Grandes cambios en el escenario laboral
Cada 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo, para recordar que en el año 1886, alrededor de 190 mil trabajadores iniciaron en Chicago una huelga para conseguir mejores condiciones de trabajo y una jornada laboral de ocho horas. Pero en esa oportunidad, sindicalistas anarquistas fueron ejecutados por su participación.
En Chile, desde el año 1931 se recuerda cada 1 de mayo a esos mártires y se aprovecha de plantear la reivindicación de los derechos de los trabajadores y las condiciones en que desarrollan sus actividades. En esta ocasión, se hará con las condiciones especiales que requieren las medidas de protección por la pandemia de coronavirus. Hay que considerar que el mercado laboral ha tenido marcados cambios en los últimos años, y parte del empleo asalariado está siendo reemplazado por el trabajo por cuenta propia, acorde a los tiempos. Asimismo, hay una gran rotación de los trabajadores, a diferencia de lo que ocurría hace décadas, cuando los funcionarios cumplían toda una vida laboral en la misma empresa. Sin duda los cambios más relevantes han ocurrido a partir de marzo de 2020, cuando en todo el mundo se hizo necesaria la vigencia del teletrabajo, como una exigencia para evitar mayores contagios con el covid-19.
Pero desde años anteriores se vislumbraban los cambios, porque lo cierto es que las máquinas -cada vez más inteligentes- están reemplazando muchas de las labores que eran realizadas por personas, lo que hasta hace poco era inimaginable. Basta ver lo que ocurre en las cajas de pago automático en los supermercados, la autoatención en las bencineras, y cómo gran parte de las operaciones bancarias o en servicios públicos es posible realizarlas vía Internet, por computador o celular. El trabajo a distancia y no presencial que están realizando miles de empresas, debido a la emergencia sanitaria, es una prueba de estos acelerados cambios en el mercado laboral. El INE ha informado que en enero de 2021, un 17,5% de los trabajadores realizó labores a distancia y que las empresas que más lo utilizan son las de sectores de información y comunicaciones, suministro de electricidad y gas, enseñanza y actividades financieras y de seguros.
El trabajo ya no será lo que fue, por esta causa y por otras olas transformadoras que aún deberían llegar. Mucho se ha avanzado desde aquel 1 de mayo de 1886, aunque persisten deudas en algunos sectores económicos y países específicos. No obstante, los desafíos del mundo del trabajo y los trabajadores en el siglo XXI son otros y poco se habla de éstos. Los cambios exigirán mayor especialización, innovación e inteligencia, lo que obliga a tener una nueva visión de la forma en que abordamos nuestro desempeño remunerado. Tales temas no siempre están presentes en los análisis que se realizan de esta fecha, sino que los tópicos que se plantean son de carácter más bien reivindicativo. Es cierto que tener un trabajo estable es tal vez una de las mayores aspiraciones de las personas, pues de ello dependerá en buena medida su realización personal y familiar.
Se debiera dar por hecho que el mercado del trabajo ha enfrentado cambios revolucionarios en todo el mundo, no sólo en Chile, que el trabajo asalariado se va reemplazando paulatinamente por actividades por cuenta propia, y que asociado a él nace también -lamentablemente- la informalidad laboral. Esto significa que una parte importante de los trabajadores chilenos no realizan ahorros para financiar sus pensiones futuras y, por el contrario, los retiros de fondos ahorrados se están haciendo debido a las necesidades que se han impuesto con la pandemia. Estamos en presencia de una transformación de magnitud enorme, mientras la función de los gobiernos es disponer legislaciones que eviten abusos y perjuicios contra los trabajadores. Pero lo importante es prepararnos, porque la flexibilidad laboral, la educación y capacitación permanente de las personas serán vitales en este nuevo escenario.
El mercado laboral ha tenido marcados cambios en los últimos años, y el empleo asalariado está siendo reemplazado por el trabajo por cuenta propia. Hay una gran rotación de los trabajadores, a diferencia de hace décadas, cuando los funcionarios cumplían toda una vida laboral en la misma empresa.