Casi la totalidad de las obras de construcción paralizadas ya han retomado sus faenas
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, sostuvo que las firmas asociadas al gremio demorarán en recuperar el ritmo que traían previo al confinamiento.
Hoy se cumplen diez días desde que gran parte de las comunas de la Provincia de Concepción dejaron atrás las cuarentenas totales. Esta situación trajo serios impactos en sectores económicos considerados no esenciales, como el comercio detallista o la construcción, aunque este último recibió recientemente el beneplácito de las autoridades del nivel central para que las iniciativas privadas operen en Fase 1.
Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), estuvo de visita en la zona hace algunos días y conversó con Diario El Sur sobre los efectos alcanzados en el último período. En ese sentido, contó que, de los 60 mil puestos provistos en la zona por medio del rubro, cerca de 21 mil se vieron perjudicados. "Ese es un impacto importante y un porcentaje altísimo, sobre todo si uno lo multiplica por el número de integrantes de una familia", remarcó. Agregó que la paralización significó también daños notorios en el patrimonio y capacidad económica de las empresas.
En total, 131 obras instaladas en las comunas de la Provincia de Concepción debieron detenerse por completo. Eso sí, a más de una semana de levantadas las cuarentenas totales, ya son 130 los proyectos que poco a poco regresan a la normalidad, incluidos aquellos que están en Fase 1.
Pese a la posibilidad de reanudar las faenas, Errázuriz estimó que este será un proceso difícil y lento, en especial por los cuidados que hay que transmitir a los equipos.
"De todas maneras nos vamos a demorar en retomar el ritmo que traíamos. Nos tardaremos porque cada proyecto que retoma debe pasar por una etapa de capacitación a los trabajadores sobre esta nueva cultura. Por ejemplo, hay que decirles cómo usar bien los implementos de seguridad o que la mascarilla se pone sobre la nariz y no solamente en la boca. La puerta a la normalidad es lenta", puntualizó el líder gremial.
La presidenta local de la CChC, Helen Martin, sumó a lo anterior la dificultad inmediata para conformar los equipos de trabajo, en el sentido de recontratar a las personas, echar a andar la cadena logística o realizar compras. "Llevar adelante esto tomará tiempo y será un tema costoso que se traduce en una baja en la productividad relevante", argumentó, aunque adelantó que se podría entrar en régimen a partir de las próximas dos semanas.
OBRAS EN CUARENTENA
A través de un video, Antonio Errázuriz anunció a los socios de la Cámara que el Gobierno autorizó finalmente el reinicio de las actividades privadas que se encontraban suspendidas producto de los confinamientos más estrictos. El anuncio se efectuó la tarde del pasado viernes y puso fin a meses de gestiones que, hasta ese momento, habían sido infructuosas.
"El Ejecutivo tomó la determinación de que todas las obras de construcción del país pueden seguir operando, aun cuando se encuentren en comunas en cuarentena, pero siempre que cumplan con las condiciones definidas por el plan piloto iniciado en la Región Metropolitana", remarcó Errázuriz.
De esta forma, por ejemplo, proyectos situados en Coronel y Tomé -comunas que todavía están en Fase 1 junto a Lota- tendrán la posibilidad de reemprender. En el caso de que alguna ciudad que hoy está Fase 2 retroceda, a los planes que allí se sitúen se les avalará continuar de forma ininterrumpida.
"Esto se trata de un gran avance que otorga tranquilidad a nuestros socios y a los miles de trabajadores afectados", enfatizó Errázuriz, quien recalcó que todo fue posible gracias a que la tasa de positividad de covid-19 alcanza en el sector un 0,7 por mil trabajadores.
Helen Martin explicó que con este anuncio lo que se hace en el fondo es aplicar a las obras privadas el mismo protocolo que tienen las públicas, es decir, los trabajadores deberán realizarse periódicamente exámenes PCR o firmar una declaración sobre sus responsabilidades en el autocuidado.
"Todo esto nos dará pie para impulsar la economía, ya que una eventual paralización no generaba ningún incentivo para desarrollar construcciones, porque los costos y los riesgos eran muy grandes (...) Ahora, en la medida de que se cumpla todo el resguardo, podremos continuar sin tantas complicaciones", comentó.
De las 130 obras que reinician sus faenas en la zona, dos pertenecen a Tomé y siete a Coronel.
El dirigente planteó que la paralización significó daños notorios en el patrimonio y capacidad económica de empresas.