Aumento de las consultas psicológicas
El estado de la salud mental de los chilenos se ha deteriorado en forma importante al enfrentar la crisis sanitaria por la pandemia de covid 19, que desde marzo ha modificado la vida y rutinas de las personas, lo que ha desatado un aumento de las patologías psicológicas. Según datos de PsicologíaChile.cl, plataforma del ámbito mental a distancia, en septiembre las consultas sobre las fluctuaciones anímicas y estados ansiosos superan el 58% del total de las sesiones. Ansiedad, pánico, miedos, angustia y trastornos del sueño fueron los casos más planteados por los pacientes en las sesiones en línea.
El deterioro de la salud mental ha afectado a toda la población mundial durante este año marcado por las medidas de emergencia adoptadas debido al coronavirus. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, al menos el 4% de la población puede sufrir trastornos severos, mientras que el 20% podría padecer trastornos de leves a moderados, y el resto, se ve expuesto a un fuerte estrés psicosocial, aunque no alcance a ser patológico.
El encierro prolongado y la incertidumbre respecto del futuro, con avance y retroceso de las medidas sanitarias, así como las consecuencias económicas y laborales que se han derivado de la situación de emergencia y alerta sanitaria, han afectado a las personas, por lo que han sufrido un desgaste significativo. Es cierto que ha sido propio de la sociedad moderna llevar una forma de vida competitiva y vertiginosa, que no siempre permite identificar lo que pasa con la salud mental de la población, pero se han ido agregando nuevas situaciones, como los temores y las angustias que surgieron durante los meses del estallido social, con la secuela de actos violentos, destrozos de bienes de uso público, saqueos, imposibilidad de salir a las calles a realizar compras o trámites, y este año, las medidas de prevención por la pandemia de coronavirus, que han llevado a las personas a quedarse en casa, trabajar a distancia, tratando de salir a realizar las compras de productos necesarios, lamentándose por haber perdido sus empleos y tener incertidumbre acerca del futuro personal y de sus familias. Así, se han detenido proyectos personales, aspiraciones, y ha habido un distanciamiento obligado de los seres queridos que pueden ser apoyo emocional en estas circunstancias difíciles.
La rutina en casa es intensa, conciliando diferentes aspectos de la vida cotidiana, como el trabajo a distancia pero conectado durante gran parte del día, los estudios, la atención de los hijos, las limitaciones para el descanso y la recreación, lo que genera cambios hasta ahora no vistos. Especialistas señalan que los cuadros de ansiedad en todas las edades, estratos sociales y niveles de ingresos, generando sentimientos de preocupación acerca de lo que pasará en el futuro, y los trastornos de ansiedad llevan muchas veces al consumo de alcohol, tabaco, azúcar y carbohidratos y además modifican los patrones del sueño-vigilia, causando insomnio.
Hace años que el Ministerio de Salud ya había advertido la alta incidencia que tienen las depresiones como causal de licencias médicas de los trabajadores. Y ahora, la población ha estado sometida a fuertes niveles de estrés por efecto de los cambios, la violencia e incertidumbre con orígenes distintos, pero que suman intensidades en las familias.
Es obvio que la ciudadanía ha estado expuesta a momentos difíciles y tal vez no estaba preparada para enfrentar de la mejor manera todas estas situaciones que provocan temores e incertidumbres. Es por eso que los expertos del área psicológica han llamado la atención sobre la necesidad de abordar este desafío a gran escala. Las personas están requiriendo terapias por enfrentar sentimientos como el miedo, la rabia, incertidumbre, frustración y depresión. Y se estima que las consultas por el deterioro de la salud mental continuarán aumentando, lo que refleja la vulnerabilidad psicológica en que se encuentran las personas.
Según datos de PsicologíaChile.cl, plataforma del ámbito mental a distancia, en septiembre las consultas sobre las fluctuaciones anímicas y estados ansiosos superaron el 58% del total de las sesiones. Ansiedad, pánico, miedos, angustia y trastornos del sueño fueron los casos más planteados por los pacientes.