Desalojo en municipio de Tirúa culmina con tres detenidos y eleva tensión en la zona
El intendente defendió la decisión y reiteró que están abiertos al diálogo, aunque sin medidas de presión. El jefe comunal, en tanto, sostuvo que la determinación agrava la situación. La jornada sumó caminos cortados, incendios y enfrentamientos.
A primera hora y en medio de un fuerte despliegue de Fuerzas Especiales de Carabineros se concretó ayer el desalojo de la Municipalidad de Tirúa, cuyas dependencias fueron tomadas el miércoles por integrantes de distintas comunidades lafkenches de esa comuna en apoyo a los presos mapuches que se encuentran en huelga de hambre y a los hechos de violencia que se registraron el pasado fin de semana en la Región de La Araucanía.
Fue cerca de las 6.30 de la mañana, cuando los efectivos arribaron hasta el edificio municipal, luego de una orden emanada desde la intendencia del Biobío, frente a la negativa del alcalde, Adolfo Millabur, de solicitar la desocupación del recinto. El operativo culminó con tres personas detenidas, quienes posteriormente fueron dejadas en libertad, informó la Fiscalía.
El prefecto de Arauco, coronel Cristian Martínez, indicó que en cumplimiento de una orden emanada desde la autoridad administrativa, procedieron a la desocupación. "Se actuó conforme a protocolo, al negarse ellos a salir de forma voluntaria, se procedió al desalojo. A raíz de esto, tres adultos fueron detenidos", precisó. Respecto a la situación de los detenidos, la Fiscalía Regional del Biobío aclaró en un comunicado que "la indagatoria contra estas tres personas continuará adelante, para efectos de una futura formalización de la investigación".
El sorpresivo desalojo derivó en una seguidilla de hechos de violencia que elevaron la tensión en distintos puntos de la zona sur de la Provincia de Arauco, entre ellos cortes de camino, la quema de dos cabañas y un móvil de carga destruido en un presunto ataque en la ruta que conecta a Cañete con Tirúa.
En tal sentido, desde la Gobernación de Arauco indicaron que se ha mantenido una coordinación con los municipios y los servicios especiales de Carabineros. Sin embargo, el gobernador, Óscar Muñoz, declinó referirse a estos episodios.
Orden local
El intendente, Sergio Giacaman, enfatizó ayer que, ante la decisión del alcalde Millabur, determinaron que era urgente desalojar el municipio de Tirúa. "Es una facultad del Ministerio del Interior, particularmente lo impulsamos con el gobernador, y se solicitó el desalojo en un procedimiento que se hizo de forma adecuada. Se invitó a la gente a salir de forma pacífica, se hacen los llamados, algunos se fueron y otros no".
La autoridad contó que conversaron en dos oportunidades con el jefe comunal, sin embargo, no tuvieron respuesta. "El alcalde no quería hacerse cargo de esta situación, vemos que pareciera que él es uno más de los manifestantes más que un alcalde de una comuna y trabajando para hacer posesión de la comuna".
Sobre eso, Giacaman explicó a SoyChile que "cuando yo digo que parece uno más, como no quiere ejercer en ese lugar, parece que está más con quienes están en la manifestación que con quienes requieren del Estado en su comuna".
El intendente reiteró que están abiertos al diálogo, aunque enfatizó que preferiría que ésta fuera sin medidas de presión, en este caso la huelga de hambre. "Acá hay una voluntad absoluta de diálogo, hay un grupo liderado por el Subsecretario de Justicia, que está hablando con los voceros, de las personas que están detenidas que han cometido delitos", indicó.
"SE EQUIVOCAN"
El alcalde Adolfo Millabur calificó como desafortunado el desalojo, pues a su juicio se debió mantener el diálogo para llegar a un acuerdo. "Con esto el intendente agrava más la situación, cuando me acusa de no querer recuperar el municipio y de azuzar a la gente. Es grave que una autoridad designada y no elegida tenga esos exabruptos verbales, que no contribuyen y que sólo encienden los ánimos".
La autoridad reiteró que estas acciones dificultan la posibilidad arribar a una solución a los distintos conflictos. "Cuando el Gobierno se enfrenta a situaciones complejas, como el caso de los mapuches, se está llegando tarde, de mala manera y con violencia", afirmó..
La comunidad Antonio Paillao, en tanto, rechazó ayer el desalojo en esa comuna y la detención de tres integrantes de sus comunidades y el sacerdote Jesuita, Carlos Bresciani.
A través de un comunicado público, la Municipalidad de Tirúa informó que el alcalde solicitó vía oficio, que "el mismo Gobierno, a través de la autoridad que instruyó esta acción de desalojo, viaje a la comuna y las dependencias municipales sean entregadas personalmente a la autoridad comunal, que es lo que corresponde".