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Comprar para arrendar: Consejos para invertir en propiedades

Al momento de invertir hay que tener en cuenta distintos factores: Costo de las contribuciones, el estado del inmueble, el número de departamentos que componen el edificio, costo de los gastos comunes, entre otros.
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El mercado inmobiliario en nuestro país ofrece distintas alternativas para quienes deseen invertir en una segunda vivienda. En tiempos de pandemia, el rubro se ha modernizado y adecuado con diferentes herramientas, y según datos del último informe trimestral de Portalinmobiliario.com, ya hay claros indicios de recuperación, sobre todo al considerar la cantidad de cotizaciones desde marzo a la fecha.

De acuerdo a estudios y tendencias de los últimos años, entre las viviendas más demandadas se encuentran los departamentos de 1 y 2 dormitorios, que son adquiridos con el fin de arrendarlas a personas que viven solas, estudiantes universitarios que provienen de regiones, profesionales solteros o parejas jóvenes. Sin embargo, al igual que la compra de cualquier otro bien raíz, al elegir un inmueble como inversión se deben considerar distintos factores que inciden en la rentabilidad de esta decisión.

En primer lugar, se deben definir parámetros básicos, como el capital a invertir y la rentabilidad por año que se espera con el arrendamiento. Es necesario evaluar cuál será el presupuesto para saber si se va a requerir un crédito hipotecario y el tiempo de endeudamiento. Es importante recordar que este tipo de inversiones son a largo plazo, por lo que el retorno del dinero, probablemente, no será inmediato.

Pero como toda inversión, una compra de esta magnitud requiere un análisis especial, no general ni estandarizado. Para percibir renta a través de un arrendamiento, se deben considerar otros aspectos, como la rentabilidad neta anual que se calcula restando a los ingresos por concepto de arriendo, la inversión por la compra del inmueble, sumado además a los gastos fijos que demande la mantención y los gastos imprevistos del bien.

Del mismo modo, hay que considerar el pago de contribuciones (que es trimestral) y los arreglos menores como pinturas y baños. Por lo tanto, al elegir una propiedad destinada posteriormente al arriendo, hay que fijarse en el costo de sus contribuciones, el estado del inmueble, el número de departamentos que componen el edificio y las superficies aproximadas de estos.

Además, hay que verificar el costo de los gastos comunes, calculando un promedio general del año, ya que este puede variar, por ejemplo, en verano por el mayor costo de mantención de los jardines y en invierno por el consumo de calefacción.

Se debe averiguar también, cuál es el precio real de arriendo de una vivienda similar en el sector. Como el mercado inmobiliario es dinámico, con un gran número de edificios en construcción dirigidos a inversionistas, no son útiles los números históricos. Pues, los precios van cambiando constantemente.

Hay que analizar los potenciales proyectos del entorno, ya que pueden implicar un aumento de la oferta y, por ende, una baja en el valor del arriendo. Para esto, es posible consultar al plan regulador sobre una guía esencial en su normativa (coeficientes y densidades del sector). También es importante evaluar la antigüedad del edificio y el nivel de morosidad general de gastos comunes. Estos pueden ser factores de potencial peligro para la inversión, ya que altas tasas de morosidad implican que la mantención del edificio se va deteriorando, lo que provoca que el producto ofrecido pierda competitividad.

Cada mes en que no se arrienda la propiedad, incide negativamente en la rentabilidad anual. La rentabilidad anual es igual al capital por interés. Esto quiere decir que se debe multiplicar el precio del bien por la tasa de descuento que se asigna a la inversión.

Veganismo y obesidad: Cuidado con las calorías

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Por definición, una dieta vegana no contiene ningún producto de origen animal (como carne, pescado, pollo, huevo o lácteo) y se enfoca en alimentos de procedencia vegetal, como frutas, verduras, granos integrales, legumbres, etc. Sin embargo, el que alguien decida seguir una alimentación vegana, no significa en forma automática que la alimentación será equilibrada.

"En ocasiones, las personas veganas tienden a consumir una alta cantidad de carbohidratos, frituras y alimentos procesados poco saludables y, a su vez, pocas frutas y verduras. Por eso, en algunos casos, esos alimentos, muy altos en calorías y acompañados del sedentarismo, pueden hacerlos subir de peso", explicó Ivette Ávalos, médico en nutrición y obesidad de Clínica Bupa Santiago.

Pero, ¿cuáles son las causas o malos hábitos más frecuentes? De acuerdo a lo señalado por la especialista, muchas veces la causa radica en un mal asesoramiento a la hora de preferir una dieta vegana. "Lo importante es que sea nutricionalmente equilibrada, variada y por supuesto, saludable", agregó.

Hay una serie de consejos que entregó. "La principal recomendación es informarse muy bien acerca de los alimentos, tanto en su calidad nutricional como también en su densidad calórica. Un alimento puede ser muy saludable, pero a la vez, muy denso calóricamente, por lo que si una persona lo come en exceso, estará consumiendo demasiadas calorías sin darse cuenta", mencionó Ivette Ávalos.

Asimismo, la experta aconsejó que la alimentación sea variada. "Tenemos una diversidad muy amplia de frutas, verduras y legumbres. Las preparaciones también pueden ir cambiando, lo que hará que sus sabores sean más agradables y no se caiga en comer siempre lo mismo", enfatizó la médico en nutrición y obesidad de Clínica Bupa Santiago.

Así, para que una persona vegana lleve adelante esta forma de alimentación de manera responsable con su salud, es recomendable que busque orientación tanto médica como nutricional.

"Esto es trascendental, ya que un déficit común y muy importante al excluir la ingesta de alimentos de origen animal es la vitamina B12, la que puede ser no solo detectada, sino también prevenida y tratada con suplementación vitamínica a tiempo, evitando así algunos tipos de anemia, y problemas en el sistema inmunológico u otros, como caída del cabello", afirmó la experta.