Programa apuesta a regenerar cinco barrios del Gran Concepción
Iniciativa del Minvu se hace cargo de falencias en la planificación de barrios con viviendas sociales. Incluye mejoramiento de las casas y del entorno. Esto beneficiará al 7% del territorio metropolitano.
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"Esta es una compensación a 20 años de mal vivir". Eso, para Jovita Castillo, es lo que el Programa de Regeneración de Conjuntos Habitacionales de Vivienda Social del Minvu significa para el sector de Michaihue, en San Pedro de la Paz, donde ella vive.
Jovita es la presidenta del conjunto habitacional Michaihue 716. Cuenta que los 35 metros cuadrados de los departamentos donde habitan son insuficientes para albergar a las numerosas familias que viven en los 45 bloques del sector, aledaños a los denominados edificios de lata. También carecen de áreas verdes, requieren reparaciones de las calles, plazoletas y que les construyan una ciclovía.
Todo eso debería estar incluido en las obras que se van a ejecutar una vez que concluya la cuarta fase del programa, en la que se seleccionan las intervenciones. La pandemia, indica, los ha retrasado, pero esperan pronto cerrar la consulta ciudadana en la que se aprueba el plan de recuperación.
El seremi de Vivienda, Sebastián Abudoj, explica que este programa se inició en 2018. Las iniciativas más avanzadas son la de Michaihue y de Pedro del Río Zañartu en Concepción, pues fueron las primeras iniciativas seleccionadas. Luego se sumaron Los Cerros de Talcahuano, Pedro de Valdivia Bajo de Concepción y Villa Futuro de Chiguayante.
Abudoj menciona que estas intervenciones son de largo aliento y consideran hasta ocho años para la ejecución de las obras identificadas como prioritarias.
Añade que con esta intervención se atenderá al 7% de la población del Gran Concepción, o área metropolitana, que equivale a unas 60 mil personas. Abudoj proyecta la construcción de 18 mil viviendas.
Nueva planificación
El seremi de Vivienda reconoce que el programa surge porque se detectaron falencias en la creación y crecimiento de ciertos sectores: "Estamos haciéndonos cargo de sectores con muchas problemáticas además de las habitacionales, como el acceso a los servicios básicos, de electricidad, las calles, acceso a las ciudades o a sectores donde hay colegios".
Por esa razón, explica, es que se priorizaron estos cinco barrios. "Son aquellos sectores que estimamos que necesitan de manera urgente soluciones de fondo. Necesitan que el progreso llegue a esas comunidades, que en el pasado han tenido soluciones habitacionales del ministerio pero que hoy no cumplen con el estándar que deberían tener".
En ese contexto, las soluciones que surjan van desde construir o reparar viviendas hasta pavimentar calles, hacer saneamiento de servicios básicos o mejorar las áreas verdes. Esto, remarca Abudoj, se efectúa junto a los vecinos. Por ello, dice, se trata de un programa participativo.
A priori, Voltaire Alvarado cree que este tipo de iniciativas son positivas. El docente del Departamento de Geografía de la Universidad de Concepción (UdeC) y doctor en Geografía de la UC plantea que lo relevante es preocuparse tanto de lo cuantitativo como lo cualitativo.
"En dos años más podemos ir a la tabla y ver cuánto se invirtió. Siempre son buenos los números del Ministerio de Vivienda. La gracia es evaluar si generó comunidad, si las personas entendieron que debían participar del destino espacial de los entornos que habitan, no sólo en el sentido de si voy a colocar más máquinas de ejercicio o voy a agrandar el tamaño de los quinchos, sino en la iluminación del exterior y cautela que no se conviertan en basurales".
El académico explica que una de las falencias que tiene la política habitacional social en el país es que no se hace cargo de la comunidad: "Está investigado que después de la vivienda hay como un abandono y pasan varios años para que la comunidad vuelva a regenerarse y cautelar bienes comunes, como los estacionamientos, piscinas, parques. Estos programas vienen a compensar esta ausencia".
Esto es algo que ratifica Paola Barra, primera directora de la Junta de Vecinos Manuel Garretón de Pedro del Río Zañartu. "Después de la intervención que se hizo en los 90, con los edificios que se construyeron en el sector, se perdió el compartir con los vecinos. Con este proceso nos dimos cuenta que falta entrelazar las distintas organizaciones que hay en el sector", expone.
De los primeros
El polígono de Pedro del Río Zañartu aledaño al cerro Chepe fue uno de los primeros barrios postulados por la Seremi de Vivienda al programa de regeneración. Fue aceptado. El trabajo con los vecinos se inició en enero del año pasado. A la fecha ya se ha avanzado en el levantamiento de la línea base y el diagnóstico sociourbano. La etapa de aprobación del diagnóstico integrado ya está en proceso y en la última fase se definirán las intervenciones a realizar. Esto se inicia el 5 de abril y concluye en agosto, según les informaron.
La dirigenta dice que es "nacida y criada". Vio la transformación "desde que esto eran napas, cuando el sector estaba separado de Concepción, era oscuro. Después, gracias a que se construyeron los edificios de colores frente al río y ahí cambió la cara al sector".
Aún así, estima que faltan áreas verdes y mejorar las calles. "Queremos que este proyecto sea para mejorar la calidad de vida del sector, tener un entorno más agradable, que se vea bonito, más áreas verdes", plantea. Por eso, cree que entre las iniciativas que deberían ejecutarse está la generación y mantención de áreas verdes, el mejoramiento de los accesos al sector y la iluminación.
Ella indica que además el barrio tiene problemas de delincuencia, asociados a venta de droga y de robos, como lanzazos a los vehículos que transitan por la costanera. La inseguridad, afirma, afecta a los niños, que no pueden jugar hasta cierta hora, y a los vecinos que vuelven de sus trabajos muy tarde.
Según el seremi de Vivienda, Sebastián Abudoj, el programa también aborda este tipo de situaciones: "Creemos que un barrio que tiene mejores condiciones promueve una mejor calidad de vida en temas de seguridad, salud, cohesión social. Y todo eso va a ser abordado en el proceso de participación".
En fase inicial
Pedro de Valdivia Bajo es otro de los barrios tradicionales de Concepción. Al igual que Pedro del Río, presenta problemas que requieren ser abordados de forma integral, como viviendas que están inhabitables, muchas calles de tierra, pese a estar a unas cuadras del centro de Concepción. Igual hay familias que están "colgadas" a la luz y muchas carecen de alcantarillado.
Romina Bustamante, secretaria de la Junta de Vecinos El Aromo -una de las tres organizaciones vecinales que existen en el sector- menciona que el miércoles tuvieron una reunión con funcionarios de la Seremi de Vivienda. Ahí se les explicó que durante abril se instalará en el barrio la consultora a cargo de levantar la información sobre el sector, que incluye la cantidad de vecinos, la situación habitacional, el estado de las calles y las condiciones de las áreas comunes, entre otros.
"Esto es una noticia excelente porque las casas están en malas condiciones. Ese es el principal problema que tenemos, junto con las calles que no están pavimentadas, porque tenemos buena conectividad y en el sector hay hartos colegios. Además tenemos un Cesfam que fue inaugurado hace como dos años", detalla.
Una vez que se ejecuten los cambios, Romina proyecta que "Pedro de Valdivia no seguirá siendo el patio trasero de Concepción".
Sabe, eso sí, que el camino a recorrer es largo, pues están en la primera de las cuatro fases que considera el programa. Además, este proceso se iniciará en un año complejo, marcado por muchas elecciones, entre ellas las presidenciales, que pueden incluso llevar a un cambio de gobierno. Bustamante confía en que esto no influirá en el avance del programa en su sector.
Según el seremi de Vivienda, esto no ocurrirá: "El plan maestro es una garantía para los vecinos porque pasa a ser una política a largo plazo que permite a los vecinos tener la seguridad que esas obras que ellos definieron se van a financiar, independiente de las autoridades de turno que haya".
En los barrios, los dirigentes también confían en que se cumplan los compromisos y con ello mejore la calidad de vida de sus respectivos sectores.