Mujeres víctimas de abusos
Un grupo transversal de parlamentarios presentó el proyecto de ley que busca aumentar las penas para los responsables de violencia de género y potenciar la ayuda a las mujeres que sufren de ataques de distinta índole en el país, promoviendo su protección, a raíz de la connotación que ha tenido el caso de la joven Antonia Barra, quien se suicidó en la Región de la Araucanía tras denunciar una violación.
La intención de la iniciativa es que a partir de este caso se pueda mejorar el sistema de protección a las víctimas de violencia de género o sexual, al considerar que en esta causa se ha detectado una serie de vacíos de orden investigativo y administrativo, por lo que se requiere mejorar la legislación.
A juicio de los proponentes, las víctimas de abuso o violación requieren de una mayor y mejor protección de parte de los organismos del Estado, resguardando la privacidad de su identidad, con el fin de que además no sean expuestas ante la sociedad, ya que esto representa una forma de revictimización. Asimismo, se ha solicitado que los delitos de agresión sexual no prescriban antes de diez años y que el imputado sea considerado un peligro para la sociedad y por lo tanto sea sometido a prisión preventiva mientras dure la investigación, cuestión que sin duda generará debate con quienes plantean que hay que garantizar el principio de inocencia, hasta que en el juicio se demuestre la culpabilidad. Del mismo modo, piden que se considere la tipificación del delito en el caso de víctimas que se suicidan como consecuencia de un episodio de agresión o de violación.
Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado en el país durante los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas, convivientes o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia. A veces estos hechos parten con una agresión psicológica, para luego dar paso a los golpes y, en situaciones extremas, terminar con una vida. En el caso del mencionado proyecto, los patrocinantes han pedido que se consideren también los casos de mujeres que no pueden soportar la fuerte carga de una violación, hasta que deciden quitarse la vida.
Resulta preocupante que la violencia contra las mujeres se presente ya en el segmento de la población joven.
Un sondeo realizado el año pasado por el Instituto Nacional de la Juventud reveló que el 51% de los jóvenes señalaba conocer a víctimas de violencia en el pololeo.
A juicio de los entrevistados, las primeras manifestaciones de esta pérdida de respeto por la pareja se presentan cuando se revisan en forma subrepticia los celulares o los correos, lo que revela una falta de confianza en la otra persona, espiral que va creciendo. Luego se pasa a los insultos, las humillaciones, los gritos, los empujones, arrojarse cosas, hasta llegar a las agresiones físicas, que pueden llevar a quitar la vida a una persona.
La principal causa de violencia entre pololos o novios, según el estudio, es la excusa de "los celos", seguida del machismo existente en la sociedad chilena, por lo cual con frecuencia se ha llamado a denunciar estos hechos ante Carabineros, ya que hasta ahora sólo uno de cada cuatro casos es puesto en conocimiento de la policía.
En lo que va del presente año, se contabilizan 20 casos consumados de femicidios en el país y 66 frustrados, pero sin duda hay muchas más situaciones de violencia que no se denuncian. Es necesario conversar estos temas en las familias, con el fin de inculcar en los niños y jóvenes el respeto que debe existir en la relación de pareja. En una sociedad donde el machismo se encuentra tan arraigado, estos son comportamientos complejos y difíciles de modificar, lo que de ninguna manera justifica la violencia sicológica o física, porque las relaciones de pareja deben sostenerse en la confianza y en el respeto de la libertad individual.
En lo que va del año, se contabilizan 20 casos consumados de femicidios en el país y 66 frustrados, pero hay muchas más situaciones de violencia que no se denuncian. Es necesario conversar estos temas en las familias, con el fin de eliminar cualquier tipo de expresión de la violencia de género.