Cuando la entretención puede poner en peligro la salud pública
Para detectar y controlar la realización de fiestas, actividades religiosas, camping ilegales o carreras a la chilena, la Seremi de Salud implementó a inicios de este mes la estrategia de Fono Denuncia. A la fecha han hecho 289 fiscalizaciones vinculadas a eventos clandestinos y se han cursado 127 sumarios. Desde la Seremi, la Armada y Carabineros cuentan cómo es el trabajo.
Por Alma Canales Silva / alma.canales@diarioelsur.cl
El domingo 24 de enero sonó el teléfono en el quinto piso del edificio O'Higgins, donde tiene sus oficinas la Seremi de Salud. El operador del Fono Denuncia tomó los datos. Alguien avisó que en la ribera del Andalién se estaban realizando carreras a la chilena. Esta actividad está prohibida, pues la comuna de Concepción se encuentra en fase 1 del plan Paso a Paso, es decir, cuarentena total. Emerzon Ramírez, fiscalizador que cubre la Provincia de Concepción, estaba de turno. Con el conductor llegó al lugar a eso de las 19 horas, donde vislumbró a unas 80 personas. Al verlos aparecer, los asistentes huyeron. Aun así lograron capturar las patentes de 17 vehículos, de la veintena que allí se encontraban. Los datos fueron entregados a la Fiscalía para que inicie las investigaciones por infracción al artículo 318 del Código Penal que sanciona a quienes ponen en riesgo la seguridad pública.
Lamentablemente, dicen las autoridades, este no es un hecho aislado. Todos los días se difunde información sobre sumarios sanitarios producto de actividades clandestinas, donde se cuentan las fiestas, reuniones masivas, bautizos, actividades religiosas y deportivas masivas.
Desde inicios de mes, cuando comenzó a funcionar el Fono Denuncia del Ministerio de Salud, en la zona se han hecho 680 fiscalizaciones, de las cuales 289 responden a actividades prohibidas, es decir, el 42,5% del total. En esas inspecciones se han cursado 127 sumarios sanitarios, los que se concentran en las provincias de Concepción y de Arauco. La de Biobío no registra ni fiscalizaciones ni investigaciones producto de actividades prohibidas.
En cuanto a las investigaciones efectuadas en este periodo, el 80% está vinculada a las reuniones clandestinas,
Desde la Seremi de Salud explicaron que esta cifra corresponde a la cantidad de personas detectadas en incumplimiento, no al total de actividades.
El principal problema de estos eventos es que, al incumplir las medidas de protección, como los aforos, uso de mascarilla y distancia física, es probable que si hay alguien contagiado con covid-19, se genere un brote. Y la región lleva varias semanas con nuevos casos sobre los 400, en promedio, y con 22 comunas con cuarentena total y otras 5 en cuarentena los fines de semana, aunque dos de ellas avanzarán a transición mañana.
El seremi de Salud, Héctor Muñoz, dice que comprende el cansancio de la población. Mal que mal son 10 meses de emergencia sanitaria, restricciones y, de forma intermitente, cuarentenas y cordones sanitarios. No obstante, pide a la población hacer esfuerzos para evitar que el virus prolifere, sobre todo porque hasta el viernes 1.039 personas de la zona habían fallecido por la enfermedad.
Labor fiscalizadora
Marcelo Calvo trabajó como inspector en la municipalidad de Concepción. Sabe de fiscalizaciones. El 5 de enero se incorporó a la Seremi de Salud, donde cumple funciones como uno de los operadores del Fono Denuncia.
Primero atendía llamados de toda la Región, cuando sólo había un número habilitado, pero cuando se generaron otros para atender cada provincia, quedó a cargo de Concepción.
Actualmente hay 25 funcionarios asociados a esa estrategia, entre telefonistas, fiscalizadores y conductores. Diez de ellos atienden la provincia de Concepción, otros diez la de Biobío y cinco la de Arauco.
"Hay días de la semana en la que son muchísimos llamados, jueves, viernes y sábado. Llaman principalmente por fiestas, reuniones y aglomeración de personas en vía pública", describe.
Diariamente recibe cerca de 120 consultas, entre llamadas telefónicas y mensajes por Whatsapp, aunque aclara que no todas se traducen en fiscalizaciones. Reciben pitanzas, pero el porcentaje es muy menor al total de consultas. No obstante, hay personas que llaman para pedir otro tipo de información o tienen que derivarlas por ser de otras regiones.
Desde que empezó a trabajar en la Seremi la demanda se ha mantenido constante. Concepción y Coronel son las comunas que concentran las denuncias, al menos en su turno.
"En la central tenemos apoyo computacional, verificamos la dirección. Si concuerda se deriva al móvil más cercano al lugar para ver la situación y, si es peligroso, que lo haga a distancia y se comunica a las policías para que nos apoyen", describe.
Eso fue lo que hizo cuando recibió un llamado sobre carreras a la chilena en el sector de Escuadrón en Coronel. Fue el 17 de enero. "Se veía desde la carretera, así que la gente que pasaba por ahí empezó a llamar. Recibimos varios llamados sobre lo mismo", indica.
En el lugar había un centenar de personas, por eso la fiscalización se llevó a cabo con apoyo de Carabineros. Se cursaron seis sumarios sanitarios y seis personas fueron detenidas.
Emerzon Ramírez es quien toma la posta una vez que se establece que lo denunciado puede ser una actividad ilegal. El fonoaudiólogo trabaja como inspector de la Seremi desde el 22 de diciembre. Primero hacía turno de día, pero ahora le toca chequear lo que ocurre después de las 18 horas.
Explica que si hay pocas llamadas sale a patrullar, por si detecta alguna situación irregular, como incumplimientos de toques de queda o locales no esenciales abiertos, principalmente botillerías.
Los episodios más complejos que le ha tocado atender son dos: la carrera de caballos en la ribera del río Andalien y una fiesta en el sector de Boca Sur en San Pedro de la Paz, donde había cerca de 20 personas. "Se pidió refuerzo de Carabineros y la gente empezó a apedrear el carro cuando apareció", detalla.
Ramírez reconoce que los momentos más críticos se dan en las fiestas, entre las tres y las cuatro de la madrugada, pues como hay consumo de alcohol, hay personas que reaccionan de forma violenta. Lo vio de cerca en Talcahuano, cuando al tratar de hacer su trabajo, uno de los presentes lo escupió. El agravante aquí es que la saliva puede propagar el virus.
Normalmente cuando llegan los fiscalizadores, la fiesta se acaba. Se apaga la música, la gente se va, pero no siempre es el punto final. Mauricio Calvo dice que en varias ocasiones les ha pasado que después de enviar a los fiscalizadores al lugar los vecinos vuelven a llamar.
Su compañero, Emerzon, plantea que "hay gente muy insensible, otra que tiene desconocimiento y otra que no quiere saber".
Cambio según la época
El seremi de Salud, Héctor Muñoz reconoce que ha habido un aumento de actividades ilegales en las últimas semanas. Según la autoridad, esto responde al desgaste por pasar tanto tiempo con restricciones, la época del año y en algunos casos, a la insensibilidad respecto a las consecuencias de la enfermedad.