Dirigentes celebran apertura de terrazas en Fase 2, pero critican el centralismo de la medida
Representantes del rubro plantearon que habrá mayores certezas de cara al futuro, independiente de si se decretan cuarentenas totales.
A partir del jueves todos los restaurantes del país que se encuentren en Fase 2 del Plan Paso a Paso podrán abrir sus terrazas para comenzar a atender público. La noticia entregada ayer por la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, fue celebrada por los dirigentes gremiales del rubro gastronómico y las autoridades locales, quienes desde hace bastante tiempo solicitaban esta oportunidad al nivel central a fin de sacar adelante el crítico momento económico por el que atraviesa la mayoría de los locatarios. La idea, incluso, ya había sido deslizada recientemente por la cartera de Economía.
"Esto es una alegría muy grande, aunque un poco controlada porque hay que respetar el logro (…) Permitirá que los restaurantes o los cafés puedan trabajar al aire libre y tener actividad económica, es decir, obtener ingresos más allá de los subsidios o promover el empleo", destacó el titular regional de Economía, Mauricio Gutiérrez.
El protocolo sanitario para los recintos que funcionen en comunas en Transición indica que estos solo tendrán la posibilidad de abrir en espacios abiertos para que exista ventilación natural y con mesas cada dos metros. A ello se suma una permanencia máxima de dos horas por cada cliente.
Pese a que existe una alta probabilidad de que varias ciudades del Gran Concepción retrocedan pronto a cuarentenas totales debido al explosivo aumento de casos activos en la zona -escenario que impediría ejecutar la determinación anunciada-, los representantes del gremio destacaron el hecho de que la noticia viene, de alguna manera, a dar mayores claridades.
"Si Concepción retrocede, no habría ningún efecto, pero sí nos da la certeza de que saliendo de una hipotética Fase 1 podremos abrir, que era lo que pedíamos. Era urgente que la autoridad hiciera el gesto de abrir espacios, y eso ya está ganado", destacó Manuel Acuña, presidente de la Asociación Gremial Barrio Gastronómico Plaza Perú.
En tanto, Humberto Miguel, presidente de la Asociación de Empresas (Asem) de la Región del Biobío -organismo que reúne a cerca de 250 establecimientos gastronómicos-, sostuvo que será importante incentivar la construcción de terrazas o establecer acuerdos con los municipios para que se habiliten lugares públicos en donde sea posible desplegar más mesas, en el sentido de estar preparados. Este último aspecto será sensibilizado a través del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), según adelantó el seremi Gutiérrez.
Con la apertura se espera que las ventas alcancen un 30% de lo que se vendía en un año normal. Eso sí, parte del sector insistió en la necesidad de acortar el toque de queda de las 20 horas para recibir público hasta más entrada la noche.
CRÍTICA A CENTRALISMO
En paralelo a la alegría, también hubo malestar por el grado de centralismo que rodeó la decisión, ya que esta fue socializada en el preciso momento en que se dio a conocer que la Región Metropolitana retrocederá a Fase 2.
Según Miguel, esta última situación produce rabia, "porque si Santiago no retrocede, seguramente nosotros no podríamos abrir acá, pese a que esto se pedía hace meses. Esta es una pena y una muestra más del centralismo que existe en este país".
Al igual que su par, el representante de los emprendedores gastronómicos de Plaza Perú coincidió y enfatizó que el visto bueno del Gobierno llega un poco tarde. "Sin duda, aquí hay molestia, pues este tipo de decisiones se debe tomar en base a las características de los distintos lugares (…) Esto significará un aprendizaje para todos los rubros y hay que pensar en un futuro donde se permita tomar determinaciones con autoridades locales", puntualizó Acuña.