesta meterme en la computación", reconoce.

Pese a todos los riesgos asociados a la pandemia por covid-19, Hugo Carrasco asegura que no ha dejado de trabajar ningún día, ya sea atendiendo en su quiosco o repartiendo diarios a algunos fieles clientes que mantiene en la actualidad. ¿Por qué lo hace? La respuesta es sencilla de parte del suplementero. "Salgo a trabajar porque lo necesito. El quiosco es mi sustento. Soy diabético y tengo que pagar las deudas, recibo una pensión básica solidaria que alcanza para algunas cosas, pero no tengo otras entradas", explica.

Sostiene que la reducción de ventas es notoria y solo se aprecia un cambio en los periodos en que se levanta la cuarentena, pero la disminución en las ventas en general es importante.

-¿Cómo fue para usted afrontar la pandemia y qué hace hoy para seguir?

-La baja en las ventas partió con el estallido social, ahí comenzó todo. Había mucho desorden y teníamos que cerrar temprano. Empezamos a mermar, pero no se notó tanto. Cuando llegó la pandemia nos fuimos para abajo. Por ejemplo, por decirle un número, antes se vendía al día $80 mil y se bajó a $19 mil, más o menos, y es lo que le pasó a la mayoría de mis colegas. Hay quioscos que cerraron y no abrieron más. Pero mi necesidad me hizo salir a la calle a enfrentar la pandemia, siempre bien protegido. Cuando ha estado fuerte la cosa, no vendía nada. Hacía mi reparto y cerraba a las 12 del día. Abro a las 8 y media de la mañana y antes de la pandemia me quedaba hasta las 9 de la noche. Después de la pandemia comenzamos a cerrar a las 2 de la tarde, después alargamos a las 3 de la tarde y ahora cerramos a las 5 de la tarde.

Nailon cubriendo el quiosco, mascarillas, guantes y todas las medidas recomendadas por la autoridad sanitaria son aplicadas por Hugo Carrasco para evitar contagios, tanto para él como para su familia, en particular su esposa, Ángela Ulloa García, quien es, según el suplementero, un regalo que le dio la vida.

Pese a todos los cuidados, reconoce que sale con miedo de su casa todas las mañanas, así que cada día "me encomiendo a Dios, él conoce nuestras debilidades y nuestro corazón", manifiesta.

Carrasco cuenta que ha sido relevante la ayuda que el Sindicato de Suplementeros le ha brindado en este periodo a él y a sus colegas, a través de la entrega de elementos sanitarios y de protección para evitar contagios. También hace una mención especial al municipio penquista, el cual, en dos ocasiones, ha entregado cajas de alimentos muy valoradas durante la época de pandemia, según afirma Carrasco.

Pero la emergencia sanitaria no es el único momento complejo que le ha tocado vivir a Hugo Carrasco. Recuerda en particular el terremoto de 2010 y el incendio posterior que afectó a una multitienda que se ubicaba a escasos metros de su quiosco. Con una de sus hijas se mantuvo en el lugar para proteger su propiedad. "He pasado por tantas cosas, hace muchos años tuve una tabaquería al interior de un supermercado que se quemó, si pudiera podría escribir un best seller", concluye.