
"Los bonos sirven para la primera etapa. Ahora se necesita incentivar la inversión"
Henry Rodríguez, presidente del Círculo de Gestión de Personas de Irade, mencionó que con la pandemia salió a la luz un tema cultural vinculado al cumplimiento de las instrucciones: "El comportamiento de las curvas de contagio refleja que se hace difícil sostener en el tiempo el cumplimiento de los protocolos en planta porque la gente se cansa y se termina relajando. Esto debimos haberlo manejado como cualquier proceso de gestión de cambio".
Añadió que los sectores más complicados han sido los rubros turísticos y gastronómicos.
-¿La pandemia ha evidenciado una nueva forma de relacionarse con los trabajadores?
-Aquí hay un aprendizaje para aprovechar cada momento que tienes en las conexiones. Antes veías a la gente en el pasillo, tomabas café, ibas a almorzar con tu equipo, tenías más oportunidades de interacción. Hoy es mucho menor porque estás obligado a agendar conversaciones en una plataforma para tratar temas específicos. Perdiste la posibilidad de generar interacciones no formales para hablar sobre la familia, por ejemplo.
En las empresas que tienen el sistema mixto, con trabajadores en planta y en teletrabajo, hay un tema comunicacional que manejar, porque se empezó a crear una mala percepción de que quienes están en este sistema poco menos que están de vacaciones, cuando ocupan más horas. Entonces hay que dar buenos mensajes a la gente que está en planta y hacer contención a los que están en teletrabajo.
-¿Qué pasa con el teletrabajo?
-Hay un tremendo desafío, porque las realidades de todos los que se fueron a trabajar en la casa es algo que no teníamos en el panorama. No sabíamos la condición individual de cada uno de los trabajadores, tanto lo que tiene que ver con los aspectos regulados, como si tiene escritorio o dónde trabaja, como con la situación familiar, porque la pandemia y el teletrabajo vinieron a cambiar la estructura de la dinámica familiar en los hogares. Eso requiere de nuevas competencias, estilos de liderazgo distintos a los que estábamos acostumbrados.
-¿Cuál es la evaluación de los instrumentos del gobierno?
-Son una muy buena iniciativa. Lo que pasa es que las necesidades son muchas y los recursos son limitados. El gobierno ha hecho el máximo que le permiten las arcas fiscales sin dañar a otros sectores de la economía para poder ayudar. Este subsidio de protección al empleo era clave para las empresas que no podían seguir trabajando y fue una ayuda para los trabajadores. Lo que pasa es que se pensó para un periodo, pero llevamos 15 meses y no hay bolsillo que aguante esta cantidad de tiempo.
-¿Cree que hay algo que modificar?
-Echamos de menos iniciativas que hagan circular la economía, ciertas regulaciones, favorecer rubros de mercado, propiciar incentivos a la inversión que permita a las pymes ponerse en funcionamiento, eso va a generar más consumo, va a llamar la inversión. Los bonos sirven para la primera etapa, pero a estas alturas lo que hace falta son iniciativas que favorezcan la inversión.
-¿Cuáles son los desafíos que deben abordarse cuando pase la pandemia?
-El teletrabajo llegó para quedarse, así que hay que ver lo bueno, sacar lo malo y crear un buen modelo de gestión de personas que puedan aportar desde el teletrabajo. Lo más probable es que muchas empresas tengan modalidad combinada.
"Hay que buscar un nuevo modelo donde los trabajadores sean parte de la solución"
Eloy Silva, presidente provincial de la CUT, aseguró que la pandemia mostró que el modelo económico actual está obsoleto y que se requiere hacer ajustes para mejorar las condiciones de los trabajadores. En lo mediato, dijo que se necesitan tres cosas: un bono universal de 500 mil pesos, congelar los productos esenciales e incluir a los trabajadores en las decisiones que se adopten para reimpulsar la economía.
"La pandemia se quedó y va a durar muchos años. Eso significa tener mucho cuidado con la salud mental de los trabajadores para poder volver a recuperar su fuente de trabajo", añadió.
-¿Qué cosas cree que evidenció la pandemia?
-Está en contradicción vital el capital de trabajo. Lo primero que debe haber es un sueldo digno, una regularización de la dignidad del trabajo, una línea de seguridad laboral que permita que el trabajador se sienta conforme para recuperar a Chile.
-¿Hay algún sector que ha visto más complicado?
-La gente que trabaja en salud. Es la primera línea que ha soportado el embate de la pandemia. También el empleo informal. Muchos hablan de la clase media, que ha quedado en la vulnerabilidad, pero creo que Chile está en una crisis porque se ve que hay más ricos y más pobres y esa es una pobreza marginal, que si no hubiese ollas comunes, solidaridad de los vecinos, esto sería mucho más.
-¿Y qué pasa con el gobierno?
-El gobierno plantea bonos, pero debe haber una triada de comunidad-Estado-empresas para hacer en conjunto el ejercicio de mejorar las expectativas de vida. Ahora uno no ve expectativas de futuro.
-¿Cómo califica la reacción de las empresas?
-El teletrabajo llegó para quedarse, pero también tiene que tener la regularización necesaria. La gran base trabajadora chilena que hoy está respondiendo en las calles con las cacerolas y la quema de neumáticos lo hace porque este es un problema de mucho tiempo, que no hay reconocimiento de las bases.
-¿Cuál es la percepción que tienen de los instrumentos creados por el gobierno, como la Ley de Protección al Empleo? ¿Cree que han ayudado?
-Primero que todo, el modelo está obsoleto. Segundo, las empresas responden en base a su organización. Por eso Ariztía dice que mientras reciban bonos, la gente no va a volver a trabajar. Los empresarios están ganando plata. Mientras esté esa burbuja, la mirada que tengan de la clase trabajadora va a ser parcializada.
-¿Y las empresas que son más pequeñas? También se han visto afectadas...
-Más del 80% son pymes o mini pymes y mantienen la empleabilidad, pero en la medida que avanza la pandemia están quebrando. Y cuando el Presidente plantea que donen un 1% para el sistema previsional de los trabajadores, el 88% va a tener que ver de dónde sacar esos recursos. Ahí hay una contradicción vital. Los trabajadores no están para producir más contradicciones en la sociedad. A los empresarios no les queda otra que conversar con sus trabajadores para ver cómo hacer en conjunto un trabajo para salir de esto.
-¿Cómo debería haberse abordado la pandemia?
-El gobierno decretó estado de emergencia y eso genera una situación de incertidumbre. Tenemos un Estado subsidiario y sólo responde a políticas públicas. Hay que buscar un nuevo modelo para que los trabajadores puedan ser parte de la solución y conversar sobre cómo salir de esto.
INE informa que el desempleo en Biobío aumenta 0,8% en los últimos doce meses
Los sectores con más incidencia en la baja son Comercio y Hogares como Empleadores. Actividades de Salud fue la que más aumentó.
La tasa de desocupación de la Región del Biobío del trimestre móvil enero-marzo de 2021 fue 9,4%, lo que representa un incremento de 0,8 puntos porcentuales en doce meses. Ese es el resumen del boletín de empleo regional publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE.
De acuerdo al reporte, el desempleo se explica por la contracción de la fuerza de trabajo (-9,5%) y el descenso de los ocupados (-10,3%). En tanto, los desocupados disminuyeron en 1,2% en la comparación interanual, lo que significó -808 personas menos en esta condición.
Balance
Los ocupados presentaron una caída interanual de 10,3%, equivalente a 72.010 personas menos, donde las mujeres se vieron más afectadas que los hombres (-15,6% versus 6,5%). La población fuera de la fuerza de trabajo ascendió 14,3%, al registrar 82.629 personas inactivas más.
Los sectores que más incidieron en la baja de los ocupados fueron Comercio (17,3%) y Hogares como Empleadores (51,7%). Las ramas con mayor crecimiento en doce meses fueron Actividades de Salud (12,3%) e Industria Manufacturera (7,1%).
Asalariados formales (7,6%) y Asalariados informales (24,2%) fueron las categorías que más influyeron en el descenso de los ocupados.
Según sexo, los hombres ocupados descendieron 6,5%, incidido en mayor medida, por Comercio (21,1%) y Transporte (12,7%). Asimismo, las mujeres ocupadas disminuyeron 15,6%, explicado principalmente, por Hogares como Empleadores (-50,8%) y Comercio (-13,5%).
Las categorías que presentaron crecimiento en doce meses fueron Trabajadores por cuenta propia (3,9%) y Familiar no remunerado (0,5%).
Los ocupados informales disminuyeron 12,2% en doce meses, incididos por las mujeres (-24,6%) y los hombres (0,3%). La tasa de ocupación informal se situó en 25,2%, registrando un retroceso de 0,6 puntos porcentuales, como consecuencia del descenso de los ocupados informales (12,2%) y de la contracción del total de ocupados (10,3%).