El presente de la violencia fue foco del debate en versión local del Congreso Futuro 2021
La tercera edición de la actividad impulsada por el Senado se realizó de manera íntegramente remota y abordó uno de los temas de mayor relevancia a nivel global: las formas en que se expresa la violencia en la sociedad, desde variadas aristas.
¿Pueden las ciencias del comportamiento y el aprendizaje de máquinas caracterizar y predecir la violencia?, fue la pregunta sobre la cual giró en gran parte la exposición del neurocientífico y director del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional de Argentina, Dr. Agustín Ibáñez, quien fue el encargado de la primera de las exposiciones centrales de la tercera edición del Congreso Futuro en la Región del Biobío, la cual se realizó ayer de manera íntegramente remota.
"Cuando uno piensa en la violencia, tiende a pensar que es una especie de reliquia del pasado, donde las sociedades eran mucho más agresivas de forma explícita. Pero la violencia es un componente cotidiano, tal y como lo han mostrado, por ejemplo, la realidad de los Estados Unidos con el ataque al Capitolio. Pero esto se amplifica mucho más con los social media, con la comunicación global rápida, eficiente y automática", explicó el neurocientífico.
Como parte de su exposición, Ibáñez expuso que es posible encontrar factores genéticos asociados a la violencia. Además, se pueden encontrar factores psicológicos como la impulsividad, pero también existen factores sociales que pueden llevar a desarrollar conductas violentas.
"En un censo nacional que hicimos en Colombia encontramos que los factores sociales adversos, particularmente en las experiencias de discriminación, de violencia o de estrés social, tienen muchísimo más impacto que cualquier otro factor en los síntomas mentales", detalló el especialista.
"Las ciencias que estudian la mente y el comportamiento junto con la ciencia de datos pueden ser muy buenas para entender, predecir e incidir en las conductas violentas. Pero también hay ciertos riesgos", aseguró el experto.
Ibáñez describió que uno de los posibles factores de preocupación sería el cambiar nuestra conducta al sentirnos constantemente observados y se cuestionó: "¿Queremos tener una moral donde, nosotros por convencimiento, queremos ser mejores personas y generar conductas lo menos violentas posible? o ¿queremos un sistema externo, como un gran hermano, que pueda controlar con altísima precisión si somos buenos o malos y suscitar cambios si se requiere?".
Otro de los factores que señaló el panelista es la probabilidad de estigmatizar a personas que tengan factores que los hacen más propensos a desarrollar violencia. Esto ya que "inmediatamente son identificados como personas que probablemente van a desarrollar violencia y eso no es necesariamente así".
LA EXCLUSIÓN
De forma complementaria, la profesora asociada de la Facultad de Educación de la U. de Concepción, Mabel Urrutia Martínez, expuso sobre el dolor social de la exclusión que -según planteó- hoy más que nunca afecta a nuestro país. "Las clases online son un claro ejemplo, tanto desde la perspectiva del alumno que no tiene los recursos para conectarse, como de la perspectiva del profesor, que no tiene alumnos conectados".
Por su parte, la académica de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, María Belén Ortega Senet, habló sobre la violencia "institucional e institucionalizada" contra los niños: "Nos cuesta verla, está muy bien invisibilizada y es por esto por lo que aprovecho de darlo más a conocer. Llevamos unos años estudiando a niños sobrevivientes de esta violencia institucionalizada y que ahora son adultos".
La académica detalló qué es la Explotación Sexual Comercial Contra Niños, Niñas y Adolescentes (ECSNNA) y señaló que "es una violencia sexual y aquí hay una transacción, un intercambio, y así lo vive la víctima. Este intercambio puede ser dinero, regalos, alcohol, drogas, pero también puede ser protección, cobijo, seguridad, afecto. Esta violencia sexual puede darse de forma física, pero también de forma virtual y a la vez de ambas formas. Esto quiere decir que esta violencia sexual se está complejizando a través de las redes, donde crece cada vez más".
CIBERCIUDADANIA
El cuarto panelista fue el académico de la Universidad del Biobío, Dr. Bruno Bivort Urrutia, quien se enfocó en el concepto de "ciberciudadanía", específicamente en los jóvenes y en la democracia en la denominada "era digital".
Expuso que, paradójicamente, en el momento en que la población tiene más acceso a tecnología y a redes de comunicación que pueden facilitar la integración y participación en la toma de decisiones del Estado sobre aspectos que afecten sus vidas, es también la época en que existe mayor desencanto con la democracia y con las instituciones públicas.
8 fueron los científicos que participaron en la jornada del Congreso Futuro en Biobío. Destacó la mayoritaria presencia local.