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Según el INE, la caída a julio fue de 20,3%

Puertos proyectan positivo cierre de año, pese a caída de envíos

Desde Puerto Coronel y DP World Lirquén comentaron que la situación de China influyó en las cifras, sobre todo en los primeros meses del año. Reconocieron que ha habido una recuperación.
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Por Alma Canales Silva

La pandemia ha golpeado a todos los sectores económicos y en la Región el comportamiento del intercambio comercial con el extranjero dan cuenta de aquello.

Según las últimas cifras del Departamento de Estudios del Servicio Nacional de Aduanas, dadas a conocer esta semana, entre enero y agosto de este año a través de los puertos aéreos, terrestres y marítimos de la Región del Biobío se movilizaron cargas de exportación equivalentes a 6.154,2 millones de dólares, lo que corresponde a una participación del 13,6% respecto al total nacional.

En relación al mismo período del año pasado, se evidencia una disminución del 12,7%.

Otro documento del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, muestra que las exportaciones de la Región del Biobío totalizaron 434,8 millones de dólares en julio, lo que representa una caída de 20,3% en la comparación interanual.

La mayor incidencia negativa se observó en el servicio Desembarcada del exterior, que presentó una disminución de 46%, respecto a igual mes del año anterior, al movilizarse 685.152 toneladas. La carga Embarcada al exterior, en tanto, presentó una contracción de 2% en doce meses, con 1.166.462 toneladas.

En Puerto Coronel y DP World Lirquén reconocieron que hay una disminución, tanto en la exportación como la importación de productos, durante este año, sobre todo porque uno de los principales mercados es el asiático, donde el coronavirus golpeó fuerte.

Sin embargo, afirmaron que se evidencia una recuperación, que esperan que perdure en los siguientes meses. Además, indicaron que la importación, que tuvo una mayor baja según el INE, tiene una incidencia más acotada en las cifras regionales.

Efecto covid-19

Javier Anwandter, gerente general de Puerto Coronel, mencionó que "hay un deterioro en el comercio exterior a contar de enero cuando la pandemia afectó a China, que comienza a moderarse cuando retoman su producción a partir de abril-mayo. Hay una disminución en la internación de bienes de consumo por una caída en la demanda, pero en las cargas que bajan en la Región (mayormente graneles) no hay un efecto significativo".

Anwandter planteó que "en la primera parte del año vimos un impacto importante en las exportaciones al continente asiático que salen desde la Región. A junio la caída era del orden del 30%. Somos una economía expuesta al comercio exterior y particularmente China representa del orden 25 a 28% de nuestras exportaciones, de manera que su dinamismo nos afecta tremendamente".

Sumó que "como China crecerá menos de lo proyectado antes de la pandemia, demandará menos productos. Por ejemplo, la celulosa es el principal producto que exportamos a China desde la Región y bajó un 30% en volumen durante el primer semestre de este año".

Desde DP World Lirquén, el gerente comercial, Gonzalo León, detalló que el efecto de la pandemia fue la baja en el volumen los primeros meses del año, situación que los tiene en cifras negativas respecto del año pasado.

Agregó que las exportaciones se han recuperado en estos últimos meses, aunque aún hay un rezago de un 5% respecto del 2019. En cuanto a las importaciones, la caída es de 14% respecto al año anterior.

No obstante, agregó que como la zona es principalmente exportadora, está en una mejor situación que otras regiones que tenían mucho volumen de importaciones. En cuanto a los envíos desde China, detalló que "a nivel de contenedores, a julio de este año hay una caída de -6% respecto del 2019".

León proyectó que este año, en términos de volumen, estará bajo las expectativas que todos teníamos y con menor volumen que el año 2019. "No obstante, para DP World Lirquén es un buen año, porque hemos tenido una operación continua y con total seguridad para nuestros trabajadores, colaboradores, clientes y proveedores. Para todos ha sido un año complejo y lleno de desafíos, pero hemos salido adelante como equipo", cerró.

Para Puerto Coronel, en tanto, este ha sido un año desafiante y de aprendizajes, pero con un balance positivo. Su gerente general expuso que "hemos logrado mantener la operación cuidando la salud de las personas, retener cargas y mantener los turnos portuarios, lo que activa una cadena económica importante a nivel local".

PROTOCOLOS COVID

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El covid-19 tuvo dos grandes impactos. El primero, en términos económicos y el segundo, en cuanto a temas sanitarios. Para poder seguir funcionando, los puertos tuvieron que adaptar sus operaciones, lo que implicó implementar protocolos y medidas de seguridad, como la obligatoriedad del uso de mascarilla, de alcohol gel y el lavado de manos permanente.

Javier Anwandter, gerente general de Puerto Coronel, contó que "al inicio de la pandemia desplegamos un plan preventivo en constante revisión y mejora, que nos ha permitido mantener la operación y proteger la salud de las personas. Afortunadamente no hemos tenido brotes internos importantes".

Desde DP World Lirquén, el gerente general Gonzalo León explicó que "tenemos una muy buena relación y comunicación con nuestros trabajadores, lo que nos permitió en conjunto implementar rápidamente respuestas a todos los riesgos que fueron apareciendo, a través de procedimientos de trabajo, protocolos sanitarios".

Opinión

Erede 2020: Pandemia, empleo y futuro

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El desempleo en Chile llegó a 13,1% en el trimestre móvil mayo-julio. Un máximo histórico solo comparable al impacto del terremoto de 2010. Claro que la situación ahora es distinta: mientras no haya una vacuna contra el Covid-19, es difícil proyectar cuándo la actividad retomará su dinamismo.

Un dato distintivo es que la ocupación femenina cayó un 24%. Probablemente porque el comercio, el turismo y la gastronomía, donde trabajan más mujeres, han estado entre los sectores más golpeados por el coronavirus. No cabe duda que esto impactará en la equidad de género, dándole una nueva dimensión a esta crisis.

En el Encuentro Regional de la Empresa, Erede 2020, "Lo urgente y lo importante", queremos analizar ésta y otras aristas de la coyuntura sanitaria. Con la participación de las dirigentes sindicales Bárbara Figueroa, Juana Silva y quien escribe, el panel "Pandemia, empleo y futuro" cerrará la primera jornada del evento, el 29 de septiembre.

Ahora que la mayor parte de las comunas del Gran Concepción se encuentran en cuarentena, la incertidumbre parece mayor que hace seis meses, cuando sabíamos muy poco del Covid-19. Solo hay algo más de claridad sobre las consecuencias que el virus está dejando en aspectos de nuestra vida que antes parecían resueltos.

¿Qué ocurrirá con el sector servicios, donde los aforos impedirán que las ventas vuelvan al ritmo de antaño al menos hasta mediados de 2021? ¿Qué pasará con las plazas que hoy funcionan por turnos o a distancia, y que tal vez ya no sean imprescindibles tras más de un año de nueva normalidad?

Lo urgente es la pérdida de puestos de trabajo que afecta a más de 3 millones de chilenos, pero lo importante también es preguntarse qué ocurrirá con el empleo después de tanto tiempo en compás de espera.

El teletrabajo llegó para quedarse. ¿Por qué tardamos tanto en el debate ideológico y tuvo que desatarse una crisis para legislarlo a la rápida? La explosión del delivery llama a preguntarse cómo enfrentaremos la informalidad y la desprotección social que subyace a la "uberización" de la economía.

Los ejemplos no se agotan ahí. Aún sigue pendiente dilucidar cuáles serán las premisas sobre las que construiremos las relaciones laborales en el Chile post estallido social, plebiscito y elecciones.

Necesitamos un nuevo equilibrio, otra conversación donde trabajadores y empresas acuerden juntos los denominadores comunes de un sistema productivo donde la presencialidad ya no es indispensable para trabajar.

Ese diálogo debe traducirse en acuerdos, porque trabajadores y empresas son esenciales para que exista el país; y si no cuidamos los intereses de unos y otros, el círculo virtuoso se romperá. No esperemos a que los temas se tornen urgentes para considerarlos importantes.

Mónica Álvarez Pérez, directora de Irade