Mayor integración de los adultos mayores
La campaña solidaria "Vamos Chilenos", que se realizó el fin de semana a través de los canales de televisión, recaudó 16.427 millones de pesos, que se entregarán a la fundación Conecta Mayor, de la Pontificia U. Católica de Chile, para dar alimentación básica y apoyo en tecnología para facilitar la integración de unos 80 mil adultos mayores en condición vulnerable en el país.
La campaña encabezada por el animador Mario Kreutzberger consideró que uno de cada cuatro adultos mayores no cuenta con asistencia para realizar tareas del hogar ni controles médicos en el contexto del aislamiento social. En este caso, recibirán un kit de insumos básicos y alimentos, supervisado por la Sociedad Geriátrica y Gerontológica de Chile, y un dispositivo con un plan de conexión y una interfaz especialmente diseñada para las personas mayores, con el fin de sacarlos del aislamiento en que se encuentran en esta pandemia.
Durante la emergencia sanitaria que se inició en marzo, se han adoptado medidas con el fin de proteger a la población más vulnerable, como es el caso de las personas mayores y en especial aquellas de 80 años o más. Dichas medidas, como el distanciamiento social, han significado también una especie de recesión social para ese segmento, al disminuir los contactos o relaciones con sus familias.
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro -que surge de la alianza entre la Universidad Católica y Seguros Confuturo- realizó una encuesta en línea en abril, que reveló que uno de cada cuatro adultos mayores no cuenta con apoyo para realizar las tareas del hogar, tampoco para llevar a cabo controles y atenciones médicas, incluyendo la vacunación. Asimismo, un 25,4% declaró no tener asistencia para realizar trámites como el retiro de su pensión y visitas al banco, entre otros.
Según las proyecciones realizadas sobre la base del Censo 2017, el número de personas mayores de 65 años en 2019 llegó a 2.260.222, que se distribuye mayormente en las regiones Metropolitana, Valparaíso y Biobío. A su vez, 6,2% del total de ocupados en el país a fines del año pasado pertenecía a ese tramo etario. Nuestra Región del Biobío tiene 205.720, que representan el 12,4%. Para el año 2035, sin embargo, se prevé un importante aumento de este grupo etario, que se compondrá de 3.993.821 adultos, los que equivaldrán al 18,9% del total de la población. Las proyecciones indican que ese año todas las regiones evidenciarán un proceso creciente de envejecimiento poblacional. La RM tendría 1.485.799 de adultos mayores (16,8% del total de población de esa región), en Valparaíso vivirían 480.558 personas de ese grupo etario (22,2% del total local) y en Biobío, 361.725 (21,2% del total regional).
Es indudable que Chile envejece a tasas aceleradas. El fenómeno tiene repercusiones de salud, económicas y sociales que exigirán revisar la forma en la que hemos construido el país y cómo lo haremos en el futuro. Se trata de un cambio que obliga a repensar las políticas públicas del país. Hay expertos que dicen que Chile no está preparado para enfrentar este cambio en la pirámide etaria, que llegó en forma acelerada. Al observar indicadores simples como las pensiones promedio, o el acceso a la salud, nos damos cuenta que Chile no facilita la vida a la tercera edad. Y esto podría acentuarse conforme pasen los años y observemos un incremento de este segmento.
Hoy las expectativas de vida promedio en Chile llegan a 80,5 años, ocupando el primer lugar en el continente. Y lo más probable es que el 2025 vamos a tener una esperanza de vida que supere los 90 años, pero cabe preguntarse en qué condiciones sociales, económicas y de calidad de vida llegarán. Muchos deben vivir de la caridad ante los escasos recursos que perciben y las dificultades de integración que enfrentan. Por ello, son destacables todas las iniciativas que se puedan desarrollan en favor de ese segmento de la población.
La campaña "Vamos Chilenos" consideró que uno de cada cuatro adultos mayores no cuenta con asistencia para realizar tareas del hogar ni controles médicos en el contexto del aislamiento social. En este caso, recibirán un kit de insumos básicos y alimentos, y un dispositivo con un plan de conexión.