Los complejos días del mercado provisorio de Concepción
Inicialmente, los comerciantes iban a pasar cuatro años en el espacio ubicado en calle O'Higgins, mientras se arreglaba el mercado central, destruido en un incendio en 2013. El año pasado se tuvo que renovar el comodato porque no hay avances. El presidente de la Asociación Gremial de Locatarios cree que la iniciativa fracasó y pide a las autoridades transparentar la situación.
El mercado provisorio de Concepción, ubicado en calle O'Higgins, entre Prat y Alberto Hurtado, está cerrado desde marzo. Inicialmente iban a ser 15 días. Los locatarios y el municipio penquista decidieron bajar las cortinas por la emergencia sanitaria en el país producto del coronavirus, mientras veían cómo evolucionaba la enfermedad. Ya van a ser seis meses de aquello y el recinto sigue sin funcionar.
Desde el municipio explicaron que el cierre, que en un momento respondió a las medidas sanitarias, se mantuvo por los malos resultados económicos que el recinto comercial arrastraba desde octubre, cuando se produjo el estallido social. Esto se acordó con los locatarios, ya que durante el tiempo en que las cortinas estén cerradas no se cobrarán los gastos comunes o arriendos.
Hay un grupo -integrado por los beneficiarios originales, los damnificados en el incendio del Mercado Central ocurrido en abril de 2013- que quiere que se mantenga cerrado el recinto. Nieves Cares, que tiene una oficina de contabilidad, menciona que de abrir ahora, no tendrán el retorno económico suficiente para hacerse cargo de los gastos comunes asociados a sus locales y sólo se generarán más deudas.
Para Guillermo Canales, presidente de la Asociación Gremial de Locatarios del Mercado, el tema es más profundo. Según el dirigente, las autoridades no han tenido la sinceridad para transparentar que el objetivo del proyecto, que era ubicar temporalmente a los damnificados del incendio en un lugar mientras se reponía el Mercado Central, fracasó.
"Hay personas que se fueron a instalar porque se les ofreció algo, pero eso no se cumplió. Invirtieron en algo ambiguo. Hay decepción en los beneficiarios", expone.
TROPIEZOS
El mercado provisorio, proyecto denominado Mercado del Gran Concepción, fue inaugurado en abril de 2015. Después de dos años del siniestro, de evaluar alternativas y financiamiento, se construyó un edificio de dos pisos en un terreno del Servicio de Vivienda y Urbanización, Serviu. En el primer piso se crearon 112 locales y en el segundo, 52, destinados principalmente a cocinerías.
La construcción demandó una inversión de $1.800 millones, lo que permitió desarrollar un proyecto para apoyar a los comerciantes que se vieron afectados por el incendio del Mercado Central, ocurrido a fines de abril de 2013. Se contrató a un externo para que asumiera la administración del recinto. Además de ver las cuentas, su función era potenciar el espacio para aumentar las visitas.
A los pocos meses de abierto, los beneficiarios denunciaron que las ventas eran bajas. La ubicación, menos céntrica que la original, influyó en que la cantidad de clientes fuera menor. Aquí comenzó a generarse el primer problema. Hubo locatarios que dejaron de pagar los gastos comunes y con ello se generó una deuda que llevó incluso a que la Compañía General de Electricidad, CGE, cortara la luz en más de una ocasión.
El reclamo de los locatarios fue que no se instalaron empalmes individuales y las tarifas cobradas respondían a la categoría industrial, por lo que eran más caras.
Hubo gente que optó por abandonar el proyecto y emprender individualmente en otro lado. Los locales comenzaron a desocuparse y, para hacer frente a los gastos, se abrió la opción a que comerciantes externos pudieran instalarse ahí.
Humberto Toro, asesor de gabinete del Municipio de Concepción, cuenta que al 20 de marzo había 60 de los 112 locales del primer piso funcionando. De ellos, 36 son comodatos de los locatarios originales, quienes sólo deben cancelar los gastos comunes, y el resto está en manos de personas que arriendan locales no ocupados, por distintas razones, por los comerciantes originales.
Producto de todos esos problemas, se terminó el contrato con la empresa que administraba y, aunque se anunció una nueva licitación, finalmente se acordó un consejo de administración, compuesto por representantes del municipio, del Concejo Municipal, del Consejo Regional, del Serviu y los locatarios. Producto de la pandemia, aún no ha podido constituirse.
Humberto Toro explica que aunque el recinto no funcione, hay costos que se mantienen, como la luz o los guardias de seguridad que custodian el recinto. A la fecha, indica, la deuda es de poco más de 8 millones de pesos, monto que está cubriendo el municipio actualmente.
DIFERENCIAS ENTRE LOCATARIOS
En el Gran Mercado de Concepción conviven los comerciantes afectados por el incendio del Mercado Central y locatarios externos que arrendaron los espacios que no usaron los beneficiarios originales. Entre ellos tienen visiones distintas respecto al futuro del centro comercial. Humberto Toro, asesor de gabinete del municipio, explica que hace un mes un grupo de unos 18 arrendatarios -todos del primer piso- solicitaron la reapertura de los locales. Les solicitaron que hicieran un catastro para ver cuántas personas estaban disponibles. Por el momento son 11.
Armaron un protocolo sanitario interno y ya están en fase de demarcación del espacio externo para asegurar el distanciamiento físico en caso de reapertura. No obstante, aun hay temas que zanjar. "Queríamos cobrar la mitad del arriendo durante estos meses, pero eso requiere de un decreto municipal, así que estamos viendo qué fórmula se puede utilizar para que esto se pueda aplicar conforme a la normativa", indica.
Zaida Flores, propietaria de una fotocopiadora, señala que en mayo envió una carta a las autoridades pidiendo autorización para abrir: "A la fecha no he tenido respuesta". Flores abrió su local algunos días en mayo. Aunque reconoce que su rubro no es de primera necesidad, dice que necesita generar ingresos. Por ahora está haciendo trabajos desde su casa y se ha dedicado a vender productos.
La mayoría de los locatarios antiguos, los que son parte del proyecto original, están en desacuerdo con la apertura. Nieves Cares, quien tiene una oficina de contabilidad, plantea que no hay clientela suficiente para darle solvencia a los negocios. De abrir, sólo van a generarse deudas, estima.
Marisol Loyola, de La Picá' de Los Lagos, reafirma que en octubre comenzaron a caer las ventas. Cree que si las cocinerías abren, con las ventas a domicilio no lograrán sobrevivir. Indica que la situación es compleja, porque no hay una postura unitaria entre los locatarios. Al menos ella, considera que "si llegan a abrir el mercado, tiene que ser para todos. Todos debemos estar de acuerdo".
FUTURO DEL PROYECTO
Incertidumbre. Esa es la palabra que define el futuro del mercado provisorio. Los locatarios están divididos respecto a la fecha de apertura del centro comercial. Tampoco hay claridad de la fórmula que se aplicará para los cobros por el uso del recinto mientras dure la pandemia.
Y, aunque el comodato con el Serviu, propietario del terreno, se extendió hasta 2025, tampoco hay información sobre la concreción de la intervención del edificio siniestrado. En noviembre de 2017, el Consejo Regional aprobó $10 mil millones para expropiar el terreno donde se levantará la nueva estructura. El Serviu quedó a cargo de la propuesta arquitectónica del inmueble que en 2014 fue declarado monumento histórico.
El año pasado, representantes del Consejo de Monumentos Nacionales revisaron la propiedad para constatar el nivel de daño. La iniciativa que tenía que desarrollar el Serviu no registra avances e incluso, como reconoció el seremi de Vivienda, James Argo, caducó la resolución de Desarrollo Social para sacar adelante la iniciativa. Así, se ve complejo que esté terminado antes de que venza el segundo comodato.
Guillermo Canales, presidente de la Asociación Gremial de locatarios del Mercado, está molesto por cómo se ha ejecutado la iniciativa. Recuerda que solicitaron a Contraloría que revisara la situación contractual del mercado provisorio. En un informe especial, emitido en febrero de este año, se consignaron 17 observaciones que, según el dirigente, acreditan incumplimientos del municipio.
Canales piensa que lo mejor para todos es que el mercado provisorio se cierre: "Espero que los locatarios se den cuenta y vayan adhiriendo a esta postura, y que el municipio sincere si va a cumplir o no con el proyecto y ahí ver qué se va a hacer".