La silenciosa labor para detectar el covid-19
El alza en el número de exámenes, sumada al quiebre de stock de los insumos por el aumento de la demanda internacional, hicieron que los meses de junio y julio tuvieran una alta carga de estrés para el equipo. El jefe Roberto Vega, relata el aprendizaje y el fiato que se logró tras los momentos más álgidos de un trabajo realizado entre cuatro paredes. A 12 meses de iniciada la pandemia en el país, el centro local debió aumentar su equipo con 20 personas más, dedicar gran parte del laboratorio solo a la detección del Sars-Cov-2, aumentar los turnos y llegar a procesar hasta 1.700 muestras diarias.
Por Lesly Zurita Arriagada / lesly.zurita@diarioelsur.cl
A un año desde que el primer caso conocido de covid-19 llegara al país, se ha hablado de cómo las urgencias de los hospitales han cambiado sus protocolos, de la forma en que se separaron las Unidades de Pacientes Críticos (UPC), de la trazabilidad que ha encabezado la Atención de Salud Primaria y tantos otros profesionales que han debido estar focalizados en un 100% en el combate a la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, hay una labor que ha realizado de forma silenciosa durante estos 12 meses, pese a que inicialmente tuvo un gran impacto mediático: el análisis de las muestras de PCR para detectar la presencia del Sars-Cov-2 que realiza el Laboratorio Central del Hospital Regional de Concepción. Se trata del primer centro que detectó un caso positivo de covid-19 en Chile, el 3 de marzo de 2020.
Desde esa fecha, el trabajo que realizaban los 96 profesionales que labora en dicho Laboratorio cambió en 180 grados, teniendo que enfrentar extenuantes jornadas laborales para dar abasto a la gran cantidad de exámenes que debían analizar cada día, especialmente entre los meses de junio y julio que se transformaron en los más estresantes y donde recibían muestras de distintos hospitales del país, incluida la Región Metropolitana.
El bioquímico Roberto Vega, quien es el jefe del Laboratorio, confiesa que todo lo que se vino después de detectar el primer caso no fue previsto, especialmente porque las noticias que llegaban desde Europa por la pandemia jamás mencionaban la situación de los laboratorios que analizaban las muestras. Así, pese a estar preparados con la técnica de análisis y cumplir durante estos 12 meses con la detección de los positivos, el escenario bajo el que debieron trabajar los profesionales del laboratorio fue algo totalmente inesperado y complejo.
A la fecha, según Vega, se han procesado más de 260 mil muestras de hisopados nasofaríngeos, de las cuales 31 mil fueron positivos por Sars-Cov-2.
CONOCER LA TÉCNICA
En febrero del año pasado no se hablaba de PCR a secas, sino de la prueba consistente en la reacción en cadena de la polimerasa y que permitía detectar un fragmento del material genético de un patógeno. En efecto, cuenta Vega, dicha prueba no era novedad ni en Chile ni en el mundo y era utilizada -previa a la pandemia- para detectar diversos virus, principalmente respiratorios, como adenovirus o sincicial entre otros. "Tienes un abanico de virus que puedes detectar con esta técnica, además de muchas bacterias que son de difícil cultivo, también se pueden descubrir mutaciones en el material genético", dice el jefe del Laboratorio.
Agrega que "esta técnica ya estaba masificada en el mundo, pero como era la fórmula estándar para detectar el SarS-Cov-2, fue conocida a nivel mundial por gente que no tenía idea que existía. Pero está hace mucho tiempo, no es algo nuevo".
En el caso del Laboratorio Central del Hospital Regional de Concepción, aprendieron de la técnica el 2009 a raíz de la propagación de la influenza AH1N1, conocida popularmente como "gripe porcina" cuando se implementó el laboratorio de Biología Molecular como sección y que absorbió la demanda por esta gripe. "De hecho, vinieron profesionales de Estados Unidos a prepararnos con la técnica propia del AH1N1 y, entonces, el año pasado ya sabíamos cómo operar", sentencia Roberto Vega.
El bioquímico explica que "la técnica PCR es una sola. Lo que cambia un poco es la receta que tú incorporas a esa técnica, dependiendo de lo que tú quieras detectar, pero básicamente es lo mismo".
A febrero de 2020 lo que se hizo fue capacitar a los profesionales con la técnica de PCR para el covid, lo que debía pasar por la aprobación del Instituto de Salud Pública, ISP. "En la etapa inicial te transfieren los conocimientos de la técnica para que uno la implemente en el lugar de trabajo, luego de una serie de muestras que procesamos nosotros, se les envía a ellos y si hay concordancia en un 100% nos dicen ya, pueden empezar", explica el jefe del Laboratorio del Hospital Regional.
Ya habían obtenido la aprobación el 3 de marzo del 2020, cuando detectaron el primer caso positivo de covid-19 en el país.
Además, el ISP les solicitó capacitar a otros seis centros de salud en la implementación de la técnica del PCR en regiones como Valparaíso y Maule. Se suman las gestiones para dotar a los laboratorios de equipos de extracción de material genético robotizado, que permitieron disminuir los tiempos de respuesta, la Universidad de Concepción -por ejemplo- les prestó tres termocicladores que se utilizan en la fase final del análisis.
A TODA MÁQUINA
"Nosotros pensamos que la detección del primer caso iba a ser en Santiago, pero fuimos nosotros. Fue una situación nunca antes vista para el personal de nuestra unidad y luego se nos vino todo el tema mediático, entonces entrevistaron a los profesionales y se nos complicó un poco porque no estaban acostumbrados y, por supuesto, también nos sentimos orgullosos de haber detectado acá en Concepción el primer caso a nivel nacional", sentencia Roberto Vega.
Pero también hubo cautela, dice el jefe del Laboratorio, porque "sabíamos que esto era el inicio de algo más grande y que ya detectado el primer caso, se iba a masificar. Entonces, tratamos de contarle a nuestra jefatura directa y que ellos nos dieran el pase si es que necesitábamos comunicarlo a otras partes, pero eso fue manejando con cautela, porque teníamos que esperar la confirmación del ISP y una vez que pasó eso, se dio la autorización de divulgarlo a otras áreas que correspondía, pero fue con un poco de nervio, era un hecho histórico".
Con la detección del Sars-Cov-2 en una muestra obtenida en el país, específicamente en la Región del Maule, se confirmaba así la presencia del virus en Chile.
De ahí en adelante todo cambió y en unas pocas semanas pasaron de ser 96 profesionales, a abrir un área específicamente de covid-19 y a sumar otros 12 profesionales y 8 tens.
Roberto Vega revela que "si bien nosotros nos sentíamos seguros y preparados para entregar una respuesta oportuna, con la experiencia que habíamos vivido con el virus AH1N1, no logramos dimensionar la magnitud del desafío que se nos venía encima, porque la mayoría de las noticias internacionales relacionadas a la pandemia no mostraban la situación de los laboratorios que debían realizar el test PCR en aquellos países, no sabíamos si estaban sin stock, si la gente estaba estresada trabajando, no había noticias de eso".
Previo a la detección del primer caso, el Laboratorio Central recibió capacitación del ISP, entidad que debía aprobarlos como centro de análisis de PCR.