Primera gerente de planta lechera: "Las empresas tienen que atreverse y promover a más mujeres"
A cargo de la principal fábrica exportadora de lácteos de la firma transnacional en Chile, la ejecutiva llama a que las firmas confíen en el liderazgo femenino.
Mientras aún era estudiante de Tecnología en Alimentos en la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Alejandra Pizarro ya se proyectaba en ser una buena profesional, demostrar lo que sabía, y en caso de tener hijos, que ellos se sintieran orgullosos de su madre. Hoy, a sus 46 años, puede decir que lo ha logrado a cabalidad, especialmente tras su nombramiento como gerente de la fábrica de Nestlé ubicada en la comuna de Los Ángeles, provincia del Biobío.
Su designación no solo fue un hecho importante para ella, pues es fruto del trabajo que por 21 años ha desempeñado en la transnacional de origen suizo, sino también para Nestlé ya que es la primera mujer en asumir la gerencia de una de sus plantas a nivel nacional.
Con este logro profesional y con sus dos hijas -de 14 y 5 años- mostrándose orgullosas y fans de su madre, manifestó que ese deseo que tenía de joven lo ha logrado y que ahora lo que queda es trabajar y potenciar objetivos que para ella son relevantes como el desarrollo de equipos, algo que "he venido haciendo en las distintas posiciones que he tenido", explicó, destacando entre estas la de ingeniera de procesos y gerente de Calidad, siempre en la misma empresa a la que llegó recién finalizando su carrera universitaria.
Era 1998 cuando Alejandra asumía como analista de Microbiología en la fábrica de Macul, Santiago. Ese fue el primer cargo que ocupó en la empresa, feliz de lograr llegar hasta allí. "Tenía el gran deseo de trabajar en Nestlé porque la veía como una empresa grande, con muchos trabajadores, procesos y eso me llamaba mucho la atención. Era un mundo por conocer y aprender…. y no me equivoqué", enfatizó.
Actualmente la fábrica Los Ángeles, que comenzó en 1938 fabricando solo leche condensada y manjar Nestlé y donde asumió recientemente la gerencia, es la principal planta exportadora de lácteos de Nestlé en Chile y genera cerca de 300 empleos directos para los habitantes de la zona.
Como uno de los desafíos que considera para este nuevo puesto que desempeña está el "desarrollar a más personas, especialmente a más mujeres para prepararlas y que crezcan en el área de operaciones. Quiero traspasar mi experiencia y todo lo que he vivido", destacó la gerente que se define como una mujer "común y corriente, que tiene familia, sus labores personales, pero que también finalmente puedo asumir este tremendo desafío profesional", puntualizó.
BALANCE DE GÉNERO
El hito que marca la empresa con este nombramiento la obliga reflexionar sobre un tema que considera crucial para todas las compañías, especialmente en una época con muchos cambios. "En el tema del balance de género las empresas tienen que atreverse y promover a más mujeres capacitadas en cargos directivos, importantes, en operaciones", indicó, destacando los beneficios que se ha demostrado esto significa.
"Se ha visto que equipos diversos tienen mayor rendimiento, son más empáticos y se genera más colaboración", profundizó. Enfatizó que los antiguos sesgos que no permitían a mujeres llegar a cargos directivos poco a poco se han ido derribando.
"En ese sentido, quisiera decirles a las mujeres que se atrevan a estos desafíos, porque podemos. Seguramente con una cuota de esfuerzo -nada es tan sencillo, ni gratis- pero con empuje, el querer hacer las cosas y sentir pasión por lo que uno hace, se logra", manifestó la gerente recordando el mutuo apoyo que siempre se brindaron entre sus pares, en sus años de estudios, tanto en el Liceo 1 de Santiago como su posterior carrera universitaria.
Alejandra fue enfática en que a lo largo de su vida la división de géneros no fue relevante. "Para mí el que haya ámbitos más masculinos o femeninos nunca fue un tema porque nunca me limité en lo que quería lograr", enfatizó, destacando eso sí, el rol fundamental que adquirió en su caso el apoyo familiar para alcanzar sus metas. El apoyo de su marido, sus hijas, y también el de su padre, quien la impulsó a siempre creer en ella y a cumplir sus objetivos.
"Me decía que podía ser una buena profesional y demostrar todo mi potencial en cualquier equipo de trabajo", recordó Pizarro, reiterando que para ella el trabajo en equipo es fundamental, sin importar el género de quienes lo compongan.