Atenciones a mujeres víctimas de maltratos
En 1999 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En Chile, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género ha lanzado el "Mes de la no violencia contra la mujer", junto con llamar la atención acerca del aumento que han tenido las agresiones físicas y psicológicas.
Sólo durante el primer semestre de este año, 1.932 mujeres han sido asesinadas en el mundo, lo que representa un aumento de 5% con respecto a igual período del año anterior. En Chile, a la fecha se registran 34 femicidios consumados y 120 en calidad de frustrados, de acuerdo con los informes del ministerio respectivo.
Pero además, el número de atenciones en los catorce centros y tres casas de acogida para casos extremos disponibles en la Región del Biobío, creció 324%, de acuerdo con datos de la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género. La cifra es preocupante, si se considera que en el año ha habido 3.971 episodios de violencia. Esto es consistente con el registro confidencial de casos que recibe el teléfono de ayuda 1455, con 1.771 llamados, un 190 % más que en 2019 a esta misma fecha, mientras que a nivel nacional, el WhatsApp apunta 18.400 consultas desde abril.
En períodos de cuarentena, las mujeres se ven expuestas a más episodios de violencia y los llamados a los teléfonos o redes de ayuda buscan principalmente aclarar si la situación que viven es o no violencia así como recabar información sobre procedimientos a seguir en casos determinados.
La pandemia de coronavirus ha presentado muchos desafíos, entre ellos, el aumento de la violencia intrafamiliar, cuando la convivencia dentro del hogar se ha deteriorado. Por ello, se han reforzado los canales de atención y se ha ampliado la red de apoyo a quienes son víctimas de violencia de género, ante las medidas de confinamiento que se han adoptado desde marzo a la fecha para frenar el avance del covid 19. Esto ha significado que se reforzaron los turnos en el servicio de orientación telefónica, se mantienen las citas en centros de atención a mujeres y las casas de acogida siguen abiertas para quienes estén en riesgo o bajo amenaza de muerte, al estar conviviendo de manera más estrecha con sus agresores.
Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado durante los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas, convivientes o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia y una muestra de que en algunos sectores de nuestra sociedad todavía se cree que los hombres tienen el derecho a controlar la vida de las mujeres. Los celos, la incomprensión y la violencia se conjugan en la génesis del problema, primero como una agresión sicológica, para luego dar paso a los golpes y, en situaciones extremas, terminar con una vida.
Según la legislación chilena, un femicidio es el asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente.Entre los factores de riesgo que se deben considerar para frenar a tiempo este delito, se encuentran la violencia física, la amenazas de muerte o de suicidio por parte del agresor, la presencia de armas, los episodios de celos constantes y en aumento, el abuso de alcohol y de drogas, la manifestación de la intención de terminar la relación por parte de la mujer sin concretarla, el excesivo control, los actos de dominación, la violación o sexo forzado e intentos de ahorcamiento.
Algunos de esos homicidios consumados o frustrados son cometidos por personas que tenían prohibición dispuesta por los tribunales para acercarse a la víctima. Sin embargo, esas medidas cautelarse no se cumplen a cabalidad, porque los controles policiales son más bien aleatorios. El año 2019 hubo 46 casos consumados en Chile y en lo que va del presente año se contabilizan 34 de estos homicidios. Por eso, la violencia de género debe denunciarse a tiempo, para no tener que lamentar situaciones extremas.
El número de atenciones en los centros y casas de acogida para casos extremos disponibles en la Región del Biobío, creció 324%, de acuerdo con datos de la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género. La cifra es preocupante, si se considera que en el año ha habido 3.971 episodios de violencia.