"La oportunidad de los partidos de reivindicarse es dar un papel preponderante a los independientes en la asamblea constitucional"
El diputado socialista llamó a hacer gestos que permitan alcanzar acuerdos. Le gustaría que se formara una sola lista de oposición, pero cree que eso es poco probable. También explicó por qué apoyó la acusación constitucional contra el exministro Víctor Pérez y afirmó que lo peor fue desligarse de su responsabilidad en el manejo de la seguridad.
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Jaime Tohá González tiene 82 años. Es uno de los 25 diputados que se encuentra dentro de la población de riesgo y por eso, desde mediados de marzo está encerrado en su casa. Desde ahí aprovecha la tecnología para mantener el contacto con las 11 comunas que integran el distrito 20, el que representa desde marzo de 2018, y se conecta a las sesiones de la Cámara para seguir cumpliendo con sus tareas.
El confinamiento, cuenta el legislador del Partido Socialista, tiene en pausa su decisión sobre repostularse. El próximo año, cuando tenga claridad sobre las restricciones y si hay una vacuna para el covid-19, verá si va por un nuevo periodo. De todas formas, dice que ha estado preparando a jóvenes talentos que podrán reemplazarlo.
El encierro también le ha dado el espacio que necesitaba para escribir un libro, el que estuvo moldeando durante años. Allí aborda los cambios que ha tenido Chile en los últimos 50 años y que él vivió en la primera línea, primero, como ministro de Agricultura de Salvador Allende y luego, con el retorno de la democracia, como secretario de Estado de Energía, Economía y Obras Públicas. También tiene una visión regional, pues le tocó ser intendente del Biobío en dos ocasiones.
El borrador está listo, pero le falta un final. Una de las opciones que baraja tiene que ver con la culminación del proceso constituyente que se inició el 25 de octubre, cuando casi el 80% de la población se inclinó por la elaboración de una nueva Constitución. El siguiente paso será la elección de quienes serán las 155 personas que redactarán ese documento, elección programada para el 11 de abril de 2021.
-Se está viendo ahora lo de los candidatos a la Convención Constitucional. ¿La oposición debería ir en una o dos listas?
-Abogo porque haya una sola lista. Desgraciadamente, creo que por distintas circunstancias, eso no va a ser posible. Se dan excusas que, a mi juicio, son meras formalidades. Se señala que hay distritos donde se eligen dos o tres constituyentes y que ponerse de acuerdo entre 14 movimientos políticos es inviable. Creo que si existiera la generosidad y una evaluación apropiada de esta tremenda oportunidad que tenemos, esos problemas se podrían subsanar fácilmente. Por ejemplo, donde haya dos cupos, que vayan dos independientes. Pero a estas alturas esto dejó de estar cerca de la realidad y hoy hay que abogar porque no haya más de dos listas.
-¿Y si hay más listas?
-Si pasamos a tres vamos a defraudar ese acto tan generoso de la ciudadanía que concurrió masivamente a votar con la confianza de que se van a hacer los cambios que el país requiere. Si eso ocurre porque en las cúpulas políticas no pudimos llegar a acuerdo va a ser un hecho que la historia va a recordar como una cuestión lamentable.
-¿Qué pasa con los independientes?
-Los independiente, pese a que con las normas legales y otras en discusión van a tener mayores posibilidades que en el pasado, siempre van a con a una desventaja obvia frente a los partidos. Por eso he expresado permanentemente y particularmente al interior de mi partido que tenemos que tener la generosidad y la visión política para poner a disposición de los independientes ojalá la mayoría de los cupos. En nuestra región he propuesto dos nombres, un hombre y una mujer que a mi juicio representan muy bien el sentido de cambio en una actuación responsable y que representarían muy bien el sentimiento del sector progresista, que es la mayoría de la Región.
-La UDI dice que este proceso constituyente es una estafa porque van a terminar haciéndolo los partidos políticos y la ciudadanía va a quedar al margen.
-Está el efecto de defraudar la confianza que la ciudadanía expresó con su voto el día 25. Pero esto no va de la mano con quienes creen que los partidos políticos tienen que desaparecer. Eso es fatal para un estado democrático y el futuro desarrollo del país. Los partidos tienen que ser renovados, deben recobrar su prestigio, porque sin partidos políticos la democracia no funciona, en ningún lugar del mundo. La mejor oportunidad que los partidos políticos tienen para reivindicarse es teniendo este acto de generosidad y permitir que los independientes tengan un papel preponderante en la asamblea constitucional. Esto, frente a la ciudadanía, sería darle una segunda oportunidad a los partidos políticos y saldrían fortalecidos frente a la opinión pública.
-Si no pasa, ¿cree que de verdad los partidos políticos van a terminar escribiendo la Constitución?
-Si no se abren los cupos suficientes y estos se llenan sólo con los militantes de los partidos, va a haber dos efectos. El primero es que electoralmente la gente va a manifestar poca adhesión, con pocos votos o reticencia a participar en este proceso de elección de los constituyentes, lo que puede desvanecer las esperanzas de que esto realmente signifique un reencuentro entre los chilenos, sobre la base de los cambios que el país necesita. Con esto no estoy diciendo que los militantes de los partidos no sean capaces de redactar una Constitución, sino que ese panorama, frente a la ciudadanía, sería interpretado como que este gran esfuerzo ha sido una obra de teatro. Ese es un hecho muy peligroso, estamos caminando en el borde de la cornisa si no tenemos la capacidad para entender esta situación.
-Lo más lógico sería llegar a consensos, a acuerdos, pero da la impresión que la política ahora funciona demasiado polarizada y con este clima de conflicto.
-Se ha creado en el mundo de la centroizquierda la imagen de que los grandes acuerdos que se consiguieron en el gobierno de la Nueva Mayoría fueron repudiables y poco menos que irresponsables y que son la causa de todos los males de este país. La gente juzga con la realidad de hoy los hechos del pasado.
Lo de los acuerdos vuelve a tomar una relevancia extraordinaria en dos dimensiones: primero, porque Chile va a vivir este año y el próximo situaciones muy apretadas en cuanto a la disponibilidad de recursos y con la necesidad de llegar a acuerdo en materias políticas muy sustantivas de cara al próximo proceso constitucional. No me interesa que este gobierno empeore su performance y lleguemos a tener una situación de inestabilidad. De cara a la nueva etapa que Chile va a iniciar con el proceso constitucional lo que necesitamos hoy es un Presidente y un Gobierno que puedan ejercer su labor apropiadamente y que haya un clima de paz y convivencia.
-¿Y en el proceso constitucional?
-Sin acuerdos no se va a poder avanzar. Hay gente que muy desinformadamente sueña que la nueva Constitución pueda ser una aplanadora donde prevalezcan las ideas sobre el futuro del país en una versión monocolor. Una Constitución debe expresar los conceptos de la mayoría, pero también tiene que respetar lo de las minorías, en el sentido que esta Constitución represente a todos los chilenos y no sólo a una parte de ellos.
-¿Cree que hay cosas de la actual Constitución que deben mantenerse?
-Obviamente hay definiciones de fondo respecto al respeto a la vida, la igualdad ante la ley, que son los principios originarios de muchas constituciones, el derecho a la propiedad privada es un concepto que se debe mantener. Otra cosa es la limitación del ejercicio de la propiedad privada en ciertos casos, como el tema del agua, que es fundamental. Debe tener muchas limitaciones a su uso por parte de los privados cuando haya escasez.
Acusaciones constitucionales
-Esta semana fue la votación por la acusación constitucional en contra del ministro Pérez, en la cual estuvo a favor. En la anterior, del ministro Mañalich, ud. se abstuvo. ¿Por qué ese cambio?
-La acusación constitucional es un instrumento extremo y que se tiene que usar con mucha ponderación. Primero, si el análisis jurídico establece elementos de quebrantamiento del respeto a la Constitución y las leyes, que es distinto a cometer errores o establecer una línea política con la cual uno no está de acuerdo. En el caso del ministro Mañalich, a mi juicio, el ministerio cometió muchos errores, pero errores se han cometido en todo el mundo porque nadie sabe cómo lidiar con eso, por eso creo que no había mérito. Cosa distinta sería si en las pesquisas que realiza la Fiscalía llegaran a establecer que hubo dolo en la actuación, pero eso es algo que está en curso, no está determinado y no estaba presente al momento de la votación.
-¿Y en el caso del ministro Pérez?
-Sí creo que hay mérito jurídico suficiente. Hay un tratamiento desigual ante la ley por hechos que claramente quebrantan principios legales, como el paro de camioneros, que durante una semana obstaculizaron el tráfico de prácticamente todo el país y crearon problemas severos de abastecimiento, ambulancias que no pudieron pasar con pacientes en estado crítico, se produjo desabastecimiento sobre todo en el sur de alimentos. Lo más grave es que el ministro, en su defensa, haya declarado que él no estaba a cargo del orden público durante el estado de Excepción Constitucional por catástrofe y que esa función la tenía el ministro de Defensa. Eso es inconcebible, inédito. Él trató de rectificar eso, pero es un antecedente que, para mí al menos, fue decisivo. Voté a favor por la convicción de que habían antecedentes suficientes, al margen del conocimiento y aprecio que tengo por Víctor Pérez, con el cual tuve muchos años de convivencia y relación que siempre fue muy fluida y amistosa. Pero aquí no son esos los factores que deben primar.
-Ud. mencionó que tenía muy presente durante la Unión Popular, cuando en tres años se presentaron más de 20 acusaciones constitucionales y que su objetivo era socavar al gobierno. ¿Cree que se está repitiendo eso? Porque en el último tiempo hemos visto muchas acusaciones constitucionales y comisiones investigadoras, que dejan la sensación que en realidad no pasa mucho...
-He sido muy crítico de una sobreabundancia de comisiones investigadoras. Con el perdón de mis pares, muchas veces más que realmente tener el propósito de investigar un hecho, establecer las responsabilidades, tienen su origen en dar visibilidad a las personas que las promueven y encabezan. Hay muchas comisiones investigadoras que no se justifican y que naturalmente no produjeron ningún efecto. Igual en el tema de las acusaciones constitucionales. Ha habido muchas acusaciones a ministros de la Concertación o Nueva Mayoría que no tenían ninguna base, como la de Yasna Provoste como ministra de Educación. Ahora, no son hechos comparables, porque nadie podría decir que lo que se está haciendo es para desestabilizar al Gobierno o buscar su caída. Si está en la mente de alguien, son muy pocos parlamentarios los que podrían estar en una óptica de esa naturaleza. Creo que hoy se usan más como arma de protagonismo político por parte de algunos. Pero coincido en que hay un uso excesivo de estos instrumentos.
Por su edad, Jaime Tohá es parte de la población de riesgo en caso de contraer covid-19-. Por eso, desde mediados de marzo, está confinado en su hogar. Sus actividades las hace virtualmente.