Altas tasas de desempleo y dificultades en el regreso laboral afectan a mujeres
Al presentar el programa de subsidios a la contratación, el gobierno puso especial énfasis en las mujeres otorgando montos mayores para las trabajadoras. En concreto, la propuesta considera un subsidio del 60% de la remuneración bruta mensual con tope de $270 mil si la persona contratada es mujer (50% si es hombre con un tope de $250 mil). La iniciativa pretende amortiguar las altas cifras de desempleo femenino que ha registrado el país a consecuencia de la crisis sanitaria. Una cifra: Las mujeres ocupadas se redujeron en un 23,7% en el último año.
La situación es preocupante y se prevé más dramática si no mejoran los índices económicos y, sobre todo, de no implementarse medidas que permitan que las mujeres salgan al mercado laboral. Daniela Catalán Ramírez, secretaria de Estudios de los programas Advance de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián Concepción, dice que "si analizamos al género femenino, el desempleo en el último trimestre móvil del año aumentó en 4.5 puntos porcentuales expandiéndose en un 26,6%, respecto al año anterior".
Otro aspecto en que la académica pone atención es la baja en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Puntualiza que la participación llegó a un 41,3%, lo que significó una disminución de 11,1 puntos porcentuales en relación con el año anterior. La académica dice que será muy difícil recuperar las cifras previas a la pandemia, "dada la gran competencia que existirá en los mercados, por el alto nivel de desempleo, además de la enorme cantidad de mujeres que, por motivos familiares, por ejemplo, por no contar con una red de apoyo para el cuidado de los hijos, no podrá volver en un corto o mediano plazo a formar parte del mercado laboral".
Brechas de ingreso
Si bien el gobierno ha apostado por mejorar las cifras de desempleo, la situación es en especial compleja para las mujeres. Daniela Catalán plantea varios factores que ponen cuesta arriba el desafío de aumentar la empleabilidad femenina.
Uno de los aspectos es la falta de inversión, lo que significa no creación de empleo. Además, la baja en los ingresos no genera consumo y, por ende, no se lograr dinamizar la economía. A eso se debe sumar que algunos de los sectores que han sufrido fuertes impactos en esta crisis concentran mano de obra femenina como el comercio, el turismo y la gastronomía.
La académica plantea que el desempleo femenino se debe abordar desde diversas aristas para lograr revertir las cifras. Sostiene que, por un factor cultural, ellas siguen absorbiendo gran parte de las labores domésticas y de cuidado de los hijos, por ende, mientras las salas cunas, jardines infantiles y escuelas permanezcan cerrados, difícilmente ellas podrán emplearse. "Se requiere de medidas que permitan realmente volver a insertar a las mujeres en el mercado laboral y no perder este valioso capital humano".
Daniela Catalán pone el foco también en las brechas de ingresos que tradicionalmente han afectado a las mujeres, situación que podría agudizarse una vez que pase la crisis. "Lo positivo es que en este tiempo la mujer ha logrado demostrar sus capacidades y se han logrado transparentar las desigualdades de género. Algo se ha avanzado en este cambio cultural, que no hay que perder de vista. Pero necesitamos políticas orientadas a potenciar y resaltar el rol participativo y productivo de la mujer en el mercado laboral, como agente promotor de cambio, eficiencia y eficacia", concluye la académica USS.