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En enero la comuna ingresó a lista tentativa de sitios de la Unesco

Lota coloca sus esperanzas en el turismo patrimonial

El subsecretario de Patrimonio, Emilio de la Cerda, dice que si bien se está trabajando para que la comuna se convierta en el séptimo sitio patrimonial de Chile, el objetivo es generar un plan maestro que permita administrar los vestigios del pasado minero, como el sector de Chambeque, el Chiflón del Diablo y Chivilingo. La comunidad espera que el turismo dé el impulso económico que el territorio requiere para recuperar parte del esplendor que tuvo con el auge del carbón, en el 1800.
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Por Alma Canales Silva / alma.canales@diarioelsur.cl

Lota tiene un dolor grande, vinculado al cierre de Enacar, en 1997. El fin de la Empresa Nacional del Carbón selló un declive sostenido de la comuna que, en algún momento, fue pionera en Chile.

La ciudad, a mediados del 1800, fue la primera en contar con una central hidroeléctrica en el país y con tren eléctrico. Fue un polo de desarrollo a través de la industria del carbón y el sistema de galerías de las minas, bajo el nivel del mar, único en Latinoamérica. El panorama actual tiene a la zona con un 20% de su población bajo la línea de la pobreza -el promedio de la Región es de 16,17%- y es la comuna que registra la mayor fuga de habitantes.

Yeniffer Fuentealba, dirigenta lotina, dice que los vecinos aún no se reponen del cambio que tuvo el territorio cuando se acabó la extracción de carbón y menos del fallido plan de reconversión.

En parte, este dolor podrá aliviarse si Lota es declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, cree Yeniffer. Esto no sólo permitirá recuperar su condición especial.

En enero de este año la Unesco ingresó a la comuna a la lista tentativa de Chile, que integran una veintena de sitios. La presentación considera tres sectores, vinculados al pasado industrial: el Chiflón del Diablo, Chambeque y Chivilingo. Se suma el parque Isidora Cousiño. El sector de Lota Alto está considerado como zona de amortiguación, así que no está incluido en la declaratoria, pero sí está considerado como relevante.

Varia instituciones públicas están detrás de este anhelo. El Ministerio de las Culturas, Corfo, el Gobierno Regional, Subdere, Vivienda, Obras Públicas, el municipio lotino. Todos ellos, al igual que los vecinos y distintas agrupaciones vinculadas al tema cultural, saben que relevar el patrimonio ayudará no sólo a levantar el ánimo. También es un oportunidad de generar, a través del turismo patrimonial, un nuevo desarrollo económico que permita a la comuna mejorar sus indicadores.

Proceso

Si se logra, Lota sería el séptimo lugar de Chile en alcanzar esta condición. Ya lo tienen el barrio histórico de Valparaíso, las iglesias de Chiloé, la ciudad minera de Sewell, el camino del Inca (Qhapaq Ñan), el Parque Nacional Rapa Nui y las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura.

El subsecretario de Patrimonio, Emilio de la Cerda, menciona que la excomuna minera es el último sitio ingresado por Chile a la lista tentativa. La idea, afirma, se venía gestando hace años y después del terremoto y tsunami de 2010 se produjeron hitos más concretos, como la declaratoria ampliada del sector de Chambeque, donde está la mina, y Lota Alto. Luego vino la recuperación de distintas edificaciones, como los pabellones, el teatro, el observatorio meteorológico y el invernadero del parque. Todo esto coronó en 2019 con la creación del Plan Lota, hacia un sitio de patrimonio mundial.

El documento enviado a Unesco fue elaborado por profesionales del Ministerio de las Culturas, de la Subsecretaría de Patrimonio y de las universidad de Concepción y del Biobío. Se basó en dos de los seis criterios considerados por el organismo internacional: el intercambio humano que se generó en la ciudad y el ejemplo de construcción tecnológica.

"La importancia de Lota está en el sistema de galerías submarinas que llegaban incluso a conectarse con las galerías de Coronel. También lo que significó el tráfico de carbón como ruta comercial, y el desarrollo de una comunidad distintiva de este enclave en representación de la cultura minera, con manifestaciones desde el sindicalismo temprano del siglo XIX a las prácticas comunitarias, desde los lavaderos, los hornos y parte de la gastronomía, como la carbonada y el pan minero", detalla.

Cuenta que en Bélgica, en la región de Valonia, hay cuatro sitios mineros de carbón, contemporáneos a Lota y que son parte del patrimonio mundial. Esos antecedentes fueron incorporados en el expediente. También se incluyó que en Chile ya hay dos enclaves de extracción minera muy importantes, como Humberstone y Santa Laura, ligados al salitre, y Sewel, donde se extraía el cobre. Con Lota se sumaría la industria del carbón.

"El horizonte es ser declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero no es lo único, porque pretende esto ser un camino que permita, en esa trayectoria, construir una figura de administración del sitio distinta, un plan maestro que aglutine distintas miradas y proponer una estrategia de desarrollo local por la vía de un desarrollo sostenible que recupere las estructuras, que reconozca las existencias patrimoniales, materiales e inmateriales. Nos interesa tanto el camino como la meta", explica.

De la Cerda indica que identificaron que en algunos de los sitios que ya cuentan con la declaratoria no se trabajó en un plan maestro que abordara una figura adecuada de administración y un plan de gestión para mantener y enriquecer esos sitios, lo que ha derivado en una mantención deficiente. Por eso optaron por trabajar esta estrategia en paralelo en el caso de Lota.

Siguientes pasos

La postulación de Lota debe pasar al menos un año en la lista tentativa antes de avanzar en la declaratoria, pero eso no implica que Chile vaya a presentar la documentación en enero de 2022, aclara el subsecretario De la Cerda.

Él cree que el próximo gobierno tendrá la tarea de presentar el informe a la Unesco. Ellos sentarán las bases, añade.

La autoridad afirma que estos procesos son largos porque requieren de mucha documentación. Para graficarlo, menciona que la declaratoria de Qhapaq Ñam demoró 10 años. Eso sí, destaca que en el caso de Lota ha habido un trabajo muy de la mano de la comunidad, lo que ha permitido avanzar con más celeridad.

Mientras se trabaja en la elaboración del documento que profundiza el expediente ingresado en enero, se avanza en tres flancos: la ejecución de obras para conservar las estructuras patrimoniales más dañadas, un plan de difusión y generación de redes y la elaboración del plan maestro.

Carolina Tapia, seremi de las Culturas, detalla que ya se reforzaron los cimientos de la casa Jacarandá, ubicada en el parque Isidora Cousiño, y se está trabajando en el diseño para recuperar la estructura.

También están avanzando en el cierre perimetral del dique Carlos y la estación Chivilingo, así como se están revisando los archivos de Enacar, los que serán clasificados y luego trasladados a un nuevo edificio, con las condiciones adecuadas para su preservación. Están evaluando dónde podría ubicarse el nuevo inmueble.

En estos documentos, dice la seremi, está contenida mucha información de los trabajadores del carbón, sus funciones, las dinámicas que se generaron. Por eso son relevantes, reafirma.

Sobre el plan maestro, indica que están reuniendo los antecedentes para presentarlos al Ministerio de Desarrollo Social, a fin de obtener la resolución favorable que les permita postular a fondos. Eso debería quedar zanjado este primer semestre.

Es este documento el que permitirá darle sostenibilidad en el tiempo a la propuesta de poner en valor el patrimonio lotino.

En el municipio de Lota también se están preparando. Hedson Díaz, administrador municipal y actualmente alcalde subrogante, cuenta que están capacitando al personal, sobre todo al de la Dirección de Obras, en temas de patrimonio. Son ellos quienes trabajan con la conservación de la infraestructura, pues están a cargo de los permisos y las revisiones de las construcciones.

Impacto

Yeniffer Fuentealba es la presidenta de la Asociación Ciudadana de Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota, además de presidenta subrogante de la Mesa de Patrimonio. Nacida y criada en la comuna, en su juventud tuvo que emigrar, pero volvió el año 2000. Aunque no estuvo cuando se cerró Enacar, dice que la comunidad nunca logró habituarse a esta nueva realidad, pues la identidad de Lota estaba intrínsecamente ligada a la industria del carbón.

"La declaratoria nos ayudaría con el dolor, a sacarnos del estancamiento. Enacar era el centro, todo giraba en torno a ella. Fue difícil que lo quitaran, era la identidad de la ciudad", menciona.

Dice que es muy importante trabajar en la parte comunicacional, que los lotinos interioricen que viven en un lugar relevante para el país y el mundo y que eso hay que cuidarlo. La tarea es difícil, afirma, pues el 80% de los niños lotinos nunca ha visitado el parque o la mina El Chiflón del Diablo. "Los chicos no tienen idea lo que es ser minero, no vieron a la gente cómo llevaba el carbón, las dinámicas", plantea.

Cree que ese empoderamiento les permitirá generar un turismo patrimonial que beneficie a gran parte de la comunidad: "Pensamos en un turismo comunitario y sustentable. Por ejemplo, la gente que vive en los pabellones puede arrendar espacios para que los turistas se queden y vivan la experiencia del minero. También se puede hacer algo parecido con el pan amasado".

También considera que hay que capacitar a toda la comunidad, para que puedan atender bien a los turistas.

Parte de este trabajo se está haciendo a nivel municipal. El alcalde (s) Hedson Díaz detalla que la Dirección de Educación incorporó en sus planes de estudio el tema patrimonial. Incluso, la escuela Santa María de Guadalupe cuenta con un sello de rescate patrimonial, informa.

Al igual que Fuentealba, Díaz también ve una oportunidad en la declaratoria: "Esto puede dar la posibilidad a los pequeños empresarios para que puedan surgir y dejar atrás las malas cifras".

Si todos siguen trabajando de forma tan unida, como destaca el subsecretario de Patrimonio, Emilio de la Cerda, se avanzará más rápido tanto en el plan maestro como en el documento que se presentará a la Unesco.

Y, cuando esto se logré, se podrá cumplir el anhelo de Yeniffer Fuentealba: "No tenemos industrias y Lota se ha transformado en una comuna dormitorio. Con esto tendremos algo para dejarle a las nuevas generaciones".