Programa busca sacar de la calle a 15 jóvenes del Gran Concepción
La iniciativa consiste en instalar a los beneficiarios en viviendas por 18 meses, inicialmente, para que con sus necesidades básicas cubiertas puedan reinsertarse en la sociedad.
A través del Servicio Nacional de Menores, Sename, el Estado atiende a los niños y adolescentes en situación de vulneración. Sin embargo, cuando cumplen 18 años y se convierten en adultos, la oferta pública se acaba. No tienen más acceso a residencias u otras alternativas para suplir las carencias de su entorno cercano.
En los casos más extremos, la opción es la calle.
Ese es el diagnóstico hecho por el Ministerio de Desarrollo Social y en la búsqueda de fórmulas para atender esta situación, está impulsando un proyecto piloto que consiste en la habilitación de viviendas para jóvenes que hayan cumplido la mayoría de edad estando en situación de calle, en los últimos 12 meses, o que hayan tenido una permanencia habitual o esporádica en calle.
El único requisito es que manifiesten interés por ingresar a la casa.
La iniciativa está proyectada para 18 meses, los que pueden ampliarse por la misma cantidad de tiempo. Se aplicará en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y Biobío. En la zona atenderá a 15 jóvenes del Gran Concepción, quienes trabajarán con la Corporación Catim. Se proyecta que a mediados de mayo los beneficiarios ya estén instalados en sus residencias. Serán cinco en total, porque en cada una vivirán tres personas.
También participará la Universidad San Sebastián (USS), que mirará de cerca el trabajo realizado y hará un diagnóstico que dé pie a una nueva política pública.
Desarrollo Social informó que la iniciativa demandará una inversión de $135 millones.
Caracterización
El psicólogo de la Corporación Catim, Óscar Vidal, es el coordinador del programa de Casas Compartidas. Ellos tienen experiencia con personas en situación de calle y por eso son la contraparte técnica del proyecto.
Vidal advirtió que el perfil de las personas más jóvenes es muy distinto al arquetipo que hay sobre quienes no tienen vivienda: "Son jóvenes que están en redes sociales, usan smartphones, se ven como cualquier otro joven de su edad. Muchos de ellos son reactivos del sistema y pese a que tienen traumas severos de la infancia, la mayoría tiene ambiciones, quieren estudiar, trabajar, tener familia".
Para cubrir sus necesidades muchos recurren a actividades ilegales, como la venta de droga, para cubrir sus necesidades, complementó el psicólogo.
La idea de entregarles una vivienda, dijo, es que la falta de ella no sea un elemento que les impida desarrollar su vida y cumplir sus anhelos. "Es difícil que piensen en estudiar, por ejemplo, si tienen que preocuparse primero de cuidarse ellos mismos, de ver qué van a comer o dónde van a dormir", explicó Vidal.
Dentro de los objetivos trazados por Desarrollo Social está que los participantes completen un plan de preparación para la vida independiente, cuenten con ocupación laboral activa y mejoren su integración comunitaria.
Para conseguir todo esto recibirán apoyo psicológico y de terapia ocupacional, además de horas parciales de psiquiatra, supervisor clínico, apoyo administrativo y de los servicios centralizados de la corporación Catim.
Participación de la uss
Como parte de sus actividades de vinculación con el medio, la Universidad San Sebastián se contactó con la Fundación Catim. Ahí supo del proyecto sobre viviendas compartidas que se estaba trabajando y quisieron participar.
Daiana Gutiérrez, directora de Trabajo Social Advance de la Universidad San Sebastián, contó que la participación que tendrán como universidad será hacer una propuesta de metodología del programa. "Haremos un monitoreo del modelo para ver si la experiencia local adhiere a los principios del modelo internacional", acotó.
Gutiérrez indicó que el piloto se basó en experiencia internacional, principalmente en Estados Unidos y Canadá, donde se considera a la vivienda como un medio para lograr otros objetivos.
Para sumarse a la iniciativa buscaron financiamiento en la misma casa de estudios. Para ello postularon al concurso de políticas públicas Ipsuss, el que se adjudicaron en marzo de este año. Gracias a ello participarán cinco profesionales, incluida Gutiérrez.
"El proyecto se focalizará en la observación de las etapas de concepción, planificación e implementación de las fases de selección de participantes y de ingreso y de mantención en la vivienda", detalló. Agregó que "se espera generar lineamientos para la adaptación del modelo Housing First a la realidad chilena, incorporando instrumentos y estrategias que permitan gestionar y evaluar las diferentes etapas de los procesos".
Este trabajo, mencionó, durará seis meses, aunque esperan postular nuevamente a fondos que les permitan hacer una segunda etapa. El documento resultante será presentado a actores claves.
En cuanto a las expectativas, el seremi de Desarrollo Social, Alberto Moraga, planteó que "las personas en situación de calle son una de nuestras prioridades. Se ha articulado una red muy grande en la Región, por eso este programa de acompañamiento psicosocial y psicolaboral es una tremenda oportunidad de ayuda para que los jóvenes logren el tránsito a la vida independiente. No tenemos duda de que con esa metodología el objetivo se va a lograr".
La estrategia está pensada para 18 meses, los que pueden ser ampliados a otros 18 meses más. Para ello Desarrollo Social traspasará 135 millones de pesos.