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El Hospital de Curanilahue habilitó primeras camas en junio del año pasado

La Unidad de Cuidados Intensivos que se levantó desde cero en medio de una pandemia

Sólo una pequeña UTI con cuatro plazas. Esa era la infraestructura que tenía toda la Provincia de Arauco cuando comenzó la emergencia sanitaria por el covid-19 en marzo del 2020. Todos los pacientes complejos eran estabilizados en dicha unidad y luego trasladados a centros cercanos como Concepción, Talcahuano y Los Ángeles. Actualmente son 69 los funcionarios de la Unidad de Paciente Crítico, que ya cuenta con 10 camas UCI y otras 10 UTI. Un equipo que ha tenido que capacitarse en la práctica sobre ventilación mecánica invasiva y otros cuidados, pero que agradece la experiencia y la oportunidad de poder ser un aporte a la postergada Provincia de Arauco.
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Por Lesly Zurita Arriagada lesly.zurita@diarioelsur.cl

Hace un año, el Hospital doctor Rafael Avaria Valenzuela de Curanilahue, en la Provincia de Arauco, no tenía ni una sola cama de cuidados intensivos que pudiera atender pacientes con ventilación mecánica invasiva. Sólo había cuatro camas UTI (Unidad de Tratamiento Intermedio) y un equipo de 11 personas que realizaban turnos para el cuidado de esos pacientes. Esto significaba que la zona no contaba con hospital de alta complejidad ni ninguna cama UCI: todos los pacientes de gravedad debían ser trasladados a otro centro asistencial, siendo el más cercano el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción.

Nueve meses después, el recinto hospitalario cuenta con 10 camas UCI y otras 10 UTI y un total de 69 funcionarios de distintos estamentos como enfermeros, kinesiólogos, fonoaudiólogos, TENS y auxiliares de servicio. Y gracias a la reestructuración interna del espacio, cuentan con tres salas en que están distribuidas las camas de cuidados intensivos.

Alfredo Díaz, enfermero coordinador de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) resume lo vivido en estos nueve meses así: "Ha sido aprender a batallar en la guerra misma".

Y es que la necesidad de habilitar más camas UCI a nivel nacional para enfrentar la pandemia del coronavirus hizo que las capacitaciones del personal fueran en la misma atención de pacientes, y con aquellos que tenían más experiencia enseñándole a los que llegaban al equipo. El balance entre los propios funcionarios es positivo: destacan la cercanía que tienen y el fiato para hacer frente a este nuevo desafío.

Sólo esperan que una vez superada la pandemia, las camas UCI sigan disponibles en el Hospital de Curanilahue, para así poder seguir atendiendo a pacientes de la provincia y no postergar una necesidad que hace años sólo quedaba en proyectos inconclusos.

PRIMER PASO: LA UTI

Alfredo Díaz tiene 37 años, es oriundo de Curanilahue y hace diez años que se desempeña en el hospital doctor Rafael Avaria Valenzuela en distintas unidades como Emergencia y Pabellón. Como tenía una beca de especialidad, a los dos años de trabajar fue enviado en comisión de estudio para la Unidad de Cuidados Intensivos, proyectándose la instalación de las primeras camas críticas.

En ese tiempo el hospital no tenía ni escáner ni unidad de diálisis y se trataba del único Servicio de Salud (el de Arauco) que no contaba con un establecimiento de alta complejidad.

El 2014, Alfredo vuelve al hospital con su postítulo de cuidados intensivos adulto, realizado en la Universidad de Concepción, "y ese fue el inicio de la implementación de las primeras camas UTI", indica.

Y añade: "Con el equipo médico de especialistas construimos la pequeña unidad UTI de cuatro camas, que eran las cuatro que tenía toda la provincia. Ahí, comenzó a desarrollarse el trabajo de manejo de pacientes crítico en la unidad intrahospitalaria. Yo estuve ahí hasta el 2016, cuando puse una pausa en mis funciones porque asumí como presidente de la Fenpruss".

Esta unidad permitía atender pacientes de medicina interna, de mediana complejidad, infartos no complicados, algunas arritmias, cuadros sépticos no graves y pacientes quirúrgicos que necesitan mayor observación, principalmente.

Claudia Flores, médico internista de 41 años llegó al Hospital de Curanilahue el año 2015 y un año después asumió la jefatura de la UTI. Reconoce que la experiencia de paciente crítico que existe es la misma formación en residencia y luego el paso por la UCI del Hospital Regional de Concepción. En Curanilahue primero atendió pacientes hospitalizados, policlínicos, interconsultas y luego empezó a hacer turnos en la UTI.

"Era una UTI pequeña y la principal diferencia con otras es que teníamos a pacientes bastantes complejos, que llegaban inestables, teníamos que empezar el manejo hasta encontrar el momento de trasladarlo. En otras UTI ingresan los pacientes estables porque la UCI la tienen al lado", puntualiza la médico internista.

Flores reconoce que desde que llegó a trabajar al Hospital de Curanilahue se sabía que se necesitaban camas UCI y para eso ya se habían presentado proyectos el año 2012 y luego el 2018. Pero quedaron en nada.

Quien llegó a trabajar a esa pequeña UTI el 2014 fue Lucas Sáez, kinesiólogo de 32 años quien recuerda a que pese a ser una unidad limitada, tenían gran movimiento de ingresos y egresos, además de ver pacientes más críticos de los que realmente toca a una unidad de ese estilo.

"Me inicié así, fueron los primeros acercamientos a una ventilación mecánica no invasiva y era hasta dónde nos tocaba llegar. Además, éramos un equipo bastante pequeño", relata el profesional.

Al mismo equipo llegó la TENS Jocelyn Figueroa, de 33 años, quien ya había pasado por la unidad de Médico Quirúrgico Mujeres, Pediatría y luego en la instalación de la UTI.

"Ahí se partió con tratamientos más intensivos, procedimientos más invasivos, cosas que no se veían en las otras unidades. Hacíamos la primera atención, lo que se podía hacer acá", precisa.

LAS PRIMERAS CAMAS

"Pensé automáticamente que iba ser un desafío. Ya teníamos conocimiento de centros más grandes que estaban aumentando el número de camas y, por ende, la derivación de pacientes ya estaba siendo más difícil. Pensé que eso iba a ser una gran responsabilidad, trabajar el doble para dar cobertura a los pacientes y, a su vez, empezar a formar a los profesionales", recuerda Lucas Sáez sobre el momento en que les informaron que iban a contar con camas UCI.

La pandemia ya había llegado al país en marzo y los dos primeros meses el Hospital de Curanilahue sólo funcionó en ese entonces con sus cuatro camas UTI. Alfredo Díaz, quien seguía en su labor dirigencial, debió volver a la UTI tras una solicitud de su jefatura y aquello se concretó en mayo del 2020.

El enfermero recuerda que en una primera instancia hubo un conflicto por los ventiladores mecánicos que había donado la empresa Arauco al recinto asistencial. "Nosotros tomamos conocimiento de esa donación, el equipo clínico también, pero resulta que los equipos los estaban entregando al Hospital Regional de Concepción por el Gobierno, pero entendíamos que esa donación era para nuestra Provincia", recordó.

Luego de la presión pública, la acción fue revertida y gracias a esos ventiladores pudieron abrir sus primeras seis camas UCI en junio del 2020.

Para Claudia Flores, jefa de la Unidad de Paciente Crítico "esto implicaba tener más protocolos, una cartera diferente de servicios, organizar turnos con

Entre el 2014 y junio de 2020 sólo se contaba con 4 camas UTI para toda la provincia. Eso daba más trabajo en la estabilización de pacientes.